El Racing recurre la roja de Juergen
Si Competici¨®n no retira la expulsi¨®n, el castigo puede ir de cuatro a 12 partidos si cataloga su falta como grave o de uno a tres si lo califica como leve
Tras la alegr¨ªa del triunfo del Racing sobre el Levante, en las oficinas de El Sardinero siguen jugando el partido. Ahora, v¨ªa recurso a los comit¨¦s federativos para intentar evitar, o cuanto menos, minimizar la sanci¨®n que le pueda caer a Juergen Elitim por la expulsi¨®n que sufri¨® en el 87¡ä, tras ser sustituido, cuando ya estaba fuera del terreno de juego. El equipo santanderino, de momento, sin esperar al fallo de Competici¨®n, ya ha presentado un recurso a la tarjeta rota, para intentar convertirla en amarilla. No lo van a tener f¨¢cil porque el ¨¢rbitro carg¨® la mano contra el colombiano en la redacci¨®n del acta, al acusar a Juergen de irse del campo ¡°aplaudiendo de manera provocativa durante 10-15 metros, en forma de mofa a todos los aficionados locales..., continu¨® con estas provocaciones lo cual deriv¨® en una tangana entre jugadores de ambos equipos, todo esto provocado por el jugador en cuesti¨®n¡±.
El problema puede ser m¨¢s grave para los racinguistas dependiendo de si el comit¨¦ federativo aplica el Art¨ªculo 98 del C¨®digo disciplinario de la RFEF, para los casos graves de provocaci¨®n al p¨²blico: ¡®Provocar la animosidad del p¨²blico obteniendo tal prop¨®sito..., se sancionar¨¢ con suspensi¨®n de cuatro a doce partidos¡¯. En cambio, si Competici¨®n ve una provocaci¨®n al p¨²blico de car¨¢cter leve aplicar¨¢ el Art¨ªculo 128: ¡®Provocar la animosidad del p¨²blico sin conseguir lo pretendido, se sancionar¨¢ con suspensi¨®n de uno a tres partidos o por tiempo de hasta un mes¡¯. La clave es qu¨¦ considera el juez que es ¡®obtener lo pretendido¡¯, que es la ¨²nica diferencia entre ambos art¨ªculos. La animosidad, entendida como hostilidad o antipat¨ªa, del p¨²blico contra ¨¦l result¨® evidente, pero no hubo lanzamiento de objetos ni nada parecido, por ejemplo.
El futbolista, por su parte, nada m¨¢s terminar el partido grab¨® un v¨ªdeo en el que ped¨ªa disculpas por lo que Juergen Elitim entend¨ªa como un malentendido: ¡°Me he girado para aplaudir a los m¨ªos, a la gente del Racing, que estaba en la esquina. Pido disculpas por las malas interpretaciones, nunca he querido provocar a nadie ni ir m¨¢s all¨¢. Seguro que no volver¨¢ a pasar¡±. Lo cierto es que, m¨¢s all¨¢ de que se pueda opinar si los aplausos iban dirigidos ¡°a la gente del Racing¡± como dice el colombiano, o ¡°a todos los aficionados locales¡± como redact¨® en el acta el ¨¢rbitro, Juergen no hace otra cosa que aplaudir y en las im¨¢genes de la retransmisi¨®n televisiva se ve como insiste una y otra vez tras la expulsi¨®n a su delegado, Delf¨ªn Calzada, y a su entrenador, Guillermo Fern¨¢ndez Romo, que ¡°no he hecho nada, no he hecho nada¡±. Dicho esto, tambi¨¦n se ve claramente, volvi¨® a aplaudir, esta vez a los espectadores que estaban detr¨¢s de los banquillos.
Una tangana, dos culpables
El colegiado del partido, Gálvez Rascón, acusa directamente a Juergen de haber provocado la tangana que se produjo en el túnel de vestuarios, justo cuando el colombiano era conducido por su delegado hacia la caseta del equipo visitante. Sin embargo, en el apartado de NO CONVOCADOS, el trencilla encuentra otro culpable, Mustafi: "D. Skhodran Mustafi, que no estaba convocado, salió de dicho túnel, recriminando la actitud del jugador rival, produciendo con ello una confrontación de ambos equipos. Dicho jugador ya había sido advertido momentos antes de que no podía estar ahí y que debía abandonar dicha zona, haciendo caso omiso ya que momentos después provocó dicho altercado". Entonces, ¿quién provocó el altercado en el túnel? Según el apartado del acta que se lea, Juergen o Mustafi.