El Real Valladolid vence; Moro convence

Un golazo de Tunde y uno de Iv¨¢n C¨¦dric desde el punto de penalti sirvieron al Real Valladolid para conseguir la primera victoria de la pretemporada en un choque sin demasiada historia, en el que, eso s¨ª, Ra¨²l Moro sobresali¨®. El extremo catal¨¢n sum¨® m¨¢s minutos que en su debut y dej¨® unos cuantos buenos detalles, que derivaron en acciones prometedoras frente a una zaga que no supo c¨®mo pararle. Despu¨¦s de un primer tiempo en el que los vallisoletanos no tuvieron acierto, los dos futbolistas del filial atinaron con la puerta para lograr un triunfo solvente.

En la primera mitad, el conjunto blanquivioleta monopoliz¨® el cuero, con el conjunto madrile?o replegado en bloque bajo y con problemas para salir gracias a la presi¨®n efectiva de los de Pezzolano, por la que recuperaron varios balones en campo rival en los primeros compases. El movimiento del cuero gan¨® fluidez y velocidad respecto al debut ante el Legan¨¦s, aunque no siempre tuvo una cadencia alta. Cuando esta aument¨® fue, principalmente, gracias a Ra¨²l Moro, que progres¨® una y otra vez por el lado izquierdo.

La profundidad por ese costado recay¨® sobre sus botas, con Escudero m¨¢s interiorizado, y el ¡®peque?o diablo¡¯ enloqueci¨® a su par, que no fue capaz de detener sus acometidas. Moro esgrimi¨®, sobre todo, un ¡®uno-dos¡¯ voraz, con el que llegaba a la l¨ªnea de fondo con acierto en el desborde, aunque no siempre, o no tanto, a la hora de servir el bal¨®n atr¨¢s a sus compa?eros. Y cuando lo pon¨ªa bien, que a decir verdad fue varias veces, tampoco sus compa?eros atinaron con la porter¨ªa, aunque lo normal habr¨ªa sido que el Pucela marcara en el primer tiempo.

Dos de esas acciones en los primeros cinco minutos prometieron m¨¢s de lo que cumplieron. Varios de esos robos altos generaron aproximaciones peligrosas, pero el ataque, romo, no terminaba de arrancar. Superado el cuarto de hora, Ra¨²l Moro puso un bal¨®n para Sergio Le¨®n, que remat¨®, pero el portero se interpuso y evit¨® el tanto. Dos minutos despu¨¦s, una de las apariciones de Luis P¨¦rez por el costado acab¨® con el cuero sobrevolando el ¨¢rea y entonces el habitual asistente, Moro, fue quien no acert¨® en el remate.

Sergio Le¨®n volver¨ªa a protagonizar otras dos ocasiones pasado el ecuador; primero, a centro de Escudero desde la posici¨®n de interior, en un remate de cabeza que se le fue alto, y m¨¢s tarde en la en¨¦sima jugada del menudo extremo, la gran atracci¨®n de la primera mitad, en la que arranc¨® varios ¡®ohs¡¯ de admiraci¨®n a la repleta grada de La Laguna. Entretanto, el Rayo Majadahonda no inquiet¨® a Masip, guardameta que disput¨® la primera mitad, ya que, si en alg¨²n momento ten¨ªa ocasi¨®n, Boyomo y Rofino estaban al quite.

Al contrario que ante el Legan¨¦s, Pezzolano no dispuso de otro once en la segunda mitad, sino que le dio continuidad al inicial, con alg¨²n cambio puntual. As¨ª, mantuvo a Maroto en la manija, acompa?ando a Monchu, y con Chuki apareciendo entre l¨ªneas con contactos puntuales pero verticales. Olaza, uno de los reci¨¦n ingresados, tuvo la primera intentona del segundo tiempo en una falta directa que lami¨® la escuadra. Monchu, dos minutos m¨¢s tarde, en el 52¡ä, dispar¨® bien abajo, pero el portero impidi¨® que el bal¨®n agitase las redes.

Lo hizo, por fin, superada la hora, gracias a una de las jugadas del partido: un eslalon inimaginable del reci¨¦n ingresado Tunde, que recogi¨® el cuero en tres cuartos y lanz¨® un eslalon hacia el ¨¢rea, desasi¨¦ndose de todos los que le sal¨ªan al paso hasta rematar de derechas, con la mala, a la red. Si en alg¨²n momento hab¨ªa dejado de serlo, una vez el Pucela se adelant¨®, el choque fue un mon¨®logo. Los majariegos, con la moral minada, no ten¨ªan fe a la hora de sacarla, Arroyo tuvo un par de apariciones y Monchu, desde la frontal, busc¨® la escuadra.

El arrojo de Tunde le hizo ganarse varias veces el aplauso del respetable, que volvi¨® a romper en un gol, sin embargo, anulado: el de C¨¦dric, que gan¨® la partida al defensa, entendi¨® el colegiado, con falta. ¡®La Pantera¡¯ aprovech¨® los minutos que tuvo, dado que, en el 81¡ä, cay¨® en el ¨¢rea en una arrancada letal, en la que el defensa no pudo por menos que hacerle penalti. ?l se lo guis¨® y ¨¦l se lo comi¨®; aunque un grupo de adolescentes ped¨ªa a Tunde, C¨¦dric ejecut¨® a Dani sin inmutarse para poner un 2-0 muy merecido.

El Rayo Majadahonda dispar¨® por primera vez a porter¨ªa en el minuto 83, manso, desde muy lejos, y a las manos de Asenjo, que, como Masip antes, y como Garri, que calent¨® toda la segunda mitad pero no sali¨®, fue un mero espectador. Una ¨²ltima acci¨®n, en una falta lateral lejana sin una orientaci¨®n clara, fue el modo que tuvieron los madrile?os de acabar el partido, tambi¨¦n, un tanto agobiados por el br¨ªo de los filiales Frimpong, Tunde, Arroyo y C¨¦dric, que buscaron agradar y lo hicieron en una tarde de la que pocas cosas se pueden sacar en claro.