Las Palmas viaja con todo el grupo para evitar posibles problemas legales
Pese a que M?R anunci¨® que los descartes se quedaban en tierra, propietario y club se desdicen ante de irse a Marbella. Kirian, con Covid, ¨²nica ausencia.
Tras 10 d¨ªas entrenando en la Ciudad Deportiva, la primera plantilla de Las Palmas emprendi¨® este mediod¨ªa su viaja hasta el aeropuerto de M¨¢laga, parada previa antes de echar ra¨ªces en Marbella, donde el equipo estar¨¢ concentrado hasta el 30 de julio. Kirian Rodr¨ªguez, ausente a causa del Covid, ser¨¢ finalmente el ¨²nico ausente.
Ocurre que, la semana pasada, Miguel ?ngel Ram¨ªrez, presidente y m¨¢ximo accionista de Las Palmas, proclam¨® de manera solemne, en la radio oficial del club, que habr¨ªa una sonora criba antes del desplazamiento hasta la Costa del Sol. ¡°Anunciaremos una convocatoria de jugadores en la que no estar¨¢n los futbolistas que no cuentan, que ya ellos mismos lo saben, y se quedar¨¢n entrenando en Gran Canaria mientras buscan una salida¡±, manifestaba el ejecutivo a modo de medida de presi¨®n para dichos futbolistas
Finalmente se desplazar¨¢ la plantilla al completo, m¨¢s los meritorios de la cantera, incluidos los futbolistas que no cuentan (Pinchi, Veiga, Maikel Mesa o Ferigra). Sea como fuere, llevarse a todo el grupo a Marbella le evita problemas mayores a Las Palmas, que van mucho m¨¢s all¨¢ de la mera salud del grupo de trabajo que Garc¨ªa Pimienta tiene a su disposici¨®n.
Legalmente, Las Palmas est¨¢ en su derecho de dejarse atr¨¢s, de cara a la concentraci¨®n de Marbella, a quienes considere oportunos. Sin embargo, la l¨ªnea con lo no permitido es tan fina que, probablemente, no le conviene asumir el riesgo. ¡°El club puede hacerlo si esta situaci¨®n no va m¨¢s all¨¢¡±, asegura Pere Vidal, abogado laboralista en materia deportiva y colaborador de Iusport, en Diario AS. As¨ª, a la Uni¨®n Deportiva Las Palmas le sobrar¨ªan los problemas si reincidiera en sus medidas de presi¨®n: ¡°Dejar a estos jugadores sin ir a Marbella tiene que estar basado solo en criterios deportivos y no debe pasar de ah¨ª. Si esta ¡®presi¨®n¡¯ se reiterara, por ejemplo, con declaraciones en contra de los jugadores se podr¨ªa llegar a una conducta cercana al acoso e, incluso, a consideraci¨®n de falta de ocupaci¨®n efectiva¡±.
As¨ª, en caso de que la Uni¨®n Deportiva no consiguiera un destino mejor para estos futbolistas, no le quedar¨¢ m¨¢s remedio que otorgarles las mismas condiciones laborales que al resto de futbolistas. Lo que viene siendo facilitarles esa ¡°ocupaci¨®n efectiva¡±: licencia federativa (¡°lo contrario supone impedirles jur¨ªdicamente ejercer su profesi¨®n con normalidad¡±) y participar en los entrenamientos, ¡°aunque por decisi¨®n t¨¦cnica puedan entrenar separados temporalmente del resto del equipo¡±. As¨ª hubiera sucedido, por ejemplo, con su ausencia en Marbella.
Si Las Palmas hubiera llevado a cabo esta separaci¨®n por grupos de trabajo, que tambi¨¦n pudiera implementar m¨¢s adelante, esta ¡°debe ser temporal, por motivos ¨²nicamente deportivos y siempre que sus integrantes tengan instalaciones adecuadas para garantizar unas buenas condiciones de entrenamiento¡±, insiste Vidal.
Pueden estar por tanto apartados los futbolistas que Las Palmas considere, ¡°solo temporalmente y por motivos estrictamente deportivos¡±, pero el limbo legal est¨¢ en la ¡°igualdad de condiciones¡± al haberse quedado, en este caso, fuera del viaje de pretemporada. Viajar con todo el equipo, salvo Kirian, evita cualquier suspicacia o media de presi¨®n en la que pudo haber incurrido Ram¨ªrez por mucho que ese reducido grupo se quedara entrenando en la Ciudad Deportiva.
En cualquier caso, ni antes, ni de momento ahora, ha cruzado Las Palmas la l¨ªnea roja, mas cerca se ha quedado. Por esto, todos a Marbella. Aqu¨ª paz y despu¨¦s, gloria. ¡°Una cosa es apartar temporalmente del primer equipo a los jugadores considerados ¡°transferibles, nunca priv¨¢ndoles del entrenamiento en igualdad de condiciones ni de su licencia federativa y otra, imputar p¨²blicamente incumplimientos laborales graves y culpables (por ejemplo: disminuci¨®n del rendimiento); es decir, desacreditando p¨²blicamente al jugador y, por ende, vulnerando su derecho al honor¡±, concluye Vidal.