Una pizarra en constante ebullici¨®n
La alternancia de modelos en las ¨²ltimas jornadas y la ausencia de resultados genera debate en el Legan¨¦s. En Valencia Borja admiti¨® que se equivoc¨® de partida. Los fichajes enriquecen.
El Legan¨¦s no termina de tener definido un dibujo como esquema b¨¢sico de partida. Y eso, en parte, es buena noticia. Borja Jim¨¦nez ha permitido hacer de la variedad una de sus se?as de identidad. Una virtud que los rivales ensalzan no s¨®lo por no poder prepararse para c¨®mo inicia el l¨ªder los partidos, sino porque muta durante los encuentros. Pero esa virtud no ha terminado de cristalizar en las ¨²ltimas jornadas en las que los pepineros han hecho de esa indecisi¨®n de pizarra, m¨¢s debilidad que fortaleza.
Ante Oviedo, Valladolid y Levante (dos empates, una derrota) el esquema de la retaguardia, que es lo que modifica sustancialmente el dibujo, fue diferente aunque los nombres, casi id¨¦nticos. En El Tartiere Borja Jim¨¦nez despleg¨® un 5-3-2 que en Butarque mut¨® a 4-4-2 y en Orriols, de nuevo a 5-3-2. Todo con la banda derecha como eje de modificaciones. Si en Oviedo y Valencia el Legan¨¦s atac¨® por ese lado con carrileros y un tercer central de apoyo, frente al Valladolid fue Arambarri el que ejerci¨® de lateral para adelantar la posici¨®n de Miram¨®n. F¨®rmulas que, salvo en Oviedo, no terminaron de cuajar.
Dibujos similares, diferentes versiones
Porque en el Principado, fue el Legan¨¦s la versi¨®n habitual de equipo casi intocable atr¨¢s que, con repliegue y sacrificio, sabe sufrir en defensa. Una f¨®rmula que ya se pudo ver en Eibar, Barcelona o Cartagena. Aquellos partidos se mataron a la contra. Frente al Oviedo falt¨® ese punto de acierto, pero el despliegue fue bueno. Ocurre que ante Valladolid y Levante la cosa fue diferente. Contra los primeros el Legan¨¦s pec¨® de falta de punch para ir a buscar a un rival al que s¨®lo tuvieron cerca en los ¨²ltimos minutos, cuando precisamente se agit¨® la pizarra para ser m¨¢s ambiciosos. En Levante, el Legan¨¦s sufri¨® con el esquema de partida, como reconoci¨® el propio Borja en sala de prensa.
¡°Probablemente me he equivocado en el planteamiento inicial, porque no est¨¢bamos nada c¨®modos. No pod¨ªamos defender a Oriol por dentro. La altura de Carlos y Lozano nos generaba problemas. No hemos podido corregirlo hasta el descanso¡±, analizaba el preparador. El t¨¦cnico cambi¨® a Arambarri para dar entrada a Darko Brasanac. Miram¨®n retras¨® su posici¨®n al puesto de lateral y desde entonces el Legan¨¦s cuaj¨® un centro del campo potente que le permiti¨® tener el control del partido.
Precisamente la presencia de los jugadores recuperados y los fichajes (como Brasanac) a?aden m¨¢s variedades y tambi¨¦n debate a una alineaci¨®n que a lo largo de la temporada ha ido pivotando entre la defensa de cinco y la defensa de cuatro sin distinguir mucho un uso de local o visitante, sino atendiendo m¨¢s a las circunstancias del rival y el momento de forma blanquiazul.
M¨¢s recursos, m¨¢s variantes
Con la entrada de Juan Cruz o el mismo Brasanac, el Legan¨¦s ahora tiene opciones para a?adir nuevos formatos. Desde el uso de extremos puros con un delantero centro para rematar, hasta la incursi¨®n de cuatro centrocampistas de corte constructivo (ya se jug¨® as¨ª ante Alcorc¨®n y Andorra a inicios de temporada). Mecanismos que quedan en manos de lo que decida un Borja Jim¨¦nez que, ante el Alcorc¨®n, podr¨ªa retornar a mecanismos m¨¢s ofensivos visto que el rival, crecido, es conjunto m¨¢s de mantener actitudes defensivas que ofensivas. Un nuevo reto para una pizarra en constante ebulluci¨®n.