LAS PALMAS
Un equipo con modales
Las Palmas llega a Primera siendo el equipo que menos faltas comete, el segundo que m¨¢s recibe y con el mayor super¨¢vit de minutos en superioridad.
Si fuera persona aguantar¨ªa la puerta para que la vecina del 14 le diera tiempo a salir, si fuera perro esperar¨ªa a desalojar su tripa cuando su due?o tuviera la bolsa en la mano, si fuera robo pedir¨ªa perd¨®n tras el hurto con una elegante sonrisa y si fuera verbo ser¨ªa saber. Sin embargo, es un equipo de f¨²tbol y a pesar de ello en su naturaleza est¨¢n los modales.
El nuevo de clase de Primera, que se estrena esta pr¨®xima temporada ante el Mallorca, trae en su curr¨ªculum que, con 467, fue el equipo al que menos infracciones le se?alaron los ¨¢rbitros la pasada campa?a, 162 menos que el que el Alav¨¦s, el l¨ªder en faltas. Parad¨®jicamente ambos subieron.
Ese car¨¢cter en la comisi¨®n se refleja inversamente en la recepci¨®n, ya que se trat¨® del segundo, tras el Racing de Santander, que m¨¢s faltas le se?alaron a favor. 617. Es decir, tuvo un diferencial de 150 entre las sufridas y las cometidas, 3,5 por partidos. El que menos de la categor¨ªa fue el Zaragoza a algo m¨¢s 200 que los amarillos.
Al restar el tiempo efectivo reglamentario que disputaron sus futbolistas tenemos que Las Palmas estuvo en superioridad 394 minutos, los segundos de la categor¨ªa y fue el quinto que menos tiempo estuvo en inferioridad, 91 minutos.
La resta de ambos conceptos, tiempo en superioridad num¨¦rica vs inferioridad, da como resultado que Las Palmas cosech¨® un super¨¢vit de 303 minutos, es decir, lo que consumen tres partidos, los que m¨¢s de segunda. Si le damos la vuelta a la tabla, el M¨¢laga tuvo un d¨¦ficit de tres encuentros.
As¨ª pues, llega a Primera un equipo acostumbrado a recibir faltas y a cometer pocas y de forma m¨¢s quir¨²rgica. Y es que los de Garc¨ªa Pimienta practican la t¨¢ctica imperialista victoriana de robar o cometer infracciones lejos de casa, para ayudar a controlar lo que pasa en tuya. En definitiva, ser buen encajador y educado golpeador.