Bambo, el le¨®n enjaulado que vendi¨® coches
El central del Elche enamora al Mart¨ªnez Valero y a Eder Sarabia. El senegal¨¦s ha regresado a Espa?a con m¨¢s hambre que nunca tras superar hace tiempo una sanci¨®n de dos a?os.
La sonrisa de Bambo Diaby (Senegal, 1997) contagia. Al central del Elche s¨®lo le han servido dos semanas en la ciudad para ganarse el afecto de su nueva afici¨®n. Bambo es carism¨¢tico fuera del campo, uno de esos tipos que se convierte en l¨ªder por naturaleza. Dentro del terreno de juego, es un animal. Un ¡°le¨®n enjaulado¡±, como le define su entorno. El zaguero senegal¨¦s lo ha pasado tan mal que cada partido es una final para ¨¦l. Ante el C¨®rdoba, en su primer partido como titular con la camiseta del Elche, puso en pie al Mart¨ªnez Valero. El central termin¨® el partido como el jugador de campo con m¨¢s duelos ganados.
Su f¨ªsico impone tanto como su carisma. Bambo tiene ganas de agradar en Espa?a, aunque el Elche no es su primera aventura en un pa¨ªs al que lleg¨® con cuatro a?os. Afincado en Matar¨®, se hizo un nombre en el Cornell¨¤. En un duelo contra Carles Ale?¨¤, los muchos ojeadores que hab¨ªa ese d¨ªa en el campo, apuntaron su nombre. Peralada y Girona, tras un paso por la Sampdoria, le permitieron dar el salto a la Premiership, donde estuvo cinco a?os.
En Inglaterra fue donde vivi¨® una pesadilla y cambi¨® su vida. En 2020, tras un test antidopaje, le detectaron higenamina, una sustancia para perder peso. Eso le ocurri¨® en el Barnsley. El castigo: cinco a?os de sanci¨®n. Bambo perdi¨® el trabajo y se qued¨® sin ingresos. Decidi¨® regresar a Catalu?a. El central s¨®lo quer¨ªa demostrar que estaba limpio, que ese compuesto, para un tipo que no tiene ni un gramo de grasa, lo generaba su cuerpo y que no ten¨ªa nada que ver con el dopaje. El problema fue que el castigo era tan duro que al defensa no le dejaban ni pisar un terreno de juego, ni en Matar¨® ni en ning¨²n lugar.
Por el camino, se encomend¨® a Anselm Pasquina, uno de sus ¨¢ngeles de la guarda que conoci¨® en Cornell¨¤ a?os antes. ¡°Nos llamaban novios porque est¨¢bamos todo el d¨ªa juntos. Cuando le vi entrar en el vestuario, le impuso a todos. Pero yo me levant¨¦ y le di un abrazo¡±, comenta Pasquina a AS. Anselm tambi¨¦n recuerda con dureza c¨®mo fueron esos meses en los que Bambo no pod¨ªa jugar al f¨²tbol. ¡°Fue una situaci¨®n muy complicada. Los que le conocemos sabemos que es un tipo saludable y que est¨¢ contra el dopaje. Es m¨ª hermano. Desde el primer d¨ªa que le conoc¨ª, fue como un flechazo. Por eso, ten¨ªa que estar a su lado en ese momento¡±, comenta Anselm.
Su amigo no le dej¨® ni un instante de lado. Al contrario. Anselm se levantaba cada ma?ana a las 4 de la ma?ana porque trabajaba en una pescader¨ªa. Bambo, sancionado, decidi¨® buscar trabajo. Le dieron una oportunidad en un concesionario de coches. En poco tiempo, all¨ª tambi¨¦n se convirti¨® en un l¨ªder. ¡°Hac¨ªa de todo, pero como tiene don de gentes y mucha labia era capaz de venderle coches a todo el mundo¡±, recuerda Pasquina. Lejos del c¨¦sped, Bambo, con el dinero que se sacaba trabajando, se apunt¨® a un centro deportivo. Fue el Preston, cuando nadie lo esperaba tras el error m¨¦dico, el que le dio una oportunidad. Antes, tuvo que ganarse un contrato. Le llamaron para hacer la pretemporada y en una semana se dieron cuenta de que Bambo ¡°era un le¨®n con hambre¡±. ¡°La sanci¨®n le sirvi¨® para ponerse m¨¢s fuerte porque al principio era un tirillas¡±, bromea Pasquina. Las horas de gimnasio empezaron a notarse y el central volvi¨® a resurgir.
Poco a poco, Bambo fue recuperando su mejor versi¨®n. Pero al mismo tiempo, su entorno lamentaba una y otra vez esa maldita sanci¨®n que le lleg¨® con 22 a?os. ¡°Si no hubiese sido por eso, yo creo que estar¨ªa en un equipo de Champions. Y no lo digo porque sea su amigo. Antes de la sanci¨®n, estaba en un momento en el que varios clubes de primer nivel estaban interesados en ¨¦l¡±, afirma Pasquina, quien tambi¨¦n ha sido jugador, pero en categor¨ªas m¨¢s modestas. ¡°Yo siempre he pensado que alguien pudo manipular aquel test porque acusar a Bambo de una sustancia para perder peso no tiene ning¨²n sentido¡±, recuerda Anselm.
Tras cinco a?os con experiencia en Inglaterra, este a?o le lleg¨® la llamada del Elche. El club anunci¨® su fichaje con Bambo subido a un caballo. ¡°El caballo lo podr¨ªa haber llevado ¨¦l a cuestas¡±, bromea Anselm. Un partido como titular le ha servido al central para ganarse el cari?o de todo el mundo en Elche. Ante el C¨®rdoba, demostr¨® su poder¨ªo y las ganas de triunfar que tiene un chico que durante dos a?os le cortaron la progresi¨®n de golpe. En el Mart¨ªnez Valero, su sonrisa y contundencia ya enamora. Tambi¨¦n a Eder Sarabia. ¡°Bambo es un l¨ªder. Nos ayuda mucho en el d¨ªa a d¨ªa. Tiene hambre, carisma, personalidad y una fuerza descomunal. Necesitamos ese tipo de jugadores que contagien¡±, coment¨® el t¨¦cnico el pasado lunes.
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