Se cumplen 30 a?os del debut de Ra¨²l

Parece que fue ayer, pero se cumplen 30 a?os del debut oficial de Ra¨²l como jugador de la primera plantilla del Real Madrid. Fue en La Romareda, ante un Zaragoza que se impuso por la m¨ªnima (3-2) en un ag¨®nico encuentro de la Liga 1994-95. Los entonces vigentes campeones de la Copa (esa campa?a acabar¨ªan levantando la Recopa ante el Arsenal), con un s¨®lido bloque con jugadores como Cedr¨²n, C¨¢ceres, Aguado, Nayim, Arag¨®n, Pardeza, Poyet y Esnaider, por citar a unos pocos, se midieron a un Madrid que llegaba con ganas de volver a levantar el t¨ªtulo liguero, algo que har¨ªan meses despu¨¦s. Jorge Valdano apostaba fuertemente por la presencia de ese cr¨ªo que, por entonces, contaba con 17 a?os de edad. Hab¨ªa jugado unos minutos en dos amistosos previos, en Oviedo y en Karlsruhe (Alemania), dejando un gran sabor de boca.

Pero en su estreno no estuvo tan afortunado como en los dos encuentros anteriores: tuvo dos claras ocasiones que err¨®, pero dej¨® claro su car¨¢cter y su personalidad. Fue el primero de los 741 encuentros que jugar¨ªa con la camiseta madridista en una trayectoria que arrancar¨ªa ese 29 de octubre y acabar¨ªa en 2010, antes de irse al Schalke germano. En medio esos m¨¢s de 740 partidos, con 323 goles entre todas las competiciones.

Su primer tanto llegar¨ªa una semana despu¨¦s. Nada m¨¢s y nada menos que en un derbi ante el Atl¨¦tico (4-2). Un equipo al que conoc¨ªa bien, porque se hab¨ªa forjado en su cantera, y al que estuvo a punto de regresar ese verano de 1994 viendo que los rojiblancos volv¨ªan a recuperar una cantera deportiva que Jes¨²s Gil hab¨ªa mandado eliminar para ahorrar gastos. Recib¨ªa un pase de Laudrup para cruzar el bal¨®n a la escuadra de un Diego que se qued¨® sorprendido por el lanzamiento. Fue un golazo. ¡°Por suerte hay muchos goles, pero siempre recuerdo el primero, igual que recuerdo la camiseta del 29 de octubre, de mi debut en Zaragoza. Mi ilusi¨®n era poder jugar en el Bernab¨¦u y conseguir ese primer gol. Fue algo maravilloso e incre¨ªble. Lo puedo recordar una y otra vez. Es como si lo estuviese viendo ahora mismo. Y luego, el gol de la Intercontinental (1998), o los de las finales de Champions (2000 y 2002). Por suerte he podido ayudar al equipo con muchos goles, pero lo m¨¢s importante es el camino y que durante ese camino disfrut¨¦ mucho¡±, dir¨ªa a los medios oficiales madridistas tras dejar el club. A lo largo de esos 16 a?os Ra¨²l gan¨® seis Ligas, tres Champions, dos Intercontinentales, una Supercopa de Europa y cuatro de Espa?a, convirti¨¦ndose en un s¨ªmbolo eterno del club blanco. Ahora entrena a los cachorros de La F¨¢brica. Su legado sigue en Valdebebas.

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