Empate para rearmar al Lugo y llenar de dudas al Oviedo

No hubo goles porque posiblemente nadie los mereci¨®. Sin embargo, el punto no supuso lo mismo para albivermellos y carbayones. A los de casa, con una imagen mejorada y m¨¢s s¨®lida, sumar tras dos derrotas y con bajas de importancia les sirve para situarse de nuevo en la tranquilidad que les negar¨ªa otra derrota. En el caso del Oviedo, por el contrario, este empate no hace m¨¢s que agudizar las sensaciones con las que ha arrancado el proyecto de Bolo: cuesta un mundo hacer gol y el juego no tampoco enamora. Pero empecemos por el principio.

Comenz¨® el partido sin due?o, con los dos equipos buscando llegar a trav¨¦s de la verticalidad y con poco tr¨¢nsito en la medular. Las posesiones eran cortas y las imprecisiones, frecuentes. La disposici¨®n del Oviedo invitaba al Lugo a buscar contragolpes, mientras que los azules quer¨ªan empujar abriendo el juego por banda. El paso de los minutos le dio m¨¢s poso a los locales, que dieron un paso adelante aunque sin crear peligro real a un Oviedo bien pertrechado atr¨¢s.

La reanudaci¨®n comenz¨® como la primera, con disparo visitante. Koba prob¨® desde lejos a Whalley, que respondi¨® con agilidad y solvencia. Segu¨ªa sin due?o el partido, con m¨¢s posesi¨®n para los asturianos pero sin la claridad necesaria para hilvanar juego ofensivo. Juanpe tuvo una buena ocasi¨®n para el Lugo tras una jugada trenzada con Sebas Moyano y Baena, bien repelida por Tomeu Nadal. Diez minutos despu¨¦s el propio Juanpe volv¨ªa a exigir al portero ovetense en un remate de cabeza.

El partido mantuvo la tensi¨®n hasta el final, m¨¢s por el resultado que por el juego, deshilachado por ambas partes. Quiso el Oviedo someter al Lugo en el descuento, como el estudiante que aprieta al final despu¨¦s de un trimestre poco productivo, pero emergi¨® la figura de Whalley para obrar el milagro de cada d¨ªa y sacar un bal¨®n que se colaba tras tocar en Loureiro. Al final, reparto de puntos que sabe mejor a un Lugo que corta la sangr¨ªa de las ¨²ltimas semanas que a un Oviedo que sigue negado de cara a gol y que alimenta las dudas sobre su juego y sobre las ideas de Bolo.