La crisis del Legan¨¦s busca l¨ªderes
La descapitalizaci¨®n de capitanes en el vestuario ha dejado un vac¨ªo que no ha cubierto el brazalete mancomunado actual. Se echa de menos una voz firme y rotunda.
La crisis del Legan¨¦s busca l¨ªderes en el vestuario. Futbolistas que den un paso al frente para catalizar las emociones del resto del grupo y mostrar el camino de la esperanza ahora que los blanquiazules est¨¢n ¡°en la mierda. Peor no podemos ir¡±, como defini¨® el pasado domingo Jos¨¦ Arn¨¢iz, uno de los cinco capitanes de un equipo que ha sufrido un proceso paulatino de descapitalizaci¨®n de brazalates hasta renovar el puesto y dejar en el aire qui¨¦n asume los galones para situaciones como la actual.
Con el descenso pepinero de Primera a Segunda, el Legan¨¦s mantuvo a todos sus capitanes. A saber: Bustinza, Rub¨¦n P¨¦rez y Cu¨¦llar siguieron. Sin embargo, los dos ¨²ltimos dijeron adi¨®s un curso despu¨¦s y Bustinza lo hizo el pasado verano despu¨¦s de haber compartido el rol de capit¨¢n con Recio, Eraso y Tar¨ªn como reemplazos a sus antecesores en el cargo. Hoy ninguno de ellos forma parte de la plantilla, algo que ha dejado un boquete considerable en los valores y car¨¢cter que la mayor¨ªa representaba.
El club siempre hab¨ªa dado hasta la fecha mucha importancia al liderazgo a la hora de tomar decisiones de fichajes o renovaciones. Sin ir m¨¢s lejos, cuando anunci¨® la ampliaci¨®n de contrato de Bustinza hasta 2023 (se march¨® un a?o antes) lo hizo no s¨®lo pensando en lo deportivo, sino tambi¨¦n con el objetivo de mantener uno de esos tres capitanes originarios tras el descenso. Esto es, con el deseo de dotar un liderazgo claro al vestuario.
Brazalete mancomunado y suplente
Tras estas ausencias, el Legan¨¦s decidi¨® este verano en consenso con cuerpo t¨¦cnico, club y plantilla repartir el brazalete entre cinco jugadores siguiendo criterios primero de veteran¨ªa y luego de liderazgo. Una suerte de capitan¨ªa mancomunada entre cinco jugadores, lo nunca visto en Legan¨¦s. A saber: Arn¨¢iz, Juan Mu?oz, Sergio Gonz¨¢lez, Riesgo y Kenneth Omeruo.
Sucede que, de todos ellos, ahora mismo s¨®lo el primero juega con regularidad. Juan Mu?oz ha pasado de titular habitual a suplente. Sergio Gonz¨¢lez apenas ha tenido minutos. Riesgo convive a la sombra de Dani Jim¨¦nez y Omeruo tambi¨¦n se ha ca¨ªdo en el proceso de rotaciones de Idiakez. P¨¦rdida de protagonismo que hace m¨¢s dif¨ªcil que puedan hacer valer su brazalete en el verde.
Adem¨¢s, sus perfiles son distintos al de los anteriores capitanes, de un tono m¨¢s tranquilo y menos agitado que explica el porqu¨¦ de ese brazalete mancomunado. Ese rol m¨¢s efervescente es el que ahora se echa de menos al sur de la capital por parte de estamentos cercanos al club que reclaman una voz preponderante para gestionar y reconducir desde dentro la situaci¨®n, algo que s¨ª hicieron algunos de los capitanes el curso pasado y tambi¨¦n Mehdi Nafti, figura clave fichada no s¨®lo por sus habilidades deportivas, sino tambi¨¦n por su capacidad para liderar grupos.
Herencias y se?ales
No ser¨¢ f¨¢cil encontrar, con todo, encontrar a alguien que d¨¦ un vuelco a todo ese estatus de pesimismo que rodea al club. Primero, por la inercia negativa de cursos anteriores. ¡°Tenemos que buscar l¨ªderes en el vestuario, en el club¡ hay que revertir esto. Sab¨ªamos que desde que llegamos que hab¨ªa una losa en ese vestuario. Ese vestuario tiene un peso encima. Buscar l¨ªderes en los momentos complicados es nuestra obligaci¨®n¡±, admiti¨® Idiakez, al que la herencia recibida le pesa tambi¨¦n en este apartado.
Adem¨¢s, esa ausencia de liderazgos claros se escenific¨® despu¨¦s del partido ante el Albacete, cuando un sector de la grada de animaci¨®n reclam¨® a los jugadores. El grueso del grupo, dubitativo, no supo muy bien qu¨¦ hacer. Nadie tampoco le indic¨® los pasos a seguir. Finalmente se acercaron hasta el fondo norte y fueron espont¨¢neamente Qasmi y Durmisi los que se ocuparon de hablar con los hinchas. Ninguno es capit¨¢n.
La imagen recuerda a la de la pasada temporada tras el 4-0 encajado en Burgos, s¨®lo que entonces Bustinza y Recio mandaron al vestuario a sus compa?eros para ser ellos, capitanes, los que dieran la cara. Nafti, les fren¨® para convertirse ¨¦l en escudo de los comentarios de los pepineros desplazados a El Plant¨ªo. Hoy ninguno de los tres contin¨²a al sur de la capital.