REAL MADRID
Resoluci¨®n del Comit¨¦ de Disciplina sobre la sanci¨®n a Bellingham
El Comit¨¦ impone dos partidos de suspensi¨®n al jugador ingl¨¦s por ¡°actitudes de menosprecio o desconsideraci¨®n hacia el ¨¢rbitro¡±, as¨ª como una multa de 600 € al jugador y 700 al Real Madrid.

Resoluci¨®n ¨ªntegra del Comit¨¦ de Disciplina sobre la sanci¨®n a Jude Bellingham:
¡°Vistas las alegaciones y la prueba videogr¨¢fica aportada por el REAL MADRID CF, relativas a la expulsi¨®n de su jugador D. Jude Victor William Bellingham, este Comit¨¦ de Disciplina considera lo siguiente:
PRIMERO.- Debe hacerse referencia, en primer lugar, a los preceptos de la normativa federativa que se refieren a la funci¨®n que han de cumplir los ¨¢rbitros durante los encuentros. En este sentido, debe citarse en primer lugar el art¨ªculo 260 del Reglamento General de la Real Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol (RFEF), el cual, en su primer p¨¢rrafo, establece que ¡°el ¨¢rbitro es la autoridad deportiva ¨²nica e inapelable, en el orden t¨¦cnico, para dirigir los partidos¡±. Entre las obligaciones que le incumben durante el desarrollo del encuentro est¨¢ la de ¡°amonestar o expulsar, seg¨²n la importancia de la falta, a todo futbolista que observe conducta incorrecta o proceda de modo inconveniente y asimismo a entrenadores, auxiliares y dem¨¢s personas reglamentariamente afectadas¡± (art¨ªculo 261, p¨¢rrafo 2, apartado e)); Igualmente, despu¨¦s de los encuentros, deber¨¢ ¡°redactarde forma fiel, concisa, clara, objetiva y completa, el acta del encuentro, as¨ª como los informes ampliatorios que estime oportunos, remitiendo, con la mayor urgencia y por el procedimiento m¨¢s r¨¢pido, una y otros, a las entidades y organismos competentes¡± (art¨ªculo 261.3, apartado b). Sobre el valor probatorio de estas actas, el art¨ªculo 27 del C¨®digo Disciplinario de la RFEF cuando se?ala que las mismas ¡°constituyen medio documental necesario en el conjunto de la prueba de las infracciones a las reglas y norma deportivas¡± (p¨¢rrafo 1). Y a?ade que ¡°en la apreciaci¨®n de las infracciones referentes a la disciplina deportiva, las decisiones del ¨¢rbitro sobre hechos relacionados con el juego son definitivas presumi¨¦ndose ciertas, salvo error material manifiesto¡± (p¨¢rrafo 3). Este y no otro debe ser el punto de partida de esta resoluci¨®n y de la decisi¨®n que haya de adoptarse: las actas arbitrales gozan de una presunci¨®n de veracidad iuris tamtum, que podr¨¢ ser, en consecuencia, desvirtuada cuando se pruebe la existencia de un error material manifiesto.
SEGUNDO.- Esto es, en definitiva, lo que deber¨¢n tener en cuenta los ¨®rganos disciplinarios federativos cuando, en el ejercicio de su funci¨®n de supervisi¨®n, adopten acuerdos que invaliden las decisiones adoptadas por el ¨¢rbitro y reflejadas en las actas arbitrales. Esta posibilidad, sin embargo, se circunscribe a supuestos muy determinados. En general, no ser¨¢ posible revocar Real Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol COMUNICACION PUBLICA DE LOS ACUERDOS DEL COMIT? DE DISCIPLINA ADOPTADOS EL 06-03-2024 una decisi¨®n arbitral invocando una discrepancia en la interpretaci¨®n de las Reglas del Juego, cuya competencia ¡°¨²nica, exclusiva y definitiva¡± corresponde precisamente al colegiado seg¨²n lo establecido por el art¨ªculo 118.3 del C¨®digo Disciplinario federativo. ?nicamente si se aportase una prueba concluyente que permitiese afirmar la existencia del mencionado error material manifiesto, debido a la inexistencia del hecho que ha quedado reflejado en el acta o a la patente arbitrariedad de la decisi¨®n arbitral, quebrar¨¢ la presunci¨®n de veracidad de la que gozan las actas arbitrales a tenor de lo dispuesto en el mencionado C¨®digo Disciplinario.
TERCERO.- La doctrina de los ¨®rganos disciplinarios de esta RFEF y del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) respaldan las anteriores afirmaciones. Todos ellos han resuelto de manera clara en diferentes Resoluciones la necesidad de que las pruebas aportadas demuestren de manera concluyente el error manifiesto del ¨¢rbitro. Puede citarse en este sentido la Resoluci¨®n del TAD de 29 de septiembre de 2017 (Expediente 302/2017), que afirm¨® que ¡°cuando el referido art¨ªculo 27 del C¨®digo Disciplinario de la RFEF se?ala que las decisiones arbitrales sobre hechos relacionados con el juego son ¡°definitivas presumi¨¦ndose ciertas, salvo error material manifiesto¡± est¨¢ permitiendo que el principio de invariabilidad (¡°definitiva¡±) del que goza la decisi¨®n arbitral en favor de la seguridad jur¨ªdica, en este caso, de las Reglas del Juego, pueda sin embargo mitigarse cuando concurriese un ¡°error material manifiesto¡±, en cuanto modalidad o subespecie del ¡°error material¡±, es decir que se trate, como ha se?alado el Tribunal Constitucional, cuando se ha referido a este t¨¦rmino en las leyes procesales (Vid. Art¨ªculos 214.3 de la Ley de Enjuiciamiento Civil y 267.3 de la Ley Org¨¢nica del Poder Judicial), de un error claro o patente, independientemente de toda opini¨®n, valoraci¨®n, interpretaci¨®n o calificaci¨®n jur¨ªdica que pueda hacerse¡±. En definitiva, s¨®lo la prueba de un error material manifiesto quebrar¨ªa la presunci¨®n de veracidad de la que goza el acta arbitral y permitir¨ªa dejar sin efecto lo consignado por el colegiado.
CUARTO.¨C Con el objeto de atacar la veracidad de las decisiones consignadas en el acta arbitral, el recurrente debe proporcionar al ¨®rgano disciplinario pruebas adecuadas y suficientes para demostrar la existencia de ¡°un error material manifiesto¡±. En este sentido, es tambi¨¦n doctrina reiterada del TAD la que declara la plena validez de la prueba videogr¨¢fica como instrumento probatorio apto para desvirtuar el contenido del acta arbitral. Por su parte, corresponde al ¨®rgano disciplinario federativo, en este caso a este Comit¨¦ de Disciplina, la obligaci¨®n de visionar y valorar el contenido de la grabaci¨®n a fin de comprobar si el mismo se corresponde o no con las alegaciones del recurrente.
QUINTO.¨C Consta en el acta arbitral lo siguiente:
¡°B.- EXPULSIONES - Real Madrid CF: En el final del partido el jugador (5) Bellingham, Jude Victor William fue expulsado por el siguiente motivo: Tras la finalizaci¨®n del partido y a¨²n en el terreno de juego, se dirigi¨® hacia mi corriendo en actitud agresiva y a gritos, repitiendo en varias ocasiones: ¡°it ?s a fucking goal¡± (sic)¡±.
El club alega la existencia de un error material manifiesto. Niega, en este sentido, y en primer lugar, la actitud agresiva que el colegiado atribuye al jugador en el acta. En segundo lugar, afirma que el jugador solo se dirigi¨® una vez al ¨¢rbitro, y no es varias ocasiones. Y, por ¨²ltimo, afirma que la expresi¨®n ¡°it¡¯s a fucking goal¡±, que traduce por ¡°es un maldito gol¡±, tenga car¨¢cter ofensivo o insultante. Tampoco lo tendr¨ªa, en su opini¨®n, si se optase por la traducci¨®n literal (¡°es un puto/jodido gol¡±), pues se trata de expresiones plenamente aceptadas en el lenguaje com¨²n. En apoyo de sus afirmaciones, el club aporta prueba videogr¨¢fica.
La tarea de este este ¨®rgano disciplinario, de acuerdo con la normativa federativa que resulta de aplicaci¨®n es determinar, en su caso, la existencia deun error material manifiesto en la descripci¨®n arbitral de la acci¨®n. Como se ha dicho aqu¨ª, ¨²nicamente la prueba de un error de este tipo puede desvirtuar la apreciaci¨®n realizada por el colegiado y, en consecuencia, la veracidad de lo que hizo constar en el acta. Es necesario en todo caso que se trate de un error claro o patente, independientemente de toda opini¨®n, valoraci¨®n, interpretaci¨®n o calificaci¨®n jur¨ªdica que pueda hacerse, circunstancias que no se dan en este caso. El repetido visionado de las im¨¢genes no ha permitido a este Comit¨¦ concluir, m¨¢s all¨¢ de toda duda, que la acci¨®n que motiv¨® la expulsi¨®n no se produjo tal y como la describi¨® el colegiado y, en definitiva, probar el error material manifiesto en el relato arbitral. En particular, no ha permitido concluir a este Comit¨¦ que el jugador no gritase -no se le escucha en ning¨²n momento-, que no repitiese varias veces la expresi¨®n ¡°it¡¯s a fucking goal¡± -el corte dura 11 segundos y no muestra lo que pas¨® inmediatamente antes- y que su actitud no fuese agresiva. Todo esto (el tono y la actitud del jugador y el n¨²mero de veces que se repite la frase) resulta determinante para contextualizar la acci¨®n y el efecto de las palabras concretas pronunciadas por el jugador, m¨¢s all¨¢ de su traducci¨®n literal. Si este ¨®rgano disciplinario aceptase la versi¨®n del club, que no alcanza, como se ha dicho, el umbral de prueba requerido, estar¨ªa realizando una sustituci¨®n de la labor arbitral que no le corresponde.
Procede, por tanto, la desestimaci¨®n de las alegaciones y el mantenimiento de las consecuencias disciplinarias la acci¨®n se?alada en el acta arbitral¡±.