Fiesta racinguista en Gij¨®n

Lleg¨® como v¨ªctima y se march¨® en medio de una fiesta hasta cierto punto inesperada para el millar de seguidores que tomaron la Autov¨ªa del Cant¨¢brico en busca del primer triunfo de la temporada. Mereci¨® la pena el viaje hasta Gij¨®n, dir¨¢n todos. El Racing, que no hab¨ªa logrado sumar ni marcar en las cuatro citas anteriores, asalt¨® El Molin¨®n con un triunfo c¨®modo al final frente a un Sporting alejado de la versi¨®n que m¨¢s o menos mantuvo en el inicio del campeonato.

El mal presagio para el Sporting lleg¨® al filo de la media hora de partido. En un par de minutos todo comenz¨® a te?irse de negro para los rojiblancos. Primero fue la lesi¨®n de Cote, pieza clave del equipo en las primeras jornadas, y sin tiempo a digerir el disgusto, mientras el lateral recorr¨ªa la banda camino del vestuario, llegaba el primer gol del Racing. Fue la primera contra que puso en evidencia que el d¨ªa no estaba para muchas cosas en los locales.

Gassama aprovech¨® el fallo en cadena de la defensa del Sporting para encontrar el pasillo que le llev¨® a batir a Mari?o en la salida. Izquierdoz estaba fuera de sitio, por donde penetr¨® el senegal¨¦s, Insua se adelant¨® en el momento m¨¢s inoportuno y Guille Rosas se qued¨® enganchado. El ¨²nico que se libr¨® en esa acci¨®n fue el canterano Diego S¨¢nchez que poco antes hab¨ªa sustituido a Cote.

A partir de ah¨ª, un quiero y no puedo de un Sporting desconocido, sin efectividad en la presi¨®n y excesivamente fall¨®n en ataque, entre otras cosas porque se encontr¨® con un acertado Parera. A¨²n as¨ª, pudo empatar justo antes del descanso en un disparo Gragera al recoger un rechace pero Satr¨²stegui lo sac¨® bajo los palos con su portero batido; de igual modo, pudo restablecer el equilibrio nada m¨¢s salir del vestuario pero Djuka, solo ante el meta rival, ech¨® el bal¨®n fuera.

Abelardo lo intent¨® todo con los cambios llegando a poner casi a toda su artiller¨ªa en la segunda parte. Pero ni la pareja de Uros (Djurdjevic y Molivanovic), ni Aitor, ni el estreno del mexicano Jordan Carrillo pudieron romper el ordenado entramado defensivo racinguista que mont¨® Romo, sin desaprovechar la ocasi¨®n de rematar el partido al contragolpe. Lo consigui¨® en el a?adido Matheus Aias, casi de la misma forma que en el primer gol. Incluso pudieron marcar los visitantes en dos clar¨ªsimas ocasiones anteriores.

El d¨ªa, muy caluroso en Gij¨®n, estaba marcado que iba a ser para el disfrute del Racing, con cientos de aficionados que posaron ante la estatua de Manolo Preciado instalada en los aleda?os de El Molin¨®n. La hora del verm¨² no le sent¨® nada bien al Sporting.