El Legan¨¦s dilata su sprint glorioso

El Legan¨¦s vive envalentonado en una in¨¦dita carrera lanzada por aglutinar cuantos m¨¢s puntos, mejor, antes de que llegue un oto?o de resultados que, por ahora, no tiene visos de amenazar Butarque. El sur de la capital vive una primavera prematura. Ante el Huesca, los de Borja Jim¨¦nez encadenaron la cuarta victoria consecutiva (todas sin encajar) de la temporada. Su r¨¦cord en Segunda son seis. Bagaje suficiente para continuar encaramado en la zona alta de la tabla pese a que el objetivo, repiten como mantra, es la salvaci¨®n. Miram¨®n (se fue lesionado al descanso) y Franquesa (golazo tras un sprint de 70 metros) hicieron los tantos que hunden al Huesca a la pen¨²ltima plaza y mantienen su maldici¨®n en el estadio pepinero: de seis duelos solo han ganado uno. El resto, derrotas.

A veces el f¨²tbol regala esot¨¦ricos acontecimientos. Las c¨¢balas existen. Borja Jim¨¦nez galopa a lomos de alguna. Dec¨ªa Asier Garitano, mes¨ªas en Butarque, que las casualidades no existen, pero al t¨¦cnico abulense la inercia positiva de un equipo bien trabajado y en racha le regal¨® ante el Huesca alguna que otra. La del gol con la que el Legan¨¦s abri¨® el partido fue una de ellas. Sorprendi¨® el t¨¦cnico alineando a Miguel de la Fuente y Diego Garc¨ªa en punta. Por primera vez dos ¡®9¡ä puros en un once que, iniciado el choque, tuvo tambi¨¦n otro giro imprevisto. Miram¨®n, que debut¨® en Primera precisamente con el Huesca, se incrust¨® en la banda izquierda. No es su posici¨®n. Porque ¨¦l se autodefine como lateral derecho.

A la otra orilla del r¨ªo, emboscado en un espacio inh¨®spito para ¨¦l, trat¨® de sobrevivir apretando como siempre, pero desdibujado como nunca. Hasta que lleg¨® el tanto del 1-0. Una jugada en la que Miguel (la otra novedad en la chistera de Borja Jim¨¦nez) se encomend¨® al presi Ronaldo Nazario (coincidi¨® con ¨¦l durante su etapa en Valladolid) para encarar e irse por potencia de Blasco desde la medular. El central lo agarr¨®, cuerpe¨® y trat¨® de placar. Fue imposible. Potencia plagada de control que estall¨® en un pase de la muerte que remat¨® Miram¨®n con plena comodidad precisamente por embocar el tiro a pierna cambiada. Golazo.

Miram¨®n (que fue reemplazado al descanso por lesi¨®n) no lo celebr¨® por su pasado oscense. Tampoco luci¨® demasiado festejo Borja Jim¨¦nez, entrenador pausado pese a que el gol le regal¨® la raz¨®n all¨¢ donde no lo hab¨ªa hecho 42 minutos precedentes de f¨²tbol amodorrado. Un secarral de juego pese al aguacero que descarg¨® un par de veces. Colabor¨® este Huesca aminorado, c¨®modo en la defensa de los balones frontales con los que trataba de percutir el Legan¨¦s, pero conformista en la ejecuci¨®n de un plan demasiado encorsetado. Excesivamente abostezado.

Arrebato y torment¨®n

Cuco toc¨® arrebato de orgullo con los cambios al descanso y el Huesca emergi¨® del vestuario, esta vez s¨ª, embutido en traje competitivo. Tard¨® en comparecer, pero casi le sale bien cuando Mier (uno de los jugadores entrados desde el banco) revent¨® la bola en el larguero en el 53¡ä. La desvi¨® con un leve toque de guantes Diego Conde, de nuevo celestial entre palos. Resopl¨® Butarque y apretaron sin reblar los visitantes en quince minutos de dominio tras los que la gasolina del amor propio se le agot¨®. Aprovech¨® el inter¨ªn el Legan¨¦s para mandar otro bal¨®n a la madera (Raba en el 68¡ä) justo cuando los rel¨¢mpagos azuzaban en el cielo y la lluvia arreciaba tormentosa.

Con la meteorolog¨ªa esparciendo caos, el verde se contagi¨® de descontrol. Anarqu¨ªa en la que chapotea como pocos Enric Franquesa, como todo buen lateral zurdo de alma ofensiva, a veces ausente en defensa, pero imprevisible con autopista por delante. Suyo fue el 2-0 en una acci¨®n random, pero brillante. Con el Huesca volcado, Mier fall¨® en una entrega por la presi¨®n de Miguel en zona de creaci¨®n. Ah¨ª apareci¨® Franquesa, adelantado por la presi¨®n para, pillo y vertical, robar la bola y en un sprint de 70 metros, regatear a ?lvaro Fern¨¢ndez y marcar el tanto de la calma. Un gol que mantiene al Legan¨¦s tercero y al Huesca, pen¨²ltimo, ahogado en sus propias dudas y perpetuado en la maldici¨®n de Butarque.