Festival de goles en ?msterdam

Ajax y Olympique de Marsella protagonizaron un partido memorable, de esos que quedan en la retina del espectador, de esos que no se olvidan por el caudal de goles que ambos equipos brindaron en el Amsterdam Arena. El empate a tres hace justicia a lo acontecido este jueves, en un vendaval de ocasiones, un sinf¨ªn de emociones y un posiblemente beneficiado, el OM, que llegaba al encuentro con una herida interna incurable despu¨¦s de la dimisi¨®n de Marcelino y la salida temporal de su presidente, Pablo Longoria. El grupo de la muerte, que conforman Brighton y AEK de Atenas, no pudo tener mejor entrante para abrir el apetito.

El f¨²tbol es un deporte inexplicable en lo racional, pero s¨ª que se puede comprender por lo pasional. Cuando algo no funciona, una serie de combinaciones an¨ªmicas, casi siempre incomprensibles, suelen imponerse a cualquier plan t¨¢ctico de partido. Lo que sucedi¨® en los primeros 45 minutos en ?msterdam se aleja de cualquier relato normal dentro de la situaci¨®n que viv¨ªa el Olympique de Marsella, abocado a una crisis sin precedentes, con su entrenador dimitiendo (Marcelino) y con la direcci¨®n deportiva, encabezada por el ovetense Pablo Longoria, sin viajar al partido.

El Ajax, de hecho, agudiz¨® pronto, muy pronto, la crisis del conjunto marsell¨¦s. En el minuto 8, Forbs aprovech¨® un error infantil de Mbemba y bati¨® con facilidad a Pau L¨®pez. El guion entraba dentro de los par¨¢metros vaticinados, con un equipo let¨¢rgico, adormecido, el Marsella, y con otro, el Ajax, oliendo la sangre como un depredador. Diez minutos despu¨¦s, en otro error defensivo flagrante de los de Abardonado, interino hasta que se resuelvan las grietas internas, Berghuis hac¨ªa el segundo.

Hasta ah¨ª todo normal. Lo de despu¨¦s, no tanto. Como si una inyecci¨®n de adrenalina hubiera invadido al Marsella, el equipo franc¨¦s se redimi¨® de una forma totalmente inesperada. Necesit¨® dos minutos despu¨¦s del 2-0 para recortar distancias, obra de Jonathan Clauss, un lateral que, si tiene el d¨ªa, es un pu?al en la banda derecha.

El segundo no tard¨® en llegar, precedido por una exhibici¨®n de Amine Harit, jugador que no contaba mucho para Marcelino, pero que se reivindic¨® en ?msterdam. El marroqu¨ª, lesionado de gravedad la temporada pasada en la rodilla, asisti¨® a Aubameyang en una carrera larga de las cl¨¢sicas del exjugador del Barcelona. El gabon¨¦s, con un remate ajustado al poste, pon¨ªa las tablas en el marcador. El partido se convirti¨® en una ruleta rusa, sin centro del campo y en el que la bala no terminaba de encontrarse. Ounahi pudo hacer el 2-3 justo antes del descanso, pero su disparo, muy centrado, lo repeli¨® Gorter.

El primer tiempo no decepcion¨®, el segundo tampoco. Aunque el frenes¨ª de goles se contuvo, la t¨®nica volvi¨® a ser id¨¦ntica, con dos equipos ultraofensivos, sin mecanismos defensivos y que sufr¨ªan en cada llegada rival. El Ajax volvi¨® a adelantarse gracias a un remate de Taylor, que entr¨® en el ¨¢rea como Pedro por su casa y no encontr¨® oposici¨®n para hacer el 3-2. El Marsella, es verdad que con menos ritmo, acumul¨® un sinf¨ªn de llegadas, pero le falt¨® eficacia en los metros finales.

El equipo dirigido por Abardonado, no obstante, no le perdi¨® la fe al partido, inmerso en un c¨²mulo de nervios y de errores que hac¨ªan imposible predecir un resultado. Fue gracias a Aubameyang, que hab¨ªa errado dos oportunidades flagrantes, el que puso las tablas en el marcador, en un disparo cruzado que no tuvo oposici¨®n. El partido se lo pudo llevar cualquiera, pero acab¨® en empate. El Marsella lo intent¨® hasta el final, amain¨® una crisis sin precedentes y llega al Parque de los Pr¨ªncipes sin saber qu¨¦ le deparar¨¢ el destino.