Elegancia, carisma y un golpeo prodigioso. Es lo primero que se le viene a la mente a cualquier amante del f¨²tbol cuando se habla de David Beckham. Nacido y criado en Leytonstone (Londres, Reino Unido), el joven David creci¨® en el seno de una familia humilde, muy lejana a todo el glamour que adquiri¨® su figura cuando cumpli¨® su sue?o: ser futbolista profesional.

Para ello, huy¨® del estereotipo de adolescente corriente. En ¡®Beckham¡¯, la miniserie de ¡®Netflix¡¯ en el que se destapan muchos de los entresijos de su vida privada, se muestra que no ten¨ªa demasiados amigos ni sal¨ªa de fiesta hasta altas horas de la madrugada, ¨¦l s¨®lo quer¨ªa jugar al f¨²tbol. Una obsesi¨®n que no se detuvo en sus primeros a?os en las categor¨ªas inferiores del Manchester United. "Su repertorio de pases y sus lanzamientos de falta eran brillantes y eso no era casualidad: estaba todo el d¨ªa practicando". La cita es de Paul Scholes, quien compuso junto a Ryan Giggs, Roy Keane y el propio Beckham un cuarteto en el centro del campo que, a¨²n hoy, recita Old Trafford de memoria.

No s¨®lo un talento natural defin¨ªa a Beckham, tambi¨¦n lo hac¨ªa su vida fuera de los terrenos de juego. ?l mismo fue quien se erigi¨® como celebridad mediante campa?as publicitarias, su afici¨®n por todo tipo de lujos y, c¨®mo no, su relaci¨®n sentimental con Victoria Adams, integrante de las Spice Girls. Se transformaron en la pareja de moda en Inglaterra y David copaba titulares tanto de la prensa deportiva como de la del coraz¨®n. Una doble vida que Gary Neville explicaba as¨ª: ¡°Ten¨ªa la habilidad de tener toda esa locura en su vida pero, una hora antes del partido, cambiaba el chip y pasaba al modo f¨²tbol. Jugaba y rend¨ªa. No s¨¦ c¨®mo lo hac¨ªa, yo no podr¨ªa. A m¨ª, me sobrepasar¨ªa¡±. Y tambi¨¦n, una duplicidad que sacaba de sus casillas tanto a Alex Ferguson como a Glenn Hoddle, su ¨ªdolo de la infancia y su primer seleccionador en Inglaterra.

Mi¨¦rcoles, 10 de abril de 2002. Old Trafford. El Manchester United y el Deportivo de la Coru?a compiten por un pase a semifinales de la Champions. Los ingleses se llevaron el gato al agua y los gallegos cayeron eliminados. Pero esa no fue la ¨²nica noticia de aquella noche en Lancashire. David Beckham, a s¨®lo dos meses del Mundial de Corea y Jap¨®n, ca¨ªa lesionado en una entrada de Aldo Duscher, centrocampista argentino del Deportivo. Una acci¨®n que deriv¨® en una cacer¨ªa medi¨¢tica de la prensa inglesa al jugador deportivista.

As¨ª recuerda Duscher, con AS, ese incidente: ¡°Fue una jugada que se da en cualquier partido de f¨²tbol. Lamentablemente, ¨¦l se fisur¨® un huesito del empeine del pie. El tema era que estaba cerca el Mundial y estuvo a punto de perd¨¦rselo. Por suerte, no se lo perdi¨® y logr¨® llegar. Pero se arm¨® una algarab¨ªa grande.¡±

El 17 de junio de 2003, el Real Madrid anunci¨® el fichaje de David Beckham por 25 millones de euros y, de ese modo, se hac¨ªa con su cuarto ¡®gal¨¢ctico¡¯ tras Figo, Zidane y Ronaldo. Era el final feliz del culebr¨®n del mercado de fichajes del a?o 2003. Alfredo Rela?o, presidente honor¨ªfico de AS, destac¨® su carisma y simpat¨ªa de sus primeros d¨ªas como madridista: ¡°Cada paso que ha dado por Madrid nos ha hecho comprender algo m¨¢s por qu¨¦ es tan amado y tan deseado en todo el planeta. No le cuesta ser simp¨¢tico. Ni siquiera se lo hace: es que lo es.¡±

Su llegada a Espa?a fue todo un acontecimiento. Para muestra, su presentaci¨®n con 544 periodistas acreditados y m¨¢s de 45 c¨¢maras de televisi¨®n. Beckham, con el ¡®23¡¯ de Michael Jordan a la espalda -le convencieron para que llevase ese dorsal Jos¨¦ ?ngel S¨¢nchez y Jorge Valdano-, ya estaba aqu¨ª. Y Tom¨¢s Roncero, subdirector de AS, lo narraba as¨ª en su cr¨®nica al d¨ªa siguiente: ¡°Florentino present¨® ayer en sociedad al cuarto naipe de ese p¨®ker de ases con el que est¨¢ configurando una escalera de color que pasar¨¢ a la posteridad.¡±