Fallece el gran capit¨¢n de la UEFA del 88: Diego Orejuela

Hace apenas 11 meses, cuando el Espanyol iniciaba esta interminable temporada con su estad¨ªa en Marbella, saludaba y se abrazaba a Tommy N¡¯Kono, su portero, como asistente que era en el Al-Wakrah qatar¨ª de Bartolom¨¦ M¨¢rquez, que jugaba un amistoso de preparaci¨®n contra los pericos. Hoy, y seg¨²n comunic¨® el club de su vida, Diego Orejuela ya no est¨¢. Ha fallecido. Se va el propietario de la puerta 82 de Cornell¨¤-El Prat. Un embajador oficial de la entidad. Y, sobre todo, el gran capit¨¢n de la irrepetible Copa UEFA 1987-88, en que se qued¨® el Espanyol a las puertas del t¨ªtulo.

Hermano menor de Jes¨²s Orejuela, que tambi¨¦n ser¨ªa perico, Diego naci¨® en La Luisina, Sevilla, el 20 de enero de 1962 (ten¨ªa tan s¨®lo 62 a?os), pero a los diez meses se traslad¨® con su familia a Sant Joan de Vilatorrada, a las afueras de Manresa. Y all¨ª empez¨® a despuntar. Hasta que a los 14 a?os le quiso el Barcelona, en cuyos infantiles lleg¨® a realizar tres entrenamientos hasta que apareci¨® el Espanyol, que era a donde realmente quer¨ªa ir porque estaba Jes¨²s. El club perico se comprometi¨® a pagarle la residencia, en la pensi¨®n Paquita de Plaza Tetu¨¢n, y a asumir su escolarizaci¨®n, en la academia Condal de calle Diputaci¨®n, circunstancia poco habitual en la ¨¦poca, y l¨®gicamente se visti¨® de blanquiazul.

Muy poco tard¨® en subir al primer equipo para hacer la pretemporada, en 1978 con Jos¨¦ Antonio Irulegui. Y un curso m¨¢s tarde con Vicente Miera. Pero tuvo que forjarse con cesiones en el Figueres, el Sabadell y un servicio militar obligatorio tras el que regres¨® para quedarse, en plena efervescencia del ¡®Jo Cantera¡¯, que a su retorno conformaban precisamente M¨¢rquez, Edu Mauri y Josep Maria Gallart. Primero con Xabier Azkargorta, despu¨¦s con Javier Clemente, se desplegaron las virtudes de aquel mediocampista creativo, pero tambi¨¦n luchador, que fue tercero en la Liga 1986-87 y que port¨® el brazalete de capit¨¢n durante la UEFA.

Su sustituci¨®n en la vuelta de la final contra el Bayer Leverkusen, a¨²n con 2-0 en el marcador y el t¨ªtulo virtualmente para el Espanyol, pudo influir en lo que acabar¨ªa sucediendo. Pero lo que no fue casualidad seguro fueron sus goles ante el Inter de Mil¨¢n y en la hist¨®rica remontada en Sarri¨¤ frente al Brujas (3-0), cuando abri¨® la lata.

Tambi¨¦n fue el capit¨¢n que tuvo que defender al vestuario a capa y espada ante la directiva la temporada siguiente, la del descenso. Y del retorno a Primera inmediatamente despu¨¦s, en 1990. Y hasta un a?o m¨¢s tarde, cuando dej¨® el Espanyol para retirarse en Palam¨®s. No en vano, en la zona de la Costa Brava hizo un impagable proselitismo perico en favor de una cantera que con su ayuda fue la mejor de Espa?a. Y sin jam¨¢s perder contacto con el resto de h¨¦roes de aquella UEFA, a trav¨¦s de un grupo de whatsapp que ahora le llora. Descanse en paz, Diego Orejuela.

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