Rudolf Gramlich, el presidente del Eintracht desheredado
El Eintracht, rival del Real Madrid en la final de la Supercopa, retir¨® el t¨ªtulo de presidente honor¨ªfico a un exjugador y expresidente debido a sus relaciones con el partido nazi alem¨¢n
¡°S¨®lo pod¨ªa haber una decisi¨®n en el caso de Rudolf Gramlich¡±. La frase, directa y sin concesiones, la pronunci¨® Peter Fischer a comienzos de 2020. El actual presidente del Eintracht desde agosto de 2000, explicaba la decisi¨®n que hab¨ªa adoptado el club alem¨¢n para con el que hab¨ªa sido uno, sino el que m¨¢s, dirigente que m¨¢s respeto hab¨ªa causado a lo largo de la centenaria historia del club de Frankfurt: Rudolf Gramlich, primero jugador, luego presidente en dos etapas diferentes, y posteriormente nombrado presidente honorario del conjunto de la ciudad del oeste germano, era despojado de su presidencia honoraria debido a su relaci¨®n con las SS y con diferentes sectores de la pol¨ªtica nazi antes y durante la Segunda Guerra Mundial, algo que acab¨® fulminando su honorable reputaci¨®n hasta ese momento.
Pero vayamos por partes. ?Qu¨¦ hab¨ªa sucedido para que la reputaci¨®n de tal ilustre personaje cayese en el olvido de manera tan directa? Rudolf Gramlich naci¨® en 1908. Desde muy joven sinti¨® la pasi¨®n por el f¨²tbol, lo que le llev¨® a militar en las filas del Borussia de Frankfurt, antes de recalar en el Eintracht, algo que hizo con apenas 20 a?os en 1929. Era un centrocampista muy vers¨¢til, vertical, le gustaba manejar el control del partido, era muy cerebral a la par que posicional. Unas cualidades que llamaron r¨¢pidamente la atenci¨®n del entonces seleccionador germano Otto Nerz, uno de los primeros prohombres del f¨²tbol teut¨®n. Nerz hizo debutar a Gramlich en 1931 y estar¨ªa all¨ª hasta 1936, cuando una dolorosa derrota ante Noruega provoc¨® un alud de cr¨ªticas del propio Nerz, que vio c¨®mo era relegado de su puesto como m¨¢ximo entrenador germano. Gramlich fue 22 veces internacional (fue el campit¨¢n de la selecci¨®n alemana en los JJ OO de Berl¨ªn en 1936), pero dej¨® muestras de su fuerte personalidad: en 1934, durante el Mundial de Italia, s¨®lo jug¨® un encuentro: a la vez que jugaba, Rudi, como era conocido, pidi¨® permiso para regresar a Alemania. Trabajaba en una f¨¢brica de cuero, donde laburaban a su vez cientos de jud¨ªos. En los primeros momentos de tensi¨®n social, Gramlich regres¨® a Frankfurt para dar tranquilidad y serenidad en unos momentos bastantes cr¨ªticos. Gramlich era un personaje muy conocido en Frankfurt, y su presencia conllevaba ciert estabilidad¡ en parte por su permanencia en las filas de las SS, a las que se afili¨® justo antes de celebrarse los Juegos Ol¨ªmpicos berlineses. Presiones desde diversos sectores de la ciudad del Meno le hab¨ªan llevado a eso. Con el estallido de la II Guerra Mundial, Gramlich fue nombrado presidente del Eintracht. En 1942 fue trasladado a Cracovia, donde tambi¨¦n dirigi¨® la secci¨®n de f¨²tbol de las SS. Con el final de la guerra, Gramlich fue detenido por tropas norteamericanas y retenido hasta 1947 en Frankfurt: se le acusaba de cr¨ªmenes contra la humanidad. Finalmente, fue liberado tras recibir los americanos cientos de testigos de que no hab¨ªa cometido. Volvi¨® a ser nombrado presidente del Eintracht, cargo en el que estar¨ªa desde 1955 hasta 1970 en esta segunda etapa, logrando la primera d¨¦cada dorada del equipo alem¨¢n: gan¨® el campeonato germano en 1959, lo que permiti¨® disputar la Copa de Europa 1959-60. Lleg¨® a la final, perdiendo ante el Real Madrid en el Mejor partido de toda la historia, seg¨²n rezaban los carteles de la BBC previo a su emisi¨®n cada Navidad.
Pero el pasado siempre vuelve¡ Pese a que Gramlich falleci¨® en 1988, no ser¨ªa hasta 2000 cuando todo comenz¨® a ver la luz. Por entonces, la DFB (la Federaci¨®n Alemana de F¨²tbol) encarg¨® una obra sobre la historia del f¨²tbol germano a lo largo del siglo XX. Sin embargo, las cr¨ªticas que produjo hizo que la DFB encargara una serie de informes posteriores al profesor universitario Nils Havermann, cuya obra ¡°El F¨²tbol bajo la esv¨¢stica¡± comenz¨® a investigar diversas figuras relacionadas con este enfangoso asunto. Una de ellas era el propio Gramlich.
Havermann cont¨® con el apoyo del propio club de Frankfurt. Sobretodo, de su presidente, Peter Fischer, que quer¨ªa limpiar la imagen del club germano de notas racistas, de extrema derecha y sobretodo, de una imagen fascista. Conocidas los primeras se?ales, dio orden de que se investigase pasase lo que tuviera que pasar: ¡°As¨ª es. Sab¨ªamos mucho de o¨ªdas y, sobre todo, nuestro director general del museo, Matthias Thoma recopil¨® mucho material. Pero ten¨ªamos la tarea de hacer que los hechos conocidos por nosotros fueran examinados seriamente para que no seamos vulnerables a los ataques de ning¨²n lado. No escatimamos en gastos ni esfuerzos y encargamos a una de las empresas m¨¢s serias de Alemania a la hora de tratar el periodo comprendido entre 1933 y 1945, el instituto Fritz Bauer. Eso llev¨® alrededor de un a?o para que la experiencia tan diversa estuviera disponible para nosotros¡±, dijo Fischer. El resultado lleg¨® a finales de 2019. A comienzos de 2020, Rudolf Gramlich era despose¨ªdo de su t¨ªtulo de presidente honorario. Su crimen: ser miembro de la SS. La imagen del Eintracht quedaba limpia¡