Doctor Cota: ¡°Hab¨ªa formas m¨¢s elegantes de despedirme¡±
El m¨¦dico de la Selecci¨®n se enter¨® de su cese a trav¨¦s de una llamada telef¨®nica y sin ning¨²n tipo de explicaci¨®n. Repasa en AS m¨¢s de dos d¨¦cadas en la Federaci¨®n.
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?C¨®mo es la infancia de un ni?o que vive en un cuartel de la Guardia Civil?
Yo la recuerdo con mucho cari?o. Nac¨ª en A Estrada, pero de aquella ¨¦poca casi no tengo recuerdo porque enseguida trasladaron a mi padre. Estuvimos en varios cuarteles, en Valga, en Forcarei, en Asturias... Era una vida muy familiar, con las familias de todos los guardias. Antes lo habitual era vivir en los cuarteles, ahora ya viven m¨¢s fuera. A veces me encuentro con pacientes que son guardias civiles jubilados que sirvieron con mi padre y recordar aquella ¨¦poca me hace mucha ilusi¨®n.
Sus primeros a?os fueron en dictadura, ?se lleg¨® a dar cuenta?
La verdad es que no tengo recuerdo de la dictadura. En el momento que muere Franco yo tengo nueve a?os y no tengo un recuerdo claro. Nuestra vida en el cuartel era muy simple, humilde como ¨¦ramos todos en aquel momento. S¨ª recuerdo el momento de la muerte de Franco, la imagen de la televisi¨®n, pero no recuerdo la dictadura.
?Y la constante amenaza de ETA?
Eso s¨ª lo sufrimos mucho, y f¨ªjate que estoy hablando de un cuartel de un pueblo peque?o en el noroeste. Yo he visto muchas l¨¢grimas en mi casa cuando se daban las noticias de guardias civiles muertos. Tengo visto a mi madre rezar cuando mi padre sal¨ªa por la puerta de uniforme. No quiero ni imaginar lo que pasaron en la zona dura de verdad, pero nosotros lo viv¨ªamos con mucha tensi¨®n, a pesar de estar lejos.
?Usted se mov¨ªa por todo el cuartel?
Me acuerdo que en nuestro cuartel no ten¨ªamos calabozo. Aprend¨ª muchas cosas all¨ª. Nunca tuve una charla con mi padre de contarnos cosas de la vida, pero me ha dado ejemplos cada d¨ªa de los que he aprendido. Yo he visto traer detenidos a nuestra casa a comer. Mi madre y mi padre le daban de comer a alg¨²n detenido que no ten¨ªa a d¨®nde ir y estaba comiendo con nosotros. Mi padre me daba ejemplos de honradez y de valores.
?Y su madre?
Quiz¨¢s diferentes. Mi madre me sigue dando ejemplos hoy de buena persona. Siempre me dijo que palabras como gracias, lo siento o por favor abren m¨¢s puertas que ninguna otra cosa.
?Su carrera como portero comenz¨® en el patio del cuartel?
No exactamente. Yo ah¨ª jugaba al f¨²tbol sin porter¨ªas porque a ninguno nos gustaba mucho ponernos de portero, as¨ª que con dos mochilas hac¨ªamos porter¨ªas peque?as y jug¨¢bamos sin portero. En el momento que empiezo ir al colegio en A Estrada y por mi complexi¨®n, que casi era m¨¢s ancho que alto, empec¨¦ a ponerme de portero. Por aquel entonces, un equipo de la zona, el Callobre, necesitaba un portero y fui a hacer las pruebas. Me tropezaron un par de balones y ah¨ª empec¨¦ a asimilar lo que es ser portero, que no s¨®lo es ponerse debajo de los palos.
?Es muy complicado ser guardameta?
Es una idiosincrasia muy diferente y el que no ha sido portero, no la entiende. Mentalmente no tiene nada que ver con el resto de futbolistas y es muy dif¨ªcil de entender lo que tiene que pasar por la cabeza de un portero. Est¨¢ muy solo, muy poco comprendido, incluso por la Prensa tambi¨¦n. Me llama la atenci¨®n cuando se ensalza el remate y se ningunea la intervenci¨®n del portero porque parece que es algo sencillo. La expresi¨®n detiene sin problemas creo que se usa demasiado.
No lleg¨® a la ¨¦lite pero estuvo a las puertas.
Despu¨¦s del Callobre, me fui a los juveniles del Pontevedra y ah¨ª tuve unos a?os muy buenos, donde me desarroll¨¦ como deportista y portero. Mi primera convocatoria con el primer equipo me llega a los quince a?os y despu¨¦s iba puntualmente. Tuve que viajar mucho con el primer equipo, pero no llegu¨¦ a debutar y esa espina me qued¨® clavada. Luego me fui al Compostela porque ya estaba estudiando medicina y era complicado compaginarlo. Ten¨ªa que estudiar en el tren y al fichar por el Compos fue mucho m¨¢s sencillo.
?C¨®mo es compaginar estudios y f¨²tbol?
En aquel momento lo ve¨ªa bastante complicado, pero vi¨¦ndolo hoy creo que me ayud¨® mucho porque tuve la posibilidad de atender a dos facetas de la vida importantes para m¨ª. Supuso un esfuerzo, eran horarios dif¨ªciles, pero no es algo de s¨²per hombre.
?Lleg¨® a ser m¨¦dico y futbolista a la vez?
Compagin¨¦ algo porque despu¨¦s del Compostela me fui al Ordes y al a?o siguiente al Vilalonga, donde estuve seis o siete a?os. Hicimos historia llegando a jugar la fase de ascenso a Segunda B y recuerdo aquel d¨ªa con el campo lleno hasta los topes, hab¨ªa hasta gente subida a los postes de la luz. Fue una experiencia fant¨¢stica. Despu¨¦s me fui a acabar en el Estradense con la idea de no tener horarios.
Club en el que luego fue presidente.
S¨ª. Fue por una petici¨®n del alcalde, que me pidi¨® que entrara en el club porque estaban pasando por un momento econ¨®mico complicado. Siempre digo que fui presidente por tel¨¦fono. Ya estaba trabajando en la Federaci¨®n y ten¨ªa un grupo de gente muy v¨¢lida que me rodeaba y fueron los que en realidad llevaron a cabo todo el trabajo que supon¨ªa llevar un equipo. Ser presidente de un equipo humilde supone mucho trabajo de relaci¨®n porque hay que conseguir todo y tienes que pedir ayuda a gente que no tiene porqu¨¦ d¨¢rtela, pero el f¨²tbol tiene un componente social y la gente lo asume sin problema. Lo haces por pasi¨®n, por una necesidad que te piden y porque te sientes en deuda con esa gente.
Hablando de pasiones, ?Cu¨¢ndo nace la suya por Elvis?
El d¨ªa que se muere. Yo ten¨ªa once a?os y estaba en casa sin atender mucho a la televisi¨®n, que mi padre estaba viendo el telediario. En un momento dado dan la noticia de que se muere un cantante, levanto la cabeza y me llama la atenci¨®n. Coincide que mi hermano, que es mayor que yo, ten¨ªa un casete, lo escuch¨¦ y ah¨ª empez¨® todo. A ra¨ªz de eso empec¨¦ a buscar, a coleccionar y a apasionarme por la m¨²sica, por el carisma y por la forma de actuar de Elvis. Hasta hoy. Y sigue.
?Hasta d¨®nde llega su pasi¨®n por Elvis?
Pues mira, en el quir¨®fano siempre pongo m¨²sica de Elvis para operar, muy a pesar de mis enfermeras. La pongo bajita, eso s¨ª, pero hasta que no empieza a sonar Elvis, no empieza la operaci¨®n.
Tambi¨¦n le encantan las motos.
Me gustan s¨ª, aunque soy algo tard¨ªo. Tuve una ¨¦poca de odio porque mi profesi¨®n lidia con las lesiones traum¨¢ticas y en las motos he visto cosas irreparables, por eso quer¨ªa apartarlas de mi vida. Pero empec¨¦ con una scooter pasados los cuarenta y mi siguiente paso fue la Harley por filosof¨ªa. Me encanta dar paseos, no me gusta la velocidad. Las veces que he tenido que decirles a unos padres que su hijo hab¨ªa muerto fue en accidentes de moto. Y eso te deja marcado, mucho. Es muy duro.
Me imagino que su padre tambi¨¦n tuvo que comunicar la muerte siendo guardia civil. ?Ten¨ªa una ligera idea de lo que era?
Comunicarlo no tanto, pero s¨ª vivirlo. Mi padre hac¨ªa un poco de todo y ten¨ªa que ir a los accidentes. Por eso ¨¦l dejaba clar¨ªsimo que en casa nada de moto.
?Alguna pasi¨®n m¨¢s?
El cine cl¨¢sico. No me gusta mucho el cine de ahora, salvo excepciones. Me encantan las pel¨ªculas en blanco y negro, le encuentro algo especial por c¨®mo son capaces de transmitir las historias s¨®lo con luces y sombras. Y me gusta el cine cl¨¢sico porque los actores transmit¨ªan historias con la mirada, que es muy dif¨ªcil de hacer. Siempre pongo el ejemplo de Casablanca, cuando Humphrey Bogart ve por primera vez a Ingrid Bergman. Las miradas que se cruzan sin decir nada cuenta la historia que les ha pasado. Me gustan directores como John Ford, Howard Hughes, Billy Wilder o muchos de serie B que hacen pel¨ªculas fant¨¢sticas. Los primeros veinte minutos de ¡®Centauros del desierto¡¯ cuentan un mont¨®n de cosas que no se dicen con palabras, son detalles que hoy no se ven.
?C¨®mo llega a la Federaci¨®n?
De una forma accidental. Un d¨ªa estoy en el hospital y tengo que operar a una persona mayor, en aquel momento me llam¨® Genaro Borr¨¢s para decirme que esa persona era familiar de alguien de la Federaci¨®n Espa?ola. Operamos a esta mujer, fue bien y esta persona, que era el secretario general de la Federaci¨®n (Gerardo Gonz¨¢lez), me llama un d¨ªa porque quer¨ªa hablar conmigo. Nos juntamos para hablar y se sab¨ªa mi vida entera. Sab¨ªa que hab¨ªa jugado al f¨²tbol, que estaba de m¨¦dico en el Pontevedra y en el Teucro de balonmano y me dice que en la Federaci¨®n estaban buscando m¨¦dicos que hayan jugado al f¨²tbol, que sepan algo de vestuarios y si me apetecer¨ªa. A m¨ª se me ponen los ojos como platos, porque era aunar mis dos pasiones, y me voy a casa con una sensaci¨®n de ser un ni?o peque?o al que le acaban de hacer un gran regalo. Pero pasaban los meses y nadie me llama. Hasta que un d¨ªa s¨ª recibo esa llamada. Me llam¨® el jefe de los servicios m¨¦dicos, el doctor Gonz¨¢lez Ruano, para explicarme que quer¨ªa hablar conmigo. Fui a Madrid, me reun¨ª con ¨¦l y me explic¨® que hab¨ªa mucha gente que quer¨ªa entrar all¨ª, pero que buscaban un perfil como el m¨ªo. Esto fue en el a?o 2000 y en 2001 empec¨¦ mi primera concentraci¨®n con una selecci¨®n sub-15. Estuve bastantes a?os con las inferiores. Al Celta llegu¨¦ en julio de 2008, despu¨¦s de haber estado en un campeonato con la Sub-20, y a finales de ese mes me llamaron para decirme que me incorporaba a la Absoluta.
?C¨®mo vivi¨® esos primeros a?os en las categor¨ªas inferiores?
Recuerdo perfectamente el primer d¨ªa que llego a una concentraci¨®n. En la habitaci¨®n me pongo el polo de la Selecci¨®n, me miro al espejo y no me lo cre¨ªa. Llam¨¦ a casa diciendo que no me lo cre¨ªa, es la sensaci¨®n de vivir un sue?o que yo no he so?ado. Ah¨ª conozco a gente fant¨¢stica como Juan Santiesteban, I?aki S¨¢ez, Gin¨¦s Mel¨¦ndez, Armando Ufarte... que me ayud¨® durante este tiempo. Fue algo duro porque yo estaba trabajando en el Hospital Quir¨®n y en las inferiores no tienes programadas las concentraciones y adem¨¢s estabas con varias selecciones. Igual me llaman hoy para decirme que en dos semanas hab¨ªa entrenamientos de la sub-15 de lunes a mi¨¦rcoles, as¨ª que yo ten¨ªa que cambiar las consultas, las guardias y los quir¨®fanos para pasarlos a s¨¢bados y domingos. Fue duro por eso, pero fue una experiencia maravillosa. Ah¨ª conoc¨ª a chavales maravillosos con los que luego coincid¨ª en la Absoluta.
Como por ejemplo, Fernando Torres.
Es mi hermano peque?o. Por cercan¨ªa desde el primer momento y porque vivimos esa fase, como me pasa con Iniesta, de estar en campeonatos de categor¨ªas inferiores cuando a¨²n ellos no eran conocidos. Nos conocemos muy bien desde hace mucho tiempo.
Antes del Mundial 2010, Torres viaja a Vigo casi a la desesperada para recuperarse de cara a Sud¨¢frica. ?C¨®mo fue aquello?
Tuvo una rotura de menisco que tuvo que reoperarse tiempo despu¨¦s y esa operaci¨®n fue con el tiempo justo para llegar al Mundial, pero no hab¨ªa otra alternativa. Despu¨¦s de la operaci¨®n, se vino a Vigo para hacer sesiones de recuperaci¨®n diarias. Pasamos por ¨¦pocas euf¨®ricas de que ¨ªbamos muy bien a ¨¦pocas en las que ve¨ªamos imposible que llegara. El esfuerzo que tuvo este chico en ese momento fue excepcional, lleg¨® por tes¨®n. En la conversaci¨®n que tuve con Del Bosque le dije que igual no estaba para jugar 90 minutos el primer partido, pero estaba recuperado. Durante el campeonato a¨²n le dio algo la lata, pero me quedo con su participaci¨®n en el gol de Iniesta.
Tiene que ser dif¨ªcil unir al coraz¨®n con la cabeza a la hora de tomar la decisi¨®n final.
Totalmente. Es muy f¨¢cil tomar decisiones cuando la mente y el coraz¨®n van en la misma direcci¨®n, pero cuando est¨¢n en direcciones contrarias es m¨¢s complicado. En este caso, tambi¨¦n valor¨¦ la personalidad de Fernando, porque ¨¦l tolera la molestia. Si fuera otro jugador le dir¨ªa que no pod¨ªa ir. Mi consejo fue medicamente objetivo.
Su primera gran cita fue el Mundial de Sud¨¢frica. Eso es entrar por la puerta grande.
Me acuerdo perfectamente del primer d¨ªa de concentraci¨®n, que fue un 24 de mayo, y dentro nadie hablaba de ganar el Mundial. Creo que todos lo pens¨¢bamos, pero nadie lo exteriorizaba. Despu¨¦s llega el varapalo de Suiza y aparece la estad¨ªstica de que ning¨²n equipo que perdi¨® el primer partido hab¨ªa ganado el Mundial. El ¨¦xito de aquel Mundial fue saber gestionar aquella derrota.
?C¨®mo influye usted en el ambiente del vestuario?
Yo he vivido vestuarios de Regional Preferente y no es demasiado diferente del de la Selecci¨®n Absoluta. Al final son chavales j¨®venes con las mismas inquietudes. La ¨²nica diferencia es que uno tiene un cochazo y el otro tiene uno m¨¢s peque?o, pero las inquietudes y las bromas son las mismas. Cualquier persona que est¨¦ en el vestuario tiene que ayudar. Yo puedo ser m¨¦dico, pero puedo ayudar al utillero a recoger el material, por ejemplo. A m¨ª siempre me gust¨® mantener un ambiente de buen humor y eso lo llev¨¦ poco a poco a la Selecci¨®n. En la Absoluta al principio me cort¨¦ un poco, pero despu¨¦s ya no.
Hasta el punto de imitar a Elvis en el vestuario.
S¨ª, lo hac¨ªa en los entrenamientos alguna vez.
En las semifinales del Mundial, quedan veinte minutos para que salga el autob¨²s y le llama Xabi Alonso.
Fue un secreto que guardamos durante muchos a?os. A veces la contaba en los congresos sin decir el nombre, porque ayuda a aprender qu¨¦ hacer y qu¨¦ no hacer en ciertos momentos. El autob¨²s sal¨ªa a las seis y media y yo me estaba poniendo el traje porque ya eran las seis y diez. Entonces, me llama Xabi Alonso y con una voz muy quebrada me dice: ¡®Doc, ven por favor a mi habitaci¨®n¡¯. Voy all¨ª, abro la puerta y veo un charco de sangre en la entrada. Voy al cuarto de ba?o y veo la mampara de la ducha toda rota en el suelo. Entro y est¨¢ Xabi con la postura del pensador, de Rodin, y con una toalla puesta encima de la rodilla toda te?ida de rojo. Sin decir nada, me la levanta y veo una herida grande, de unos 12 cent¨ªmetros, que le cog¨ªa la piel, el tejido subcut¨¢neo y le afectaba un poco al m¨²sculo del vasto interno. Me explic¨® que al salir de la ducha, se desenganch¨® la mampara, ¨¦sta rompi¨® y un trozo le guillotina la rodilla. ?l me mira y me dice: ¡®Doc, haz lo que quieras, pero tengo que jugar¡¯. Ah¨ª la cabeza me dice que no puede ser, pero est¨¢s ante un jugador que es tu amigo y que va a jugar el partido m¨¢s importante de su vida. Entonces, le vendo y le digo, no vamos a decir nada y ya veremos. Subimos al autob¨²s y me acuerdo de la tensi¨®n, que todos la ten¨ªan por el partido y la m¨ªa era por Xabi Alonso. Nos acerc¨¢bamos al estadio y yo iba pensando qu¨¦ hacer. Cuando llegamos al estadio, hab¨ªa una zona de aguas muy amplia que no us¨¢bamos, as¨ª que nos metimos all¨ª y le dije, vamos a intentarlo. Yo me plante¨¦ que si le pon¨ªa anestesia, pod¨ªa ir todo bien y no hab¨ªa riesgo para ¨¦l. Le sutur¨¦ la zona con una sutura poco est¨¦tica, pero fuerte y s¨®lo le ped¨ª que si en el calentamiento notaba algo, hab¨ªa que decir la verdad. Le puse un vendaje del color de la media y no se lo dije absolutamente a nadie porque no quer¨ªa tener c¨®mplices. En aquel partido pas¨¦ la tensi¨®n del resultado, pero sobre todo pas¨¦ la tensi¨®n por si a Xabi le pasaba algo. Al acabar me dio un abrazo y desde aquel d¨ªa me llama Doctor Sheppard, por el de ¡®Perdidos¡¯. El secreto lo mantuvimos hasta ahora. A Del Bosque se lo dije en una cena a?os despu¨¦s, pero no lo hab¨ªa comentado ni siquiera en casa.
?Ha sido el problema m¨¢s comprometido que ha tenido?
En cuanto a tener que tomar una decisi¨®n as¨ª de r¨¢pida, s¨ª. Despu¨¦s hay decisiones de jugadores que se lesionan y tienes que decidir si puede continuar o no. A veces un futbolista tiene un esguince, que no es nada grave, y el entrenador te pide que decidas en 30 segundos si puede seguir o no. Y no es f¨¢cil.
Despu¨¦s del Mundial, se lesiona Villa. Usted est¨¢ en la cirug¨ªa y es su acompa?ante d¨ªa y noche.
?l me pidi¨® que estuviera en la operaci¨®n y me qued¨¦ un par de d¨ªas, no por ser jugador de la Selecci¨®n, sino por ser amigo m¨ªo. Estuve con ¨¦l en esos peores momentos que son despu¨¦s de una operaci¨®n as¨ª. Yo siempre me llev¨¦ muy bien con todos. Intentaba hacerles ver que estaba para ayudarles en cualquier momento. En aquellas noches en el hospital con Villa actuaba de m¨¦dico y de amigo. Por suerte, fue todo bien. Lleg¨® a la Eurocopa y no fue mal.
Cuando viaj¨® a Qatar, ?ya sab¨ªa que ser¨ªa su ¨²ltimo Mundial?
No es que lo supiera, pero ten¨ªa una cierta intuici¨®n. Pese a ello, no lo viv¨ª diferente, lo viv¨ª igual que el resto.
?Estuvo en el casting para entrar en el Twich de Luis Enrique?
No. Ni se lo plante¨¦ yo, ni ¨¦l a m¨ª. La verdad es que lo hizo muy bien. Le admiro mucho como entrenador y como persona, porque tiene una cosa fundamental, que no tiene parte de atr¨¢s. Siempre va de frente en todo, cuando tiene que decirte algo, te lo dice. Para m¨ª es un entrenador excepcional, de lo mejor que he conocido en mi vida, y personalmente fant¨¢stico.
Su etapa en la Selecci¨®n acaba con una llamada de tel¨¦fono.
La gente que toma la decisi¨®n tiene la potestad de hacerlo as¨ª. Es probable que haya formas m¨¢s elegantes de hacerlo, pero no le doy importancia.
?Qu¨¦ motivos le dieron?
Ninguno.
?Despu¨¦s de tantos a?os, no se merec¨ªa una explicaci¨®n?
Yo creo que s¨ª. Los motivos que me llegan no los voy a decir porque no son oficiales, pero s¨ª puedo decir que si esos son los motivos, estoy muy orgulloso. A m¨ª no me gusta irme de la Selecci¨®n en este momento, pero los que han tomado la decisi¨®n seguro que piensan que es lo mejor. Pero repito, si los motivos para prescindir de m¨ª son los que a m¨ª me llegan del entorno, estoy muy orgulloso de que piensen eso, porque eso lo iba a seguir haciendo.
¡°Es un familiar m¨¢s¡± o ¡°el ambiente que genera en el vestuario es m¨¢s importante que los jugadores¡± son frases de futbolistas que usted ha tratado.
Una cosa que tiene el deporte es que son personas, cada uno con sus caracter¨ªsticas. Yo soy un defensor de que lo que haces en el vestuario se traslada al campo, y no s¨®lo en los buenos momentos, sino sobre todo en los malos momentos. Si en el campo est¨¢s mal y en el vestuario est¨¢s mal, es muy dif¨ªcil que salgas de ah¨ª. En todo lo que pueda ayudar para que el ambiente sea bueno, lo seguir¨¦ haciendo.
Me han dicho que le pregunte por la actuaci¨®n de los Hermanos Torrichi.
(Risas). Pues eso s¨ª que es un gran secreto. Cuando estaba en las inferiores, en las concentraciones largas hac¨ªa unos montajes de cada jugador con fotos para montar historias que yo me inventaba. Iniesta, Torres o Piqu¨¦ estaban en estas historias y gustaba mucho. En la Absoluta no lo hac¨ªa, pero un d¨ªa Busquets me pide que haga algo de esto. Entonces, montamos un espect¨¢culo que era como una entrega de premios, como si fuera la gala de los Oscar, y hab¨ªa pel¨ªculas que eran montajes de pel¨ªculas reales, pero con las caras de los jugadores, del entrenador, de directivos y de todos los que estamos all¨ª. Me dio un trabajo de la leche, pero gust¨® mucho y lo repetimos varias veces. En Qatar tuve que hacer un montaje con casi sesenta pel¨ªculas. T¨² imag¨ªnate la entrega de los ?scar y eso era lo que hac¨ªamos m¨¢s o menos. Los premios eran de guasa, al que tiene m¨¢s grasa, al m¨¢s peque?o... Era para re¨ªrnos todos de todos.
Hay otra an¨¦cdota que me han contado de usted. Un jugador joven se rompi¨® el cruzado, usted le cit¨® a una hora y ¨¦l lleg¨® puntual, pero usted lleg¨® algo tarde y todo empapado. Y a¨²n por encima le dijo que ven¨ªa de una cata de vinos...
(Risas). S¨ª, es cierto. Que conste que s¨®lo lo hago con la gente que tengo mucha confianza y para quitarle hierro al asunto. Es mi forma de ser y no la fuerzo. Una de las cosas que me pasaba en la Federaci¨®n es que yo pienso que nosotros tenemos que ser lo m¨¢s an¨®nimo posible y, claro, en la Absoluta hay 200 c¨¢maras. Cuando llegu¨¦ estaba m¨¢s pendiente de que no me cogiera una c¨¢mara y dejaba de hacer cosas que ten¨ªa que hacer para no salir en la c¨¢mara. La forma de ser de cada uno es diferente. Yo he llorado en muchos vestuarios.
?Qu¨¦ d¨ªa fue el que m¨¢s llor¨®?
Pues llor¨¦ mucho el d¨ªa que el Pontevedra logr¨® el ascenso. Llor¨¦ mucho tambi¨¦n el d¨ªa que el Celta perdi¨® el ascenso a penaltis en Granada. Llor¨¦ por motivos diferentes en la final de Sud¨¢frica. Llor¨¦ tambi¨¦n el d¨ªa que el Celta ascendi¨® a Primera, que yo estaba con la Selecci¨®n. Estaba escuchando la radio antes del partido contra China y lo que llor¨¦ aquel d¨ªa no est¨¢ escrito. Todos entraron del calentamiento y me preguntaban qu¨¦ me pasaba.
?Hasta cu¨¢ndo piensa seguir?
Pues todav¨ªa no me lo he planteado, pero espero que Dios me d¨¦ la sabidur¨ªa o la madurez suficiente para saber cu¨¢ndo tengo que dejarlo.
?El f¨²tbol y la medicina le han quitado mucho tiempo de la familia?
S¨ª, es inevitable. Hay ciertas profesiones en las que la familia tiene que entender la profesi¨®n de uno y la m¨ªa la ha entendido. Ahora tengo un hijo estudiando Medicina y desde el primer d¨ªa le he dicho que escog¨ªa la profesi¨®n m¨¢s maravillosa del mundo, desde el punto de vista de poder ayudar a la gente, con sus partes malas cuando no eres capaz de ayudar a la gente y la deuda de tiempo que vas a tener para muchas cosas