Luis Garc¨ªa da forma a ¡®su¡¯ Espanyol
Sin las urgencias deportivas, con una plantilla m¨¢s amplia y con dos semanas de trabajo, el equipo perico mostr¨® ante el C¨¢diz las primeras ideas del entrenador blanquiazul.
Del estreno de Luis Garc¨ªa como entrenador del Espanyol ante el Athletic Club el 8 de abril al tr¨¢gico e injusto partido de Mestalla el d¨ªa 28 de mayo, el conjunto blanquiazul mut¨®. Las urgencias deportivas que finalmente costaron el descenso provocaron que las ideas iniciales del t¨¦cnico asturiano, que en su presentaci¨®n declar¨® que ¡°si renunciase a mi principio futbol¨ªstico, me traicionar¨ªa y no soy as¨ª¡±, no se pudieran desarrollar y tuviera que ir cambiando sobre la marcha, con una mejora en el juego pero con una sangr¨ªa en defensa. Ahora, con la pretemporada por delante, con una plantilla con m¨¢s recursos (por la vuelta de los cedidos) y sin urgencias, ante el C¨¢diz ya se pudo comprobar el esqueleto y el cerebro de un Espanyol que mostr¨® sus posibilidades y, al mismo tiempo, debilidades. Aspectos puntuales en medio de un proceso de reconfiguraci¨®n de la plantilla.
La vuelta de los extremos
Sin jugadores espec¨ªficos la temporada anterior, ¨²nicamente con Jos¨¦ Carlos Lazo como especialista, el Espanyol que confeccion¨® Domingo Catoira no contaba con extremos. A las primeras de cambio, Luis Garc¨ªa ya los aline¨® en su sistema de juego 4-3-2-1 (y en ocasiones 4-4-2 en fase defensiva o en la segunda mitad). Jofre Carreras y Lazo son jugadores acostumbrados a abrir el campo, como se pudo ver en la salida de bal¨®n del Espanyol, siempre pegados a la cal y amenazando con sus conducciones y regates ya sea por fuera o por dentro. Parece que las soluciones imaginativas como las de colocar a Javi Puado o Martin Braithwaite, parches el curso anterior, no son la prioridad del t¨¦cnico asturiano, que le da valor al desborde y a la especificidad en esa zona.
El riesgo y la oportunidad de la salida de bal¨®n
Con un f¨²tbol muy acad¨¦mico, el Espanyol intent¨® sacar el bal¨®n jugado desde el saque de meta. Centrales abiertos, laterales profundos, con Pol Lozano en la primera mitad buscando los espacios libres y con Joan Garcia arriesgando desde la meta. Le cost¨® m¨¢s de un susto al equipo perico. De hecho, en los minutos cuatro, 12 y 18, el C¨¢diz recuper¨® cerca de meta y finaliz¨® sin acierto. Por otro lado, tambi¨¦n cont¨® con sus fortalezas. Cuando los blanquiazules eran capaces de conectar por dentro y de superar esa primera l¨ªnea de presi¨®n, llegaban con facilidad al ¨¢rea rival. Si al Espanyol le cost¨® la primera parte de la ecuaci¨®n, con ?scar Gil o Leandro Cabrera presentando m¨¢s dificultades, en cambio encontr¨® luz cuando Javi Hern¨¢ndez, Darder o Nico Melamed en el segundo tiempo recibieron entre l¨ªneas.
Tres por dentro, dos jugones
Tres jugadores coparon el mediocampo blanquiazul. Un futbolista m¨¢s posicional, como lo fue durante el encuentro Pol Lozano, Gori o Keidi Bare, y dos futbolistas con mayor despliegue f¨ªsico y con mejor pie. En la primera mitad fueron Sergi Darder y Javi Hern¨¢ndez, que se entiendieron a las mil maravillas y le dieron velocidad al juego, como Nico Melamed o Edu Exp¨®sito posteriormente. La manera de jugar de este Espanyol premia el talento con bal¨®n, a los jugadores con buena t¨¦cnica, capaces de perfilarse bien y ser profundos: Hern¨¢ndez, de 19 a?os, dio una asistencia de gol a Dimata y se movi¨® como pez en el agua en esas posiciones de tres cuartos. Por contra, el Espanyol no recuper¨® excesivos balones en campo rival ni en ocasiones logr¨® frenar los ataques gaditanos como si hizo el C¨¢diz con, en ocasiones, excesiva agresividad.
La quinta fase del juego y los detalles
M¨¢s all¨¢ de los aspectos m¨¢s propios del juego, en los que en resumidas cuentas el Espanyol mostr¨® una idea atractiva, ofensiva, de buen trato de bal¨®n en la que a nivel de ocasiones estuvo pareja ante el C¨¢diz porque a los blanquiazules les falt¨® m¨¢s seguridad en fase defensiva, el partido se resolvi¨® por 1-0, con gol de saque de esquina. La llamada quinta fase del juego no fue el mejor amigo de los pericos el curso anterior, d¨¦bil el Espanyol a bal¨®n parado, falto de concentraci¨®n. Sin C¨¦sar Montes, un seguro que no tiene asegurado el futuro, el C¨¢diz cre¨® mucho peligro en esas acciones y ya Fali estuvo a punto de marcar en la primera mitad, parte en la que Calero, Dimata y Cabrera fueron los jugadores m¨¢s seguros en el juego a¨¦reo.