Mejor, con tres puntos, pero todav¨ªa no es suficiente
La importancia, simb¨®lica y real, del triunfo del Racing ante el Sporting no puede tapar las lagunas de un equipo todav¨ªa en construcci¨®n

Pensar, y sobre todo decir, que el Racing tuvo de su lado la fortuna para sacar la victoria de El Molin¨®n les parece a algunos racinguistas un delito nefando. Y no, es exactamente igual que escribir que el Racing no mereci¨® perder ante el Villarreal B o que el triunfo del Oviedo fue un regalo del ciudadano que estaba en el VAR aquella tarde. Para leer el marcador ya est¨¢ el acta arbitral. Se supone que los medios de comunicaci¨®n debemos aportar algo m¨¢s al debate. Y, s¨ª, creo que lo mismo que gan¨® el Racing, el Sporting pudo, pese a su despelote defensivo, haber puntuado. Eso no quiere decir que los de Romo no hayan mejorado. Y Romo mismo. La defensa de cuatro centrales, bien amarradita a la frontal de su propia ¨¢rea, le dio m¨¢s de lo que buscaba (ya que no pretend¨ªa que le dieran nada de nada en ataque y Mantilla aport¨® una asistencia fant¨¢stica), acert¨® retrasando a Juergen, que se sacrific¨® tambi¨¦n en defensa, y metiendo a Pombo en la mediapunta. M¨¢s por lo que se adivina que podr¨¢ hacer ah¨ª, que por lo que hizo, falto de la chispa que dan los partidos. Y poniendo a Parera. Y a ??igo. Y a Camus, aunque fuera un ratuco.
?Solo juega bien de suplente?
Alguno de los oyentes que tienen la amabilidad de compartir sus reflexiones sobre los partidos del Racing en 'SER Deportivos Cantabria' me hacían ver hoy, ante mi completa incapacidad para entender la suplencia de Camus, que Marco juega mejor cuando sale al partido desde el banquillo a falta de media hora que cuando lo hace de inicio. Será. También el año pasado hubo quién sostenía que dado que Pablo Torre llegaba cansado al final de los partidos lo mejor era que entrara al campo en el 60', para coger a los rivales cansados. No lo compro. Ninguna de las dos cosas. Camus está ahora mismo para ser indiscutible en el extremo IZ-QUIER-DO. Que le pregunten a Guille Rosas, el lateral del Sporting. O a Abelardo, que pone a Dani Queipo, ¿qué no haría si tuviera a Marco? Para mí, ahora mismo, no sé dentro de un mes, o de dos, su suplencia es aberrante.
Goles a la carrera
Los dos primeros tantos del Racing en esta temporada han llegado al espr¨ªn. Pase a 75 metros de la porter¨ªa rival, perfecto el de Mantilla, bueno el de ??igo, y carrera desbocada de Sekou Gassama y de Matheus Ai¨¢s. Aunque el paulista tuvo otra ocasi¨®n casi calcada, que marr¨® ante Mari?o, no parece previsible que este tipo de acciones se vayan a repetir con frecuencia ante una defensa con cara y ojos (salvo en instantes finales con rival atacando a la desesperada), pero no cabe otra cosa que felicitar a los dos delanteros por lo bien que resolvieron. Y al equipo por ello, porque tal y como coment¨® Romo tras el partido, siempre es bueno que tus delanteros mojen. Se creen mejores y en una competici¨®n como LaLiga Smartbank, tan larga y tan igualada, eso puede marcar diferencias. De todos modos, por si el resto de los equipos no tiran el fuera de juego alab¨ª, alab¨¢, no estar¨ªa de m¨¢s llegar de vez en cuando al ¨¢rea rival trenzando una jugada de vez en cuando. O sacando un bal¨®n parado como Dios manda.
A Pol le va el cuerpo a cuerpo
Aunque acabó el partido magullado, con el pómulo izquierdo marcado como si hubiera hecho guantes con Sergio García 'El Niño', Pol Moreno tuvo en El Molinón un partido de los que le gustan. Y dónde se ve su mejor versión. Aunque Djuka es uno de los mejores delanteros de la categoría, 53 goles en las cuatro últimas temporadas, es de los que está en el área, de los que se faja con los centrales, que pega tanto como recibe. Y esos son los que le van a Pol. Mejor un paso para adelante que cuatro para atrás. Mejor recibir un codazo (o darle) que perseguir sombras. Lo que va del partido de Gijón al de Tenerife. Lo que no van a conseguir los Djukas de esta liga es que Pol Moreno retire la mirada. Se la aguanta incluso al entrenador, algo que no todos hacen en un vestuario, que cuando oye algo que no le cuadra no duda en decirlo en voz alta.