Verano de 1996, Coru?a. Nuevo fichaje del Deportivo. Aterrizaba en la costa gallega un tipo brasile?o de 24 a?os, que llegaba procedente del Palmeiras a cambio de casi mil millones de pesetas. Alto, con unos rasgos faciales muy caracter¨ªsticos, y un f¨ªsico descomunal.

Se un¨ªa a un Depor que ya ven¨ªa deleit¨¢ndose en los a?os anteriores con los Mauro Silva, Bebeto o Donato. Debut ante el Real Madrid¡­ Y el resto es historia. ¡°La primera vez que me enfrent¨¦ a Rivaldo fue cuando ¨¦l estaba en el D¨¦por. Y, de verdad, puedo decir que era algo espectacular. Enfrentarte al Depor ya era algo complicado y, encima, si le sumas a ¨¦l, que dirig¨ªa un equipazo... Vamos, un nivel superior a los dem¨¢s. Este tipo de jugadores en la liga espa?ola hicieron que el f¨²tbol espa?ol se pusiera en un primer plano¡±, cuenta Iv¨¢n Campo a AS, ex futbolista de clubes como Real Valladolid, Valencia o Real Madrid, entre otros.

Verano de 1997, Barcelona. Nuevo fichaje de la entidad cul¨¦. Aterrizaba en la Costa Dorada un tipo brasile?o de 25 a?os, que llegaba procedente del Deportivo de A Coru?a a cambio de casi cuatro mil millones de pesetas. Alto, con unos rasgos faciales caracter¨ªsticos, con un f¨ªsico descomunal, y con 22 goles a sus espaldas. Esta vez, todos lo conoc¨ªan.

28, 29 y 23 goles en sus tres primeras temporadas en la Ciudad Condal. Se hab¨ªa erigido en una estrella de primer¨ªsimo nivel mundial. ¡°Daba miedo, la verdad. Porque era un futbolista muy, muy completo y la verdad es que en la ¨¦poca en la que yo jugu¨¦ contra ¨¦l en el Barcelona, pues era de estos que si pesta?eabas te hac¨ªa gol. No te pod¨ªas despistar¡±, confiesa Vicente Engonga a AS.

Hasta que lleg¨® el siglo XXI. Muchas cosas cambiaron en el mundo con la entrada de un nuevo siglo, y tambi¨¦n cambi¨® la carrera de V¨ªtor Borba Ferreira Gomes, Rivaldo. Pero no a peor, sino a mejor. El brasile?o se convirti¨® en una estrella a¨²n mayor, hasta el punto de ser casi la ¨²nica que iluminaba el cielo de Barcelona.

Y el propio Vicente Engonga desvela en AS una an¨¦cdota vivida sobre el terreno de juego con el astro brasile?o, precisamente en la Supercopa que gan¨® el Mallorca al FC Barcelona: ¡°Nosotros fuimos all¨ª a jugar y, en vez de contra Olaizola, jug¨® contra Lauren, que era su primera aparici¨®n como lateral en el Mallorca. Y yo recuerdo un momento del partido en el que vino a mi lado y me dijo: ¡°Es que en el medio est¨¢s t¨², y en la derecha hab¨¦is puesto a este¡­¡± Que era como, ¡°estoy harto de vosotros¡±.

?Y c¨®mo hicieron para pararle? Franco y Engonga coinciden en un m¨ªnimo punto d¨¦bil, y con un ¡®pero¡¯. ¡°Con la derecha le pegaba poco. Y yo cada vez que lo ten¨ªa delante, pr¨¢cticamente, me pon¨ªa de lateral derecho. Dec¨ªa, ¡®si total, si se va a ir para su pierna mala, pues mejor¡¯. Puntos d¨¦biles, en ataque, ten¨ªa muy pocos, pero ¨¦l siempre intentaba jugar con la zurda y ah¨ª era un poco donde te cre¨ªas que lo ten¨ªas, hasta que te sacaba un truco de la chistera y dec¨ªas, ¡®?qu¨¦ est¨¢ haciendo?¡±, cuenta el excentrocampista.

¡°S¨ª que es verdad que era muy zurdo, pero cuando quer¨ªa utilizar la derecha, utilizaba la derecha. Incluso llegaba de cabeza. Para m¨ª fue el m¨¢s dif¨ªcil al que me enfrent¨¦. Adem¨¢s, f¨ªsicamente estaba hecho un toro. Le pegaba tambi¨¦n con ese tiro raso que ten¨ªa¡­ Es que te reventaba, porque se pod¨ªa girar para los dos lados¡­ Fue tremendo. Era un jugador complet¨ªsimo y lo demostr¨®¡±, cuenta el exportero del Atl¨¦tico de Madrid.

Y eso que Rivaldo, a su llegada, no lo iba a tener f¨¢cil¡­ Deb¨ªa hacer olvidar a Ronaldo Nazario, ese delantero que hab¨ªa dado al FC Barcelona todo durante sus a?os como blaugrana, y que se marchaba al Inter de Mil¨¢n. Era su peque?a v¨ªa libre que tan bien aprovech¨®.

Rivaldo fue, para Engonga, otra de las estrellas en el camino a la gloria cul¨¦: ¡°En el Bar?a ha sido m¨¢s grande de lo que puede recordar la gente porque, para m¨ª, quiz¨¢s, el que eclips¨® a Rivaldo puede ser perfectamente Ronaldo¡­ Aunque Rivaldo viniera de hacer muchas cosas en los a?os anteriores. Pero claro, est¨¢ ah¨ª, al nivel de los ¡®futbolistas importantes¡¯ en la historia del Bar?a¡­ Antes de ¨¦l vino Romario, despu¨¦s Ronaldo, luego Ronaldinho y m¨¢s tarde Messi¡­ Ese es el camino que eligi¨® el Bar?a en ese sentido¡±.

Un magn¨ªfico problema para el aficionado del f¨²tbol, pero algo menos beneficioso para un jugador de semejante talla. A¨²n as¨ª, Rivaldo nunca quiso ser el m¨¢s medi¨¢tico, ni el m¨¢s pol¨¦mico. Todo lo demostraba sobre el verde.

Y tambi¨¦n se trata de alguien incomparable. Alguien ¨²nico. ¡°No te puedo asemejar a Rivaldo con nadie. Para m¨ª cada jugador tiene su forma de ver, de jugar, su t¨¦cnica, su t¨¢ctica. No puedo hacerlo, porque Rivaldo fue ¨²nico. Para m¨ª fue el icono, tuvo sucesores, s¨ª, pero los jugadores son diferentes. No hab¨ªa nadie como ¨¦l. Yo compart¨ª vestuario con S¨¢vio, y me pregunto: ¡®?Con qui¨¦n puedo comparar a S¨¢vio?¡¯. No hay nadie, ya no existen estos jugadores¡±, argumenta Campo.

Engonga y Franco, sin embargo, encuentran ciertas similitudes con algunos jugadores de los ¨²ltimos a?os. ¡°El f¨²tbol ha cambiado tanto que es complicado compararlo¡­ Pero yo lo pondr¨ªa, quiz¨¢s no ahora, pero s¨ª hace tres o cuatro a?os¡­ como una especie de Cristiano Ronaldo. Sobre todo, al final de su carrera. El Rivaldo del Depor, digamos, era una especie de Messi, y el del Bar?a, que para m¨ª lo cortaron mucho, fue una especie de Cristiano. Era m¨¢s de los ¨²ltimos 20 metros y en el Depor lo hac¨ªa todo. Era de esos futbolistas que yo pensaba que de d¨®nde hab¨ªa salido¡±, analiza el medio catal¨¢n.