El M¨¢laga se cae a pedazos
La crisis es galopante, el nuevo cambio en el banquillo no da r¨¦ditos, la descompensaci¨®n de la plantilla es indisimulable y el vestuario est¨¢ carente de liderazgo dentro y fuera del campo.

El M¨¢laga est¨¢ en proceso de descomposici¨®n. Si la temporada pasada continu¨® en Segunda gracias al pobre nivel de la competici¨®n y a los regalos de sus d¨¦biles rivales, esta campa?a la ha comenzado sumando 6 puntos de 30 y avergonzando a su afici¨®n jornada s¨ª y jornada tambi¨¦n. Hasta ahora, el ¨²nico movimiento que se ha llevado a cabo para tratar de voltear la complicada situaci¨®n que vive el equipo ha sido el relevo en el banquillo. Cuatro jornadas despu¨¦s de su llegada, los n¨²meros de Pepe Mel (3 puntos de 12) son similares a los que acumulaba Pablo Guede (4 de 18).
El proyecto necesita un revulsivo y, sobre todo, necesita refuerzos y un cambio radical en la manera de hacer las cosas. La planificaci¨®n ha vuelto a fallar y ya no se puede eludir m¨¢s el debate sobre la continuidad o no del director deportivo, Manolo Gaspar, y de todo su equipo. En los ¨²ltimos dos a?os los errores golean a los aciertos y no se antoja lo m¨¢s recomendable que sea la actual direcci¨®n deportiva la que asuma la responsabilidad de dar una vuelta de tuerca a la plantilla en enero. La falta de recambio para los laterales, la ausencia de extremos (solo Herv¨ªas es jugador puro de banda) y el exceso de centrocampistas (Luis Mu?oz, Jozabed, Febas, Fran Villalba, Ram¨®n, N¡¯diaye, Genaro, Escassi y el canterano Dani Lorenzo) dejan en muy mal lugar el trabajo realizado en verano. Una vez m¨¢s, como sucedi¨® hace poco m¨¢s de un a?o con Jos¨¦ Alberto L¨®pez, se ha dise?ado un proyecto al gusto de un entrenador que pocas semanas despu¨¦s no est¨¢ al frente del equipo.
Cualquier decisi¨®n de ese calado corresponde al administrador judicial, Jos¨¦ Mar¨ªa Mu?oz, que de momento permanece impasible, instalado en la inacci¨®n y obviando cualquier decisi¨®n comprometida mientras el equipo se despe?a y apunta a un posible descenso que ser¨ªa tr¨¢gico. Suya es la responsabilidad ¨²ltima de lo que pase con el M¨¢laga, no solo en lo econ¨®mico, tambi¨¦n en lo deportivo.
Mu?oz no es un hombre de f¨²tbol, pero ha tenido tiempo de sobra para tratar de asesorarse y buscar las mejores opciones posibles para intentar atajar una crisis que no es nueva, que viene de muy lejos y que en los despachos de La Rosaleda han gestionado de forma calamitosa. Van cuatro entrenadores en poco m¨¢s de un a?o, Mel tampoco da con la tecla, el equipo es colista con unos n¨²meros indecentes hasta para el m¨¢s modesto de los equipos de Segunda y la divisi¨®n con la grada es cada vez mayor.
A todo ello hay que unir la falta de personalidad de una plantilla que cuenta con unos l¨ªderes de plastilina (la mayor¨ªa de ellos toler¨® y fue c¨®mplice del desgobierno que fue el vestuario el curso pasado) y que no aportan veteran¨ªa ni liderazgo ni dentro ni fuera del campo. El rendimiento de los futbolistas es otro aspecto que tiene de u?as a la afici¨®n. Los fichajes no responden. Solo N¡¯diaye est¨¢ dando el nivel (no estar¨¢ ante el Lugo por sanci¨®n) y Manolo Reina ha tenido luces y sombras. El resto, un desastre.