El Zaragoza, de mal en peor

De la cita de urgencias en La Romareda sali¨® el Real Zaragoza de Carcedo peor de lo que estaba, con otro empate en casa y sin convencer a nadie. El equipo aragon¨¦s se adelant¨® pront¨ªsimo con un gol de Az¨®n, pero, lejos de aprovecharlo, volvi¨® a exhibir sus miserias y estuvo casi toda la tarde a merced de un Oviedo valiente y decidido que hizo m¨¦ritos para haberse llevado la victoria.

Carcedo sorprendi¨® con Larraz¨¢bal y Petrovic, dos de los que estuvieron este verano hasta el ¨²ltimo momento en la rampa de salida, mand¨® al banquillo a Fran G¨¢mez y a Bermejo y orden¨® a su equipo en un 4-4-2, con Francho y Vada en los costados y la dupla Giuliano-Az¨®n en la punta del ataque. Por su parte, Bolo, en su b¨²squeda permanente de soluciones, introdujo hasta tres novedades en su alineaci¨®n: Luengo, Montoro y Bretones por el lesionado Miguel¨®n, Marcelo Flores y Sergi Enrich. Y tambi¨¦n vari¨® el sistema, pasando a jugar por primera vez con tres centrales.

El Zaragoza llevaba dos partidos sin ver puerta, pero frente al Oviedo s¨®lo necesit¨® de tres minutos para abrir el marcador: una desatenci¨®n en un saque de banda permiti¨® a Iv¨¢n Az¨®n controlar la pelota ante su marcador y elevarla despu¨¦s junto al palo sobre la salida de Tomeu Nadal. Un gol providencial y celebrad¨ªsimo por el equipo aragon¨¦s, que pudo iniciar el partido con viento de cola.

El Oviedo acus¨® el golpe y le cost¨® entrar en harina hasta que a los veinte minutos un env¨ªo profundo cogi¨® descolocado a Petrovic, en un grave desajuste defensivo, y Borja Bast¨®n cruz¨® demasiado ante Cristian ?lvarez en inmejorable situaci¨®n. Milla Alv¨¦ndiz se?al¨® fuera de juego a instancias de su l¨ªnea, pero el goleador astur estaba en posici¨®n legal.

Desde esa acci¨®n hasta el descanso, el Oviedo se hizo con el control, en gran medida porque el Zaragoza volvi¨® a acularse en su ¨¢rea para defender su ventaja y le facilit¨® much¨ªsimo las cosas. Primero Javi Mier, al que el VAR le anul¨® un gol por fuera de juego previo de Bretones por apenas un par de cent¨ªmetros, y despu¨¦s Borja Bast¨®n sorprendieron a un zaga muy est¨¢tica y llena de miedos.

El Zaragoza anduvo veinte minutos persiguiendo el bal¨®n y toda su respuesta fue un cabezazo de Giuliano en un saque de esquina que conjur¨® Tomeu Nadal a una mano en el 43¡ä.

Carcedo y Bolo movieron sus banquillos en el intermedio. En el Zaragoza, Fran G¨¢mez y Manu Molina reemplazaron a Francho y a Petrovic, ambos con tarjeta amarilla, mientras Lucas Ahijado supli¨® a Costas en el Oviedo, que pas¨® a ordenarse en 4-4-2 y dio un decidido paso adelante con un fruto inmediato, favorecido por una cantada de Cristian ?lvarez, c¨®mo no a la salida de un c¨®rner. El portero argentino, reci¨¦n renovado, despej¨® muy blandito un cabezazo peinado de Manu Molina y permiti¨® a Montoro empatar tambi¨¦n de cabeza. Un verdadero regalo.

El gol le hizo justicia a la ambici¨®n del Oviedo y castig¨® de nuevo la renuncia del Zaragoza, que vivi¨® momentos de verdadera zozobra con tres centros que se pasearon por su ¨¢rea peque?a ante el creciente enfado de La Romareda. Para encrespar m¨¢s los ¨¢nimos, Carcedo sustituy¨® a Iv¨¢n Az¨®n, el ¨²nico que pod¨ªa cambiar las cosas con su empuje y agitaci¨®n, lo que provoc¨® una sonora pitada contra el t¨¦cnico, al que el tiempo ya le empieza a correr a toda velocidad y que al final del partido tuvo que escuchar el ?Carcedo, vete ya!