LUGO
De la protesta a la charanga del CD Lugo
Las protestas comenzaron pasadas las ocho y cuarto de la tarde cuando una convocatoria espontanea a trav¨¦s de las RRSS.
Dentro de la casa de locos en la que se ha convertido el CD Lugo, lo acontecido durante la noche del domingo fue sin duda digno de Valle-Incl¨¢n y sus esperpentos. En una fecha que estaba marcada tanto por su importancia en lo deportivo como en lo institucional, con la afici¨®n decidida a hacerse escuchar en sus quejas contra la propiedad, al final hubo tambi¨¦n coros y danzas amenizados por una charanga de la que nadie se responsabiliza, pero cuya presencia se?ala al club. Una concatenaci¨®n de hechos que dej¨® en segundo plano lo acontecido sobre el verde, un empate a nada entre los dos ¨²ltimos de la categor¨ªa, pero puso de manifiesto el divorcio entre la masa social y la accionarial. Con m¨²sica de fondo, eso s¨ª.
Las protestas comenzaron pasadas las ocho y cuarto de la tarde cuando una convocatoria espontanea a trav¨¦s de las RRSS cristaliz¨® en un algo m¨¢s de un centenar de aficionados concentrados delante de la entrada al palco de autoridades. All¨ª se entonaron los primeros c¨¢nticos contra el presidente Tino Saqu¨¦s, que ya se encontraba dentro del estadio. Arreciaron los ep¨ªtetos, que se prolongaron hasta el inicio del partido y a¨²n m¨¢s all¨¢, al empalmarse esta manifestaci¨®n con la de la Federaci¨®n de Pe?as, que ped¨ªa que no se entrase en el estadio hasta el minutos 12.
Fue precisamente en ese momento cuando la protesta mut¨® en hilaridad general. Al hacer entrada las pe?as m¨¢s animosas al Fondo Norte al grito de ¡°Tino vaite xa¡± se descubri¨®, de forma harto sorpresiva, la presencia de la charanga ¡°Os Bandi?os¡± en la esquina de Preferencia con Fondo Sur. Tras el estupor inicial se produjo una inicial suerte de batalla entre los c¨¢nticos de protesta de unos y la interpretaci¨®n de temas populares de los otros. Tal fue la situaci¨®n que desde el p¨²blico m¨¢s cr¨ªtico se entonaron consignas como ¡°Tino paga la banda¡± o ¡°Paga otro baile¡±. Si la idea era que la charanga, por cierto con un nivel de interpretaci¨®n notable, aplacase los ¨¢nimos de la parroquia local, esta no funcion¨® y por primera vez se pudo escuchar de forma un¨¢nime la petici¨®n de salida del m¨¢ximo accionista, a coro por las cuatro gradas del estadio. Una situaci¨®n que podr¨ªa resultar graciosa de no ser por lo extremo de la situaci¨®n del CD Lugo tanto a nivel deportivo como social e institucional. En vista de la situaci¨®n, tal vez hubiese sido m¨¢s apropiada la orquesta del Titanic.