Pezzolano se queda seco
Los seis partidos sin marcar de los ¨²ltimos siete ponen en tela de juicio de las aspiraciones del Real Valladolid, incluso con las reformas de enero.

Si la afici¨®n del Real Valladolid dictara sentencia, Paulo Pezzolano ya llevar¨ªa varias condenatorias a sus espaldas. La ¨²ltima, con otro atronador ¡°Pezzolano, dimisi¨®n¡± despu¨¦s del empate ante el Albacete, escas¨ªsimo por el punto y por las intenciones que mostraron los blanquivioletas, tan insuficientes que el primer disparo a puerta lleg¨® en el minuto 90... 187 despu¨¦s del anterior. Como antes el Legan¨¦s, el conjunto de Rub¨¦n Alb¨¦s realiz¨® un planteamiento defensivo perfecto, con un a?adido, y es que en alguno de los tiros que s¨ª gener¨® pudo llevarse los tres puntos de Zorrilla.
De los tres que realizaron los manchegos, dos, detenidos por Masip, pudieron considerarse ocasiones; no as¨ª los dos hechos por un equipo romo en ataque, seco e incapaz de ver porter¨ªa en seis de sus ¨²ltimos siete partidos, un hecho dif¨ªcil de ver en un aspirante al ascenso a Primera Divisi¨®n... y casi en cualquiera. No en vano, esta sequ¨ªa goleadora solamente encuentra parang¨®n en uno de los 21 rivales de los blanquivioletas, el colista Amorebieta, que solo marc¨® un gol entre las fechas 8 y 14.
Sin embargo, pretendiendo relativizar y restar hierro a esta circunstancia, Pezzolano justific¨® en rueda de prensa los medios si se consigue el fin; asever¨® que, si se asciende, s¨ª se podr¨¢ haber permitido vivir algo as¨ª e insisti¨® en el trabajo, vocablo tan lleno de contenido internamente como vac¨ªo de cara al exterior por lo difuso del mensaje y por ser eso, el trabajo, lo m¨ªnimo exigible a cualquier profesional en su puesto. ¡°Obviamente, nos est¨¢ faltando el gol¡±, concedi¨® el t¨¦cnico, que rese?¨® que hab¨ªan tenido ¡°muchos remates, aunque no fueron claros¡±, y concedi¨® valor -por otra parte, l¨®gico- a su rival: ¡°Nos falt¨® claridad, pero creo que fue m¨¢s virtud suya¡±.
Modificando sus conductas habituales por exigencias del guion, tanto por la entidad del escenario como por su racha reciente, el Albacete opt¨® por cerrar espacios con una l¨ªnea de cinco mucho m¨¢s definida de lo habitual, pero sin perder un ¨¢nimo ofensivo que, llegado cierto punto del encuentro, amenaz¨® con echar por tierra lo poco que de por s¨ª hab¨ªa conseguido el Real Valladolid, que manej¨® la posesi¨®n por encima de un 70% del tiempo durante todo el juego para, sin embargo, no llegar a asustar a Bernab¨¦, quien, al contrario que Masip, no tuvo que intervenir hasta tarde.
En un determinado momento, cuando los gritos de ¡°Pezzolano, dimisi¨®n¡± empezaron a arreciar por primera vez, el t¨¦cnico par¨® el cambio previsto, la entrada de Biuk, para hacer debutar a Negredo y acompa?arlo de Ra¨²l Moro, quienes respondieron con voluntad y siendo, precisamente, los ¨²nicos que dispararon entre los tres palos. M¨¢s tarde, el croata hizo su estreno tambi¨¦n y dej¨® retazos de lo que puede ser, aunque quiz¨¢s todos ellos tuvieron poco tiempo para lo que pod¨ªa reclamar el partido y pocas opciones para lo que debe ofrecer un aspirante al ascenso a Primera.
No en vano, el problema experimentado ante los manchegos no ha sido exclusivo de la noche de lunes; al contrario, el Real Valladolid ha sido plano en m¨²ltiples ocasiones, adoleciendo de ritmo a la hora de triangular y de capacidad de realizar acciones diferenciales en las inmediaciones del ¨¢rea, m¨¢s all¨¢ de la que s¨ª ha mostrado para imponerse desde un plan m¨¢s visceral que cerebral, que pasaba por imponerse al rival desde lo f¨ªsico y a trav¨¦s de una verticalidad extra?a, existente a pesar de la falta de amplitud por el lado izquierdo y de que no siempre el derecho es profundo. Pezzolano, en este sentido, dijo buscar soluciones. La primera, sorprendi¨®. ¡°Escudero cuando se mete por dentro lo hace muy bien y tiene buen pie, por eso lo buscamos mucho¡±, explic¨® respecto a la evidente falta de calidad por dentro.