La paciencia recompensada
La tranquilidad y estabilidad con las que el Racing y el racinguismo han soportado un inicio permanentemente en puestos de descenso empieza a dar frutos


¡®El alargue¡¯ de la semana pasada arrancaba diciendo que ¡®Debe ser reconfortante para los jugadores y t¨¦cnicos del Racing ver la placidez con la que vive su entorno el arranque de la competici¨®n pese a que los n¨²meros son descorazonadores. Desconcertantes. Terribles¡¯. Bueno, pues esa calma chicha en medio de la tormenta de resultados parece que tiene premio. El Racing sigue en puestos de descenso, es verdad, pero firm¨® ayer en Valencia su mejor partido de la temporada y trasmite, pese a una falta de gol evidente, la sensaci¨®n de confianza en sus posibilidades y de que tiene un plan. Puede que no guste, por que es muy defensivo y tiene muy poco el bal¨®n, y eso no se lleva, pero lo tiene. A veces, tener muchos planes, en el f¨²tbol acaba traduci¨¦ndose en que no tienes ninguno. Salvo a superdotados como los que tiene el Madrid, por ejemplo, que son capaces de jugar a cualquier cosa y ganar, los futbolistas terrenales (y los del Racing y todos los dem¨¢s de Segunda los son) necesitan un guion muy clarito: esto somos y as¨ª jugamos. Y eso a Romo no se le puede discutir. Conf¨ªa en los que conf¨ªa y no da bandazos. Y hay que decirlo cuando sale mal y tambi¨¦n, como ayer, cuando sale bien.
Lleg¨® el comandante y mand¨® parar
Uno de los pocos cambios que ha hecho el míster desde que empezó la temporada, con la llegada de Pombo, fue retrasar a Juergen Elitim al doble pivote y cargarse a Fausto Tienza. A mí, la verdad, me sorprendió porque el extremeño es uno de sus pretorianos. Uno como Satrústegui, al que sabe que solo le puede pedir una cosa, pero que eso se lo da siempre. No le falla. Bueno, pues Pombo es imprescindible por su calidad, Juergen ha crecido, se faja en defensa mucho más de lo previsible, y Tienza no se ha desenganchado. Ayer Fausto fue más Tienza que nunca. Salió al campo y mandó parar. Como Fidel Castro en la canción de Carlos Puebla (Se acabó la diversión / llegó el comandante / y mandó parar). Desde que el de Talavera La Real entró al campo no se jugó más. Tres veces cayó fulminado al campo, sus gritos se oyeron desde Santander, y dio al equipo, ganando y con uno menos en el campo, lo que en ese momento necesitaba. Ya sé que no es bonito decirlo, pero es la verdad. Lo que hace Tienza no es fútbol bonito, pero es fútbol. Y no hablemos de lo de no dejar protestar a Íñigo: lleva la cuenta de las tarjetas de los demás. Además de las suyas, que ya lleva tres.

Le da para m¨¢s
Jordi Mboula siempre me deja la sensaci¨®n en los partidos de que va con el freno de mano echado. Que si se desmelenara (en lo metaf¨®rico, que un entrenamiento ya le vimos sin las trenzas e impresiona, es como el Rey le¨®n), ser¨ªa un arma letal. Ayer fue el autor del pase que acab¨® en la red por un autogol de Rub¨¦n Vezo, aunque doy m¨¢s m¨¦rito a lo bien que temporiza la contra Jorge Pombo, y esa es su mejor virtud: centra muy bien. Cada vez que la pone en el ¨¢rea, la pelota va tensa, con sentido y es francamente rematable, como en pase de la muerte que le puso a Matheus en la primera mitad. Sin embargo, parece un jugador con potencial para atacar m¨¢s al espacio y no esperarla siempre al pie o para cargar el segundo palo cuando la jugada llega desde el lado de ??igo Vicente. En fin, supongo que hiciera todo eso que me parece que puede hacer, estar¨ªa todav¨ªa en Mallorca. En cualquier caso, su actitud es impecable, como la de sus compa?eros en general, y mientras las piernas le dan intenta ayudar tambi¨¦n a su lateral (sea el que sea cada d¨ªa).
Dos rojas, dos centrocampistas menos
La expulsión de Aritz Aldasoro, a mi modo de ver difícilmente discutible, y la de Juergen, discutible por parte del árbitro, absurda por la del colombiano y bastante excepcional, deja a Romo con solo dos centrocampistas para el duelo con el Zaragoza del miércoles, Íñigo Saínz-Maza y Tienza. Y dos son dos. Ni de lejos veo polivalencia suficiente en el resto de la plantilla como para que ninguno de los otros pueda jugar en el doble pivote. Ni en los centrales ni en los de la línea de tres cuartos. Acaso Arturo, que Romo le ve para casi todo y que en el Fuenlabrada jugó ocasionalmente ahí... En cualquier caso, salvo lesión o sanción, tanto el de Ampuero como el talaverano son de los que aguantan los 90'. Lo de Juergen, que no se me olvide. La mayoría de los árbitros hubieran mirado para otro lado, pero él mete la pata gravemente. Es mentira, porque se ve en infinidad de videos, que aplaudiera a los racinguistas. Al revés, empieza a aplaudir a los del Levante que le insultan y le hacen gestos obscenos (que no deben hacer). Aparentemente va serio, tranquilo, dueño de sus actos..., pero ahora ya sabe que eso solo podía acabar mal o muy mal. Bien que haya pedido perdón. Que tome nota.
