El Mundial empieza en Braga

El Mundial empieza en Braga. Es un simple t¨ªtulo, pero sirve para resumir el duelo que aguarda a Espa?a el pr¨®ximo martes, decisivo para la Nations League y un test impagable para calibrar c¨®mo respira La Roja a menos ya de dos meses para el Mundial de Qatar. La derrota ante Suiza y la victoria lusa en Praga obligan a ganar ante Cristiano y compa?¨ªa. Un gran escenario, un rival de altura. Si quer¨ªamos emociones fuertes, aqu¨ª las tenemos.

El d¨ªa que acertemos una alineaci¨®n de la Selecci¨®n espa?ola... ese d¨ªa no estar¨¢ Luis Enrique en el banquillo. As¨ª de sencillo. Con el asturiano resulta imposible saber por d¨®nde sopla el viento. Por m¨¢s que nos empe?emos en leer entre l¨ªneas, nada; ni siquiera ayud¨® el ¡°no va desencaminado¡± de Lucho al periodista que en la v¨ªspera le pregunt¨® si Ferran, Morata y Sarabia integrar¨ªan el ataque frente a Suiza. A la hora de la verdad, el seleccionador eligi¨® a Asensio como punta de lanza, sum¨¢ndose a la moda del falso nueve que ha hecho furor en las ¨²ltimas fechas en el Real Madrid. Pero a diferencia de Ancelotti, obligado a revolver el armario ante la baja por lesi¨®n de Benzema, Luis Enrique apost¨® por el balear cuando ten¨ªa a Morata y Borja Iglesias en perfecto estado de revista. En resumen: Ferran, Asensio y Sarabia, tres jugadores que apenas disfrutan de minutos en sus equipos, titulares. ¡°Valoramos lo que hacen los jugadores en la selecci¨®n¡±, dijo Luis Enrique esta misma semana. Pues eso.

Asensio sali¨® de nueve, pero le cost¨® ser la llave con la que abrir la defensa suiza. No se cans¨® de bajar en busca de bal¨®n, tratando de hacer salir a los centrales rivales para que esa fuera una v¨ªa de entrada hacia la porter¨ªa de Sommer. Pero a Espa?a le costaba generar juego, algo extra?o con un centro del campo cien por cien azulgrana, cien por cien de quilates. En ¨¦l, Gavi y Pedri formaban juntos con la tranquilidad de poder agitar la coctelera teniendo las espaldas bien cubiertas por Busquets.

En la trinchera rival era Xhaka quien ejerc¨ªa de Busi. Su primer cometido no fue otro que el de alentar a sus compa?eros en la presi¨®n alta con la que cortar de ra¨ªz la creaci¨®n de juego espa?ola. Embolo, Vargas y Sow se erig¨ªan en maratonianos detr¨¢s de la pelota. Sin descanso. El objetivo era ahogar las v¨ªas de pase a Eric Garcia y Pau Torres, nuestra pareja de centrales. Esa fue la primera tarea cumplida en la libreta de Murat Yakin. La segunda lo fue el gol de Akanji: c¨®rner botado por Vargas y cabezazo del central del City como mandan los c¨¢nones, picado y fuerte. Ni siquiera el 1,90 de Unai evit¨® el 0-1 en el marcador de La Romareda, a reventar tras 19 a?os sin disfrutar de la Selecci¨®n.

El tanto dej¨® noqueada a La Roja. Suiza golpeaba con c¨®rners en lugar de pu?os y el ment¨®n espa?ol recib¨ªa un golpe inesperado y lejano con el gol de Portugal en Praga. En apenas diez minutos el panorama del Grupo A2 hab¨ªa cambiado por completo. Y empezaba a llover en La Romareda... y esa no es una met¨¢fora. Llov¨ªa de verdad. As¨ª que el descanso fue la mejor terapia para Espa?a, que a punto estuvo de encajar el segundo gol en un eslalon de Shaqiri a quien, por no dejarle rematar con su m¨¢gica zurda, permitieron que lo hiciera con la derecha. Unai, esta vez, s¨ª bloc¨®. Esa jugada hacia justicia con quien hab¨ªa sido el mejor jugador de los primeros 45 minutos.

Y lo sigui¨® siendo en la reanudaci¨®n, en la que Espa?a estaba obligada a meter una marcha m¨¢s. Resultaba complicado hacerlo con Busquets pr¨¢cticamente anulado, pero en esas est¨¢bamos cuando Asensio decidi¨® saltarse un par de l¨ªneas suizas con un reverso (Elvedi a¨²n le est¨¢ buscando) y una conducci¨®n que acab¨® en asistencia de dulce para Jordi Alba, que resolvi¨® de un zurdazo ante el que nada pudo hacer Sommer. La l¨¢stima es que ese tanto apenas tuvo efecto en el ¨¢nimo de Suiza, que volvi¨® a tener al c¨®rner como su mejor aliado. Akanji fue de nuevo protagonista, aunque en esta ocasi¨®n su remate no acab¨® directamente en gol sino que requiri¨® del toque final de Eric Garcia, presionado por Embolo.

Ante ese mal, que volv¨ªa a poner boca abajo el grupo, triple dosis de Luis Enrique: Nico Williams, Borja Iglesias y Yeremy Pino en lugar de Sarabia, Asensio y Torres, un lavado de cara en toda regla. Y poco despu¨¦s, Marcos Llorente tambi¨¦n entraba en juego para ganar en v¨¦rtigo ante unos veinte minutos finales que se antojaban de locura. As¨ª fueron, pero la locura no marca goles y el ataque sin descanso de La Roja apenas inquiet¨® a Sommer. La derrota era un hecho y da paso a 72 horas en las que rearmar al equipo con vistas al decisivo partido del martes en Braga. Ese duelo suena a f¨²tbol del bueno.