EUROPA LEAGUE | MACCABI - REAL SOCIEDAD
A Belgrado para reengancharse
La Real Sociedad visita al Maccabi Tel Aviv obligada a ganar para no complicarse m¨¢s el pase a la siguiente ronda de la Europa League. Imanol volver¨¢ a hacer rotaciones masivas.
El futuro en Europa de la Real Sociedad pasa por Belgrado. El equipo txuri-urdin visita al Macabbi Tel Aviv en su exilio serbio con la imperiosa necesidad de conseguir ya su primera victoria de la temporada en la Europa League (sigue el partido en directo en As.com). Porque todo lo que no sea ganar empezar¨ªa a complicar mucho las cosas en la competici¨®n y su clasificaci¨®n para la siguiente fase se pondr¨ªa muy cuesta arriba, aunque todav¨ªa tenga margen. Si a la tercera va la vencida, del Estadio Partiz¨¢n, donde ya en 1990 sufri¨® una dolorosa derrota, no puede salir sin tres puntos que son a d¨ªa de hoy obligatorios.
Se ha acostumbrado la Real Sociedad a vivir en medio de l¨ªos varios en competici¨®n europea. Viene del desagradable y peligroso incidente con los radicales del Anderlecht en el Reale Arena y ahora le toca lidiar con el clima enrarecido que rodea a todo lo que representa el Maccabi Tel Aviv. Es un equipo que dice representar orgulloso a su pa¨ªs, Israel, del que algunos jugadores justifican su b¨¢rbara manera de proceder. Todo en medio de un clima de crispaci¨®n internacional con su actuaci¨®n m¨¢s que sospechosa en la guerra abierta contra el terrorismo de Ham¨¢s en la franja de Gaza y en la que se est¨¢ llevando de manera injustificada la vida de miles de personas que nada tienen que ver con el conflicto y cuya ¨²nica ¡®culpa¡¯ es haber nacido o vivido en esa parte del mundo. Es imposible enfrentarte a un equipo de Israel sin tener que hacer alusi¨®n al conflicto de Oriente Medio, a la doble vara de medir con los equipos rusos, a los que se les impidieron competir a nivel internacional, sin entrar a valorar que quiz¨¢s Israel est¨¦ actuando de una manera tan injustificada como la de Rusia.
En el ¡®destierro¡¯ de Belgrado, con apenas 137 valientes aficionados donostiarra, alguno anecd¨®tico del Maccabi y otros sueltos serbios o del Partiz¨¢n, que se acerquen por la curiosidad de disfrutar de las estrellas txuri-urdin, se juega la Real Sociedad reengancharse a la Europa League para seguir teniendo a mano el objetivo de clasificarse para la siguiente fase. Si es para octavos directamente urge imperiosamente reaccionar ya. Pero incluso para el playoff no puede descuidarse y necesita ganar. El empate en Niza y la inesperada derrota en casa contra el Anderlecht le dejan en una situaci¨®n delicada. Y su rival no anda mucho mejor, porque tambi¨¦n est¨¢ exigido despu¨¦s de haber perdido los dos primeros partidos. Quiz¨¢ este contexto obligue a Imanol Alguacil a hacer menos rotaciones que en partidos europeos anteriores, aunque s¨ª se esperan bastantes cambios. El calendario no da tregua y como no agite el vestuario, a la larga le va a pasar factura. De momento, Zubeldia vuelve a descansar por precauci¨®n, y con Remiro no se quieren correr riesgos innecesarios despu¨¦s de su susto en Girona, aunque sea una pieza insustituible. Marrero y Fraga se han ganado la confianza del cuerpo t¨¦cnico. Y a partir de ah¨ª Elustondo, Javi L¨®pez, Odriozola, Turrientes, Becker, Sadiq y Kubo deben dar un paso adelante. La Real necesita de todo su fondo de armario. Europa no espera, y en Belgrado el tren se puede escapar y ya ser¨¢ dif¨ªcil volver a cogerlo.
El conjunto hebreo que dirige Zarko Lazetic no ha sido capaz a¨²n de cosechar ni siquiera un punto en Europa League, por lo que se antoja vital esta cita. Viene con moral tras ganar el derbi ante el Maccabi Haifa (2-0) en su competici¨®n. Pese a que los puntos no acompa?en, las sensaciones no son tan malas, ya que tres de los cuatro tantos encajados en estas dos primeras jornadas de competici¨®n han llegado en los minutos finales. Esas opciones de victoria podr¨¢n llegar si nombres propios como Peretz o Zahavi, aunque este tal vez no salga de inicio, brillan durante el encuentro. Son dos de las piezas clave de este Maccabi Tel Aviv a las que los realistas no deber¨¢n perder de vista.
