Arn¨¢iz y un desv¨ªo de la senda

Juan Mu?oz enfil¨® decidido hacia el bal¨®n. Lo quer¨ªa para ¨¦l. S¨®lo para ¨¦l. Lo agarr¨® con fuerza y no lo solt¨® pese a que el otro capit¨¢n, Jos¨¦ Arn¨¢iz, lo quer¨ªa tambi¨¦n. El talaverano del Legan¨¦s hab¨ªa provocado la acci¨®n del penalti. Su frenada en seco ante el asedio de Franc¨¦s hizo que el central del Zaragoza lo arrollara m¨¢s por inercia que por intenci¨®n. Pero Juan Mu?oz, que ya hab¨ªa hecho el empate a uno, deseaba un segundo gol. Quer¨ªa ejecutar desde los once metros. Se sent¨ªa con confianza. Marcar, adem¨¢s, le situar¨ªa con seis goles, superar su marca personal en una temporada como blanquiazul y cerrar 2022 como m¨¢ximo goleador del equipo.

Ah¨ª comenz¨® una discusi¨®n que termin¨® con Mu?oz lanzando y marcando. Nada nuevo que no se haya visto en otro equipo de f¨²tbol antes de no ser porque a Arn¨¢iz continu¨® molesto toda la noche. Y lo dej¨® claro con una cadena de gestos con los que Arn¨¢iz se sali¨® de la senda de concordia que dominaba el vestuario del Legan¨¦s en las ¨²ltimas jornadas.

El ¡®10¡ä blanquiazul no celebr¨® el gol de Juan Mu?oz. No abraz¨® al utrerano como s¨ª hicieron el resto de sus compa?eros. La reacci¨®n del resto de futbolistas fue fogosa porque el gol era muy importante. Con ese tanto, se remontaba el 0-1 inicial de Giuliano y, de paso, se lograba un triunfo que permit¨ªa al bloque acabar a?o a s¨®lo dos puntos y dos puestos del playoff. Un hito si se tiene en cuenta que hace s¨®lo 13 jornadas el equipo era colista. De paso, tambi¨¦n prolongaba hasta diez las jornadas consecutivas como invicto. La (casi) cuadratura del c¨ªrculo.

Sin festejo, sin brazalete

Pero Arn¨¢iz no se uni¨® a esa pi?a. Se march¨® cabizbajo rumbo a su propio cambio mientras alg¨²n compa?ero lo miraba sorprendido rumbo al ¨¢rea donde estaba festejando Juan Mu?oz. Uno de ellos, Sergio Gonz¨¢lez, tambi¨¦n capit¨¢n del equipo y, m¨¢s tarde, protagonista del otro feo que hizo el ¡®10¡ä. Porque ¨¦ste no ser¨ªa el ¨²nico gesto de enfado que mostr¨® durante la noche.

Butarque, desde entonces, no le perdi¨® ojo visto que el pique, lejos de apaciguarse, se manten¨ªa vivo. Cuando Qasmi sustituy¨® a Juan Mu?oz unos diez minutos despu¨¦s del gol de penalti, el delantero se quit¨® el brazalete para d¨¢rselo a Arnaiz, en la cadena de capitan¨ªas pepineras, el tercer jugador encargado de lucirlo tras Omeruo y el propio Juan Mu?oz. Pero Arn¨¢iz no quiso lucirlo esta vez. Fue finalmente Sergio Gonz¨¢lez, cuarto capit¨¢n, quien lo port¨® en los ¨²ltimos minutos del duelo.

¡°Ha pasado. Pasa y pasar¨¢. Esto es el f¨²tbol. En el momento, la competitividad de la gente, la calentura, el querer todos hacer su gol¡­ es natural entre los delanteros¡±, empez¨® a explicar Idiakez en sala de prensa su versi¨®n de lo sucedido. ¡°Lo gestionaremos de puertas para dentro para que todo lo que tenga que pasar, pase dentro¡­ Para que fuera no tengamos ese tipo de comportamientos. No me preocupa. Son dos grandes tipos que se llevan fenomenal, adem¨¢s. La persona con la que m¨¢s he discutido es mi hermano. Es algo normal. Estoy convencido de que se va a quedar ah¨ª¡±, analiz¨® rest¨¢ndole importancia.

¡°Bueno¡­ el que me conoce sabe que yo no me llevo mal con nadie. Es dif¨ªcil. Pero s¨ª, claro que tiene que ver. Jos¨¦ es de los m¨¢s veteranos. Llevamos tiempo. S¨¦ como juega. Con la mirada s¨¦ lo que ¨¦l quiere y a la inversa¡­¡±, coment¨® recientemente Juan Mu?oz en una entrevista en AS a prop¨®sito de su buena relaci¨®n con Arn¨¢iz dentro y fuera del verde.