Cuando ganar un Mundial era clasificarse
Espa?a se jugar赤a en Belgrado el pase a la Copa del Mundo de Argentina 78. Hac赤a 12 a?os que la Selecci車n no se clasificaba.
Tras llegar de la escuela a la carrera y sin apenas pisar las aceras, encend赤 el viejo televisor de v芍lvulas Philips situado en el aparador del comedor. Me sent谷 ante 谷l mientras llegaba la imagen e instintivamente junt谷 las palmas de las manos en un gesto orante que casi hab赤a olvidado.
-Ay, ahora s赤 que rezas- me solt車 mi abuela Nina mientras pelaba patatas en la cocina.
Efectivamente. Sin darme cuenta me hab赤a puesto a rezar todo lo que sab赤a aquel 30 de noviembre de 1977. A la una y media de la tarde Espa?a se jugar赤a en Belgrado el pase al Mundial de Argentina 78. Desde entonces no hemos faltado a una cita mundialista y lo damos ya como algo rutinario, pero las generaciones m芍s j車venes no deber赤an olvidar lo que entonces supon赤a una clasificaci車n. Hac赤a ya 12 a?os que no 赤bamos a un Mundial. El 迆ltimo hab赤a sido el de Inglaterra 66, aquella temporada en la que el Pontevedra fue l赤der en Primera Divisi車n, que ya s谷 que no viene al caso pero me gusta recordarlo. Quiz芍s a modo de homenaje, la selecci車n, que entonces era campeona de Europa, hab赤a jugado un partido de preparaci車n por primera vez en Pasar車n y se hab赤a concentrado en Galicia para aclimatarse. Se pensaba que el verano galaico era lo m芍s parecido al verano brit芍nico. No funcion車 el invento. Quedamos eliminados en la primera ronda.
As赤 que mientras la pantalla del televisor se encend赤a (cerca de un minuto tardaba en hacerlo, algo que tampoco entrar赤a en la cabeza de las nuevas generaciones) me puse a invocar a todo el santoral. El contexto lo explica todo. El primer Mundial que por edad pude ver, con ocho a?itos, fue el de Alemania 74, aquel en el que todos quisimos ser holandeses. Para esa cita tambi谷n Yugoslavia se nos cruz車 en un triangular clasificatorio que completaba Grecia. El 迆ltimo partido del grupo fue precisamente un Grecia-Yugoslavia jugado en Atenas tambi谷n al medio d赤a, por eso de que no todos los campos ten赤an entonces torres de iluminaci車n. O ser赤a para ahorrar kilovatios, que en Grecia ya barruntaban lo que se ven赤a encima. Lo cierto es que Espa?a se clasificar赤a si los balc芍nicos no ganaban por m芍s de dos goles. En la 迆ltima jugada, tras un c車rner, marc車 Yugoslavia el 2-4 y nos fuimos al desempate de Frankfurt.
Horas y horas pasamos en las v赤speras hablando solo de ese partido en el descampado del colegio. Hasta las pachangas dejaron paso a las tertulias con los alumnos de cursos superiores, que nos transmit赤an una fe ciega en Kubala. El sorteo hab赤a deparado que el m赤tico vencedor del M谷xico 70, Brasil, inaugurase el Mundial con el ganador del Espa?a-Yugoslavia. Entonces era tradici車n que el campe車n empezase defendiendo el t赤tulo, otra de esas liturgias que ha traicionado este f迆tbol moderno de dorsales her谷ticos y botas de colorines.
Esos d赤as, los chicles Dunkin hab赤an empezado una patri車tica campa?a publicitaria adoptando el apellido del seleccionador: ※Con Dunkin Kubala, al mundial de Alemania§. Pero lo cierto es que un central yugoslavo, Katalinski, bati車 a los trece minutos la porter赤a de Iribar y deshizo nuestras tiernas ilusiones. En el descanso, otro anuncio atronaba: ※?Quiere saber c車mo quedar芍 el Espa?a-Yugoslavia? L谷alo en Barrab芍s, la revista sat赤rica del deporte§. No hizo falta ir a comprarlo para saber que seguir赤a sin ver a Espa?a en un Mundial.
As赤 que la historia nos hizo un gui?o para medirnos de nuevo a Yugoslavia en la clasificaci車n para Argentina 78, y por eso rec谷 todo lo que me hab赤an ense?ado las monjas mientras conectaban con el peque?o Maracan芍 de Belgrado. Nos val赤a hasta perder por un gol de diferencia y quiz芍s por eso nos dieron con un garrote desde el saque de centro, pero aguantamos el tipo como pudimos. En la segunda parte llegar赤a el pase de Juanito a Carde?osa, su centro apurando la l赤nea de fondo y el remate imposible de Rub谷n Cano con la espinilla para cerrar el partido. Siguieron cayendo hostias y hasta un botellazo sobre la cabeza de Juanito hasta que el 芍rbitro pit車 el final, pero esta vez estar赤amos en la gran cita y nos medir赤amos a Brasil. Ah赤 Carde?osa no estuvo tan fino, pero esa es otra historia.
De todos los partidos que en la historia ha habido, ni el de la final de Sud芍frica y el gol de Iniesta para darnos la gloria nunca so?ada me pone tan en tensi車n como solo el hecho de recordar aquel Yugoslavia-Espa?a que se cumplen 45 a?os. Los m芍s j車venes, a los que est芍 dedicado este art赤culo, pueden verlo entero en Youtube. Yo desde luego es lo que har谷 con mis hijos esta tarde. Previamente anular谷 en el mando a distancia la versi車n en color del televisor. Hay partidos que deber赤a ser obligatorio ver en blanco y negro.