Espa?a-Italia: sonrisas y l¨¢grimas

Espa?a e Italia se han enfrentado 41 veces a lo largo de su historia. Un viaje largu¨ªsimo, con im¨¢genes inolvidables como la de Luis Enrique con la nariz partida por el codo de Tassotti en el Mundial de Estados Unidos en 1994. Un trayecto casi interminable que es preferible acotar a la Eurocopa, la competici¨®n que se juega estos d¨ªas en Alemania, para encuadrar mejor un relato de sonrisas y l¨¢grimas en la gran competici¨®n continental de selecciones nacionales.

En las fases finales de la Eurocopa, los enfrentamientos se reducen a siete, con un equilibrio m¨¢ximo. Arrancaron en el Giuseppe Meazza en 1980. Un 0-0 sin demasiada historia, pero en cierto modo meritorio para una Selecci¨®n que ven¨ªa del fracaso del Mundial de 1978 y que estaba liderado por los futbolistas de Real Sociedad y Athletic (Arconada, Alexanco, Zamora, Satrustegi y Dani). Mientras, Italia ya ten¨ªa la columna vertebral que fue campeona del mundo (Zoff, Gentile, Scirea, Cabrini y Tardelli). Arriba, jugaban Graziani y Bettega. Eso s¨ª, sin Paolo Rossi, que le dio el salto de calidad en Espa?a¡¯82.

Ocho a?os despu¨¦s, y como pasar¨¢ este jueves, Italia y Espa?a se midieron en territorio alem¨¢n, Frankfurt. Gan¨® la Azzurra con el gol de un grande, Gianluca Vialli, que falleci¨® recientemente, este pasado mes de enero, a la edad de 58 a?os. Como en la Sampdoria, Vialli hac¨ªa pareja en la delantera con Roberto Mancini. Cuatro a?os despu¨¦s, los dos llegar¨ªan, con la Samp de Boskov, a aquella final de Copa de Europa en Wembley en la que el Bar?a rompi¨® su maldici¨®n con gol de Koeman mientras Vialli, que se tem¨ªa lo peor, se tapaba la cabeza con una toalla antes del chutazo del holand¨¦s a Pagliuca.

Despu¨¦s del famoso partido de Boston en 1994, Italia y Espa?a estuvieron 14 a?os sin verse las caras. En la Eurocopa, la Azurra hab¨ªa hecho poco cosa. Lleg¨® a la final de 2000, que perdi¨® en el gol de oro contra la Francia de Zidane, Henry, Trezeguet y Wiltord; y poco m¨¢s. Espa?a, peor. No pasaba de cuartos¡­, hasta que lleg¨® el m¨ªtico partido del Prater de viena, con Casillas parando los penaltis lanzados por De Rossi y Di Natale; y Cesc d¨¢ndole a Espa?a, al fin, el pase a unas semifinales

Espa?a rompi¨® aquella noche su techo de cristal. Arras¨® a Rusia en la semifinal, gan¨® la final a Alemania y se llen¨® de confianza, al punto de ganar tres grandes torneos consecutivos.

En la Eurocopa de 2012, despu¨¦s de un empate ins¨ªpido en la primera fase contra Italia, la Selecci¨®n jug¨® uno de los mejores partidos de su historia en la final de Kiev; y humill¨® a los italianos al punto de que Casillas pidi¨® al ¨¢rbitro portugu¨¦s Pedro Proen?a que se?alase el final, viendo c¨®mo sufr¨ªan en el campo los de Prandelli. Silva, Alba, Torres y Mata firmaron una victoria memorable que asent¨® la hegemon¨ªa mundial de la Selecci¨®n¡­, aunque por poco tiempo.

Pese a no tener un equipo demasiado reconocible, Italia se tom¨® la revancha en Saint Denis en los octavos de final de la Eurocopa de 2016. Fue el canto de cisne de Vicente del Bosque como seleccionador. Su discurso, agotado, tuvo su punto final en Par¨ªs. All¨ª, los goles de Chiellini y Pep¨¦ bajaron del trono europeo a la Selecci¨®n, que ya hab¨ªa cedido tambi¨¦n la corona mundial en Brasil dos a?os antes.

El equipo de Conte era de entreguerras, tanto que no se meti¨® luego en el Mundial de Rusia. Sin embargo, fue suficiente para batir a un equipo en pleno final de ciclo, con jugadores que ya hab¨ªan pasado sus mejores a?os y la sensaci¨®n de que se necesitaba un impulso en el que Lopetegui tambi¨¦n se qued¨® a medias cuando decidi¨® firmar con el Real Madrid en v¨ªsperas del Mundial de Rusia.

La ¨²ltima gran decepci¨®n reciente contra Italia se produjo en la semifinal de la Eurocopa de 2020 (disputada en 2021 por la pandemia) en Wembley. All¨ª, pese a disparar el doble que la Azurra, y levantarse del 1-0 de Chiesa (60¡ä) con el empate de Morata (80¡ä), la Selecci¨®n no aprovech¨® su ¡®momentum¡¯ en los diez minutos finales y la pr¨®rroga, al contrario que en los octavos de final contra Croacia, o ante la misma Suiza en cuartos, se le hizo larga.

La tanda de penaltis empez¨® bien, con Unai Sim¨®n par¨¢ndole un penalti a Locatelli. Sin embargo, a rengl¨®n seguido, Donnaruma par¨® el lanzamiento de Dani Olmo. Luego fall¨® Morata. Paradojas del destino, dos de los mejores de aquella noche. Y se acab¨® el sue?o de Espa?a, que acumula sonrisas y l¨¢grimas ante los italianos en el Mundial. El octavo cap¨ªtulo del serial se escribe ma?ana por la noche en el Arena AufSchalke de Gelsenkirchen, con ilusiones renovadas por las dos partes y el sue?o de ambas, como en 2012, de que se repita en la final de Berl¨ªn.

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