El Racing de Ferrol llama a la unidad por medio de Pumar

Estimados lectores, considérense ustedes invitados a la barra libre de la negación.

Antes de que confirmen o no su asistencia al evento, les voy a explicar el contenido y funcionamiento de la reunión y de los personajes que abarrotarán la sala. Como el propio título indica, el objetivo es decir todas las cosas que no están bien, que no funcionan, que no son como nos gustaría. Se trata por lo tanto de ver todo lo que según el criterio de algunos está mal -spoiler: un gran porcentaje de los asistentes son personas pesimistas-.

No es que les falte razón en alguno de sus comentarios. Después de tantos años viendo fútbol, algo se aprende. Pero si, por casualidades del destino, tuviesen razón, la pierden toda con las formas. Tampoco es que las críticas no se acepten o no estén permitidas. Cualquier crítica, si es constructiva, debiera ser emitida, escuchada, aceptada y tenida en cuenta; más cuando está claro que las cosas no están saliendo todo lo bien que debieran. La realidad es otra. Todas las frases que se enunciarán en esta festividad serán casi más un listado de opiniones subjetivas y negativas que un debate sobre todo lo que pasa e influye en el entorno de un equipo-club-ciudad.

Si quieren ir a la reunión con más información, más preparados, les puedo adelantar que algunos ya han empezado a calentar con sus quejas y lamentos. Los fichajes NO tienen nivel, el equipo NO está unido, NO hay plantilla para salvarse. Para que alguno entienda el contexto, ninguna de estas negaciones son la verdad absoluta de una situación mucho más compleja y que tiene numerosos y diversos factores en juego.

Está claro que los resultados están lejos de gustar, pero es muy pronto para bajarse del barco, es muy pronto para tirar por tierra toda la ilusión generada en los últimos años. Pensaba el remitente que estas temporadas se habían construido unos cimientos fuertes sobre los que desarrollar un proyecto, que se había ganado el club el derecho y la confianza a crecer sin el riesgo del ruido del entorno, que se había conseguido cambiar la mentalidad de la gente pesimista que siempre ve el vaso medio vacío. Pensaba el remitente todo esto, pero es que el fútbol no deja de sorprenderte ni cuando ya no estás.

Muchos de los que estos años estaban “aburridos” celebrando ya están de nuevo con el mazo repartiendo. El problema no es que se critique al equipo o al club. El problema es que ese ruido, que al principio es leve, necesita muy poco para convertirse en un runrún que empiece a restar y lastrar el trabajo necesario para poder sacar los objetivos adelante. El domingo en A Malata escuché por primera vez en mucho tiempo gritos de “que malo eres” a algún jugador. No nos equivoquemos y retrocedamos por un camino que nos costó mucho andar. No pensemos que así ayudamos y no pensemos que los chavales no están intentando todo y más para hacer las cosas mejor.

No sé cómo terminará todo, no sé si será mejor o peor temporada que la pasada, no sé si pelearemos por los mismos objetivos o por otros, pero si queremos ayudar y sumar debemos confiar, creer y animar, porque ese es el granito de arena que podemos aportar para que todos juntos consigamos los objetivos que vengan. Así que, si decidís confirmar asistencia al evento, espero que sea para llegar, tomar el control y poner un tema que escuché el otro día en un festival y que fue lo que me incitó a escribir esto. No es mi grupo favorito, de hecho, ni conocía la canción, pero me gustó la letra. ¡Ojalá vayáis! Sed valientes. Quizá convenzáis a alguno más que yo. Sigamos animando.

De L.A. A Nueva York. Marlon.

… No vamos a pedir perdón por nada, Tenemos tantas cosas que aprender, Que juntos somos la mejor jugada,Que juntos nadie nos puede vencer,No vamos a pedir perdón por nada, Porque nada tenemos que perder, Que juntos somos un puto nirvana, Que juntos nadie nos puede vencer …