El Real Zaragoza se estrella contra un muro

Nuevo ejercicio de impotencia del Real Zaragoza, cuyo voluntarismo no le sirvi¨® para ganar a un Burgos muy duro de pelar. El equipo aragon¨¦s lo dio todo, pero no pudo. Sencillamente, no le alcanz¨®. Lo intent¨® a base de agresividad y de nervio, pero fue incapaz de marcarle un gol al tercer mejor visitante de la categor¨ªa y a un serio aspirante al ¡®playoff¡¯. El Zaragoza continua sin ganar en La Romareda en toda la segunda vuelta -tres empates y una derrota- y no acaba de enderezar su delicada situaci¨®n.

Luna, Zapater y Puche fueron las tres novedades en el once de Escrib¨¢, que volvi¨® a dejar a Pau Sans en el banquillo, mientras que que Calero orden¨® a su equipo en 4-3-3, renunciando a su cl¨¢sica defensa con tres centrales, y relev¨® con Navarro y Mumo al lesionado Grego Sierra y al sancionado Elgez¨¢bal, dos de sus indiscutibles.

El Burgos, s¨®lido y decidido a la vez, sali¨® a pescar en el r¨ªo revuelto de La Romareda y avis¨® enseguida con un cabezazo de ?lex Bermejo desde el punto de penalti, aprovechando la pasividad de la defensa en un bal¨®n parado. El Zaragoza, ante su irresoluble falta de juego, respondi¨® con la habitual agitaci¨®n de Giuliano, pero el que primero puso en apuros a Caro fue Beb¨¦ con un ca?onazo marca de la casa a los veinte minutos.

Durante un largo pasaje, el partido estuvo siempre donde quiso el Burgos, pero en el tramo final de la primera parte se impuso el Zaragoza a base de genio, y Caro, en la parada de la tarde, salv¨® a su equipo en un remate de Giuliano a pase de Francho, que, tras intercambiar su posici¨®n con Zapater, no dej¨® de percutir por la banda derecha.

El Zaragoza, agresivo e intenso, volvi¨® del descanso al galope, sin dar respiro al Burgos, pero sin la claridad suficiente como para descomponer a su muralla defensiva. Beb¨¦ no dej¨® de centrar, pero no remat¨® nadie.

A media hora del final, Escrib¨¢ se jug¨® ya la baza de Pau Sans, que sali¨® junto a Vada como doble recambio del voluntarioso Puche y de un desaparecido Bermejo, al que no se vio en toda la tarde. Tambi¨¦n Calero movi¨® su banquillo, dando entrada primero a Mourad y despu¨¦s a Fran Garc¨ªa y a Pablo Valcarce, unos cambios que precedieron a un disparo envenenado de Curro, que estuvo a punto de sorprender a Cristian ?lvarez, con todo el sol de cara y el cierzo en contra.

El Zaragoza sigui¨® empujando hasta el final, pero un partido m¨¢s se diluy¨® en su ineficacia. El punto no resuelve sus graves problemas.