El sufrimiento de Kenedy en su camino a la redenci¨®n

Como bien saben aquellas personas que han pasado por procesos de necesidad del cuidado de la salud mental, la traves¨ªa en el desierto hacia la recuperaci¨®n genera monstruos. Habitan en la cabeza y hacen sufrir, porque uno lo que quiere es estar bien y ser el de siempre, y a veces (siempre) cuesta, y como cuesta, duele. El proceso de recuperaci¨®n de Robert Kenedy va por buen camino, a tenor de su rendimiento. Pero todav¨ªa le pasa, todav¨ªa le duele, como se pudo ver durante la pausa para la hidrataci¨®n ante el Burgos, antes de ser sustituido y, de nuevo, reconocido por su p¨²blico con aplausos, despu¨¦s de unos instantes de desconcierto.

Durante el ¡®cooling break¡¯, pareci¨® que algo hab¨ªa pasado con ¨¦l, que estaba llorando. Efectivamente, las im¨¢genes recogieron sus l¨¢grimas; as¨ª lleg¨® a proyectarse en el videomarcador. No hab¨ªa dado la sensaci¨®n, por lo menos en su lenguaje gestual, en su caminar hacia el banquillo o en sus ¨²ltimas carreras, de que estuviera lesionado. Paulo Pezzolano arroj¨® luz posteriormente en rueda de prensa. ¡°Hay que entender que cada cabeza es un mundo, y ¨¦l se viene exigiendo impresionantemente. Viene creciendo f¨ªsicamente y buscando lo mejor para el equipo, pero se autoexige de m¨¢s¡±, explic¨® el t¨¦cnico del Real Valladolid, que lo achac¨® a ¡°un momento de frustraci¨®n¡±.

No en vano, en ese camino hacia la redenci¨®n, f¨ªsica y futbol¨ªstica, pero, indudablemente, tambi¨¦n mental, Kenedy hab¨ªa vuelto a fajarse y a buscar impactar de manera directa sobre la porter¨ªa defendida de Jos¨¦ Antonio Caro, como ha venido haciendo con cada guardameta al que ha enfrentado. En este sendero, en esta ocasi¨®n, realiz¨® un disparo, fuera, y roz¨® la asistencia en un par de ocasiones, como en el mano a mano de Lucas Rosa ante el portero y en el larguero de Monchu. ¡°Capaz que est¨¢ queriendo hacer gol y m¨¢s cosas con bola que ¨¦l sabe que es capaz de hacer, pero no le est¨¢n saliendo¡±, razon¨® su entrenador.

Lo que muchos valoraron como una batalla perdida o como que Pezzolano se estaba enconando, prefiriendo quiz¨¢s el abandono del activo del club a la b¨²squeda de su mejor nivel, se ha convertido casi en una cruzada personal, en la que la fe del uruguayo por disponer del mejor Kenedy, as¨ª como sus propias intenciones, est¨¢n llev¨¢ndole a una versi¨®n no ¨®ptima, pero s¨ª ya ¨²til, dado que el brasile?o cada jornada va a m¨¢s. No en vano, es uno de los mejores regateadores de Segunda (el quinto), con 18 completados y promedia m¨¢s de dos disparos por partido, adem¨¢s de m¨¢s de cuatro duelos ganados y m¨¢s de dos recuperaciones por encuentro, lo que habla del sacrificio f¨ªsico que viene haciendo.

Su gran valedor y t¨¦cnico no oculta que todav¨ªa le falta en este apartado al afirmar que ¡°si sigue creciendo f¨ªsicamente, lo va a hacer cada vez mejor¡±, si bien, en cada oportunidad que tiene, destaca las ganas del propio Kenedy de encontrarse a s¨ª mismo. ¡°Vamos a lograr que sea ese Kenedy que ¨¦l tambi¨¦n quiere¡±, volvi¨® a afirmar ¡®El Papa¡¯ este domingo con total determinaci¨®n, la misma que ha mostrado siempre para defender a uno de los jugadores con mayor cach¨¦ del plantel, denostado con frecuencia por su decepcionante temporada pasada o por episodios como su frustrada salida al Olympiakos, situaciones que solo ser¨¢n tachuelas en el camino que le har¨¢n mejor si, como desea, finalmente alcanza su particular ¡®Dorado¡¯.