El Lugo firma la cr車nica de un descenso anunciado
Con errores de gesti車n y planificaci車n desde la misma pretemporada, no se acert車 en nada. El fracaso deportivo se une a la fractura social y la incertidumbre empresarial.
El descenso del CD Lugo se hizo matem芍tico el domingo, pero lo cierto es que era algo que la afici車n llevaba ya largo tiempo esperando. Viendo como la distancia con la salvaci車n crec赤a tras cada jornada y desde el equipo no se atisbaba ning迆n tipo de mejor赤a, la parroquia albivermella ten赤a m芍s que asumida la p谷rdida de categor赤a. Una p谷rdida que se entiende perfectamente a poco que se analice lo que ha sido una temporada torcida desde el mismo inicio y donde ninguno de los estamentos del club (propiedad, direcci車n deportiva y plantilla) estuvo a la altura de representar y salvaguardar la categor赤a de un club que comenz車 el curso siendo el decano de Segunda y termina siendo el primer descendido, cuando a迆n no ha terminado abril.
Deportivamente, la gesti車n ha sido una calamidad. Una gesti車n que s車lo ha sido un tiro tras otro en el pie. Para esta temporada el club apost車 por una bicefalia en la direcci車n deportiva entre Carlos Pita y Wagner Molina. Sobre el papel ser赤a el excapit芍n el que tendr赤a la voz cantante, pero la realidad es que hubo desencuentros entre ambos y que el propio presidente tuvo que ser quien decidiese entre las posiciones de ambos m芍s de una vez, como 谷l mismo reconoci車 hablando de su ※voto de calidad§. Carlos Pita terminar赤a presentando su dimisi車n al cierre del mercado de invierno.
La propia confecci車n de la plantilla, quien sabe si lastrada por todo lo anterior, fue m芍s que deficiente. Una serie de arriesgadas apuestas por jugadores que llegaban tras larga lesi車n o prolongada inactividad (Neyder Lozano, El Hacen, Bruno Pirri#), la incapacidad para fichar un delantero que supliese la salida de Carrillo (pichichi del equipo la pasada temporada) o un mercado de invierno en el que sali車 Chris Ramos pero que se err車 en su sustituto con incorporaciones que resultaron un fiasco como Joselu o Scepovic, enterraron las posibilidades reales del equipo.
Tampoco los entrenadores resultaron este a?o. Con hasta cuatro inquilinos en el banquillo, ninguno fue capaz de enderezar una situaci車n que empez車 a torcerse con Hern芍n P谷rez, empeor車 con Fran Justo, roz車 el rid赤culo con Joan Carrillo y no mejor車 tampoco con I?igo V谷lez, quiz芍s el menos culpable de todos ya que cuando lleg車 al Anxo Carro la situaci車n ya era l赤mite. Esta vez el cambio de entrenador no dio los frutos de otros a?os.
Socialmente, el trato al aficionado ha sido manifiestamente mejorable. El s車lo caso de la charanga, contratada por el club para ※amenizar§ un partido justo cuando se hab赤an programado protestas contra la propiedad, ya ser赤a digno de estudio. Adem芍s, la masa social ha dado la espalda al proyecto con unas cifras de asistencia que no han dejado de caer y solo maquilladas a final de campa?a con el regalo masivo de entradas a los colegios de la provincia.
Un descenso, en fin, que se ve赤a venir y que ha cristalizado de la peor forma posible. Ahora, con el futuro del club envuelto en interrogantes (el propio presidente afirm車 en una rueda de prensa que se planteaba vender cuanto antes para desdecirse solo un mes despu谷s), se espera una comparecencia de la propiedad que ayude a aclarar el devenir de la SAD en una categor赤a deficitaria y de la que cuesta mucho salir.