Todas las rachas tienen un final

El Alav¨¦s del Chacho Coudet hace el camino pasito a pasito, punto a punto. Va casi a gatas en su intento por no tropezar y avanzar con firmeza. Las tablas ante Osasuna le sirvieron para comenzar etapa con algo positivo. Reprodujeron el 2-2 en Copa ante la Deportiva Minera, pero esta vez le condujo a una tanda de penaltis que le hizo precipitarse por la cuneta. Y para seguir por esa v¨ªa de la paridad, otro reparto del bot¨ªn, en esta ocasi¨®n a un gol, con mejor sabor porque se lo arranc¨® a un Athletic que llegaba embalado, casi como el equipo con mejores sensaciones del campeonato. Pero tambi¨¦n es verdad que se le vio muy cansado en el segundo tiempo, de piernas y mentalmente, sin esa capacidad de reacci¨®n que otras tardes le ha impulsado a noquear a cualquiera que se le pon¨ªa por delante. Lleva cuatro citas en once d¨ªas y es normal que semejante desgaste pase factura, que merme la chispa y las ideas ofensivas. Fin a la racha triunfal durante seis partidos.

Si un encuentro se parte en dos trozos exactamente equiparables, como una sand¨ªa con una katana, lo normal es que cada uno se lleve la misma porci¨®n de esa fruta. Un per¨ªodo para cada uno y un punto tambi¨¦n para que lo guarden en su cofre. Unai G¨®mez encarril¨® pronto el derbi, el cuadro rojiblanco era el rodillo habitual y lo ten¨ªa todo bajo control, pero una acci¨®n en la que fall¨® Sim¨®n, de vuelta en Liga, permiti¨® a los albiazules igualar. Hubo m¨¢s intensidad que f¨²tbol.

El Alav¨¦s repiti¨® el mismo once de la ¨²ltima jornada y el Txingurri introdujo cinco cambios. El Athletic compareci¨® con su rutina habitual. Subido a su tabla de surf de plena confianza navegando por otro partido chupado. Apret¨® con enorme convicci¨®n arriba y era vertical. Berenguer se apa?¨® con Unai para actuar de falsos nueves. El Alav¨¦s ha cambiado el libreto. Ya no simplifica el juego como con Garc¨ªa Plaza. Intenta sacar el bal¨®n jugado y le cuesta una barbaridad. No parece lo m¨¢s adecuado sobar la pelota ante un enemigo tan puesto. Antes era muy pr¨¢ctico y se intenta volver m¨¢s emocional. Pero hay jugadores que parecen fuera de sitio, como Mart¨ªn, muy escorado, o Guridi, que pierde el entorno del ¨¢rea y se diluye. Al propio Diarra no se le ve c¨®modo de lateral. Los robos continuos en campo contrario y la verticalidad permit¨ªan a los bilba¨ªnos plantarse en el ¨¢rea de Sivera constantemente.

I?aki Williams es una centella que siembra el p¨¢nico en las defensas rivales. Pero vive un momento tan pleno de confianza que hasta en parado genera cosas interesantes. Un pase suyo plantado como un poste permiti¨® a Unai G¨®mez romper al espacio y definir magistralmente con la zurda ante Sivera. Estuvo lento en la salida Tenaglia y habilit¨® a Rocky con el pie. Esa ventaja, a los diez minutos, asent¨® a los visitantes. De todos modos, los hermanos Williams andaban sin chispa. Los albiazules necesitaban muchos toques para salir y cuanto m¨¢s juegues a esa loter¨ªa, m¨¢s opciones hay de que te maten. El partido era claramente bilba¨ªno, el Glorioso apenas generaba, pero si sometes al contrario y le dejas vivo, este siempre puede regresar a la escena de los puntos.

Y es lo que pas¨®. El Alav¨¦s jug¨® m¨¢s directo en el segundo tiempo. Les faltaba jugar entre l¨ªneas, buscar la espalda de la defensa rival, que esta corriese hacia atr¨¢s, y lo fueron poniendo en pr¨¢ctica. Coudet vari¨® el paisaje, pas¨® a un 4-3-3 y su plantilla gan¨® en confianza. Al fin se mov¨ªan con peligro en tres cuartos. El respetable se ech¨® encima con una mano de Yuri en el ¨¢rea tras un rebote. No hab¨ªa penalti. Guridi interpret¨® bien lo que requer¨ªa el choque con una conducci¨®n y un disparo lejano. El bal¨®n pas¨® por un bosque de piernas, incluyendo un t¨²nel a Paredes, y le vino de sopet¨®n a Sim¨®n, que no reaccion¨® bien y el cuero le dio en el muslo. Lo dej¨® franco para el rechace a gol de Jord¨¢n, que ha renacido con el Chacho.

El partido era pastoso, apenas se jugaba, de hecho, fue el segundo de la jornada en el que menos rod¨® el bal¨®n: 49:56. Pero preparador local ve¨ªa las cosas con gafas de optimismo y solo cambi¨® dos piezas. El choque no avanzaba, se enred¨® una barbaridad, con muchos jugadores en torno al bal¨®n, la gente era incapaz de mantener la posesi¨®n. El derbi acab¨® con cierta pol¨¦mica tras un gol anulado a Vivian tras un c¨®rner. Primero se fue al suelo Abqar en una disputa con Paredes y despu¨¦s, Mouri?o tras otra acci¨®n con el propio Vivian. Esta segunda s¨ª parec¨ªa punible. Todas las rachas triunfales tienen un fin. Viendo c¨®mo anda el Villarreal, su rival m¨¢s directo para la Champions, el punto es sabroso.