El Girona es propiedad del Manchester City. Esta es una de las oraciones sobre las que m¨¢s se ha discutido en los ¨²ltimos a?os en el f¨²tbol espa?ol y todav¨ªa m¨¢s en este 2024, despu¨¦s de que fuera la gran revelaci¨®n de LaLiga y ahora est¨¦ debutando en la Champions League. Pero debatir s¨®lo sobre los giron¨ªs es obviar toda realidad por la que est¨¢ atravesando el deporte. Aunque todos los focos est¨¢n puestos sobre ellos ahora mismo, hay multitud de casos similares y la tendencia apunta a que aparecer¨¢n muchos m¨¢s.
La multipropiedad ha llegado al mundo del f¨²tbol para quedarse. Que una misma persona o entidad pudiera tener varios clubes en las principales ligas europeas y que estos pudieran enfrentarse en Europa sin que las competiciones sospechen nada es algo impensable, pero es lo que est¨¢ sucediendo. Cada vez son m¨¢s los clubes, sobre todo en el f¨²tbol ingl¨¦s, que han creado su propio entramado. ?Por qu¨¦ lo hacen? ?C¨®mo repercute este modelo en aquellos que no est¨¢n en la cima de la estructura? ?Y c¨®mo afecta a los jugadores? Echemos un vistazo.
El fen¨®meno de la multipropiedad no es reciente. El f¨²tbol espa?ol vivi¨® uno de los proyectos pioneros, el de la familia Pozzo. Llegaron en 2009 al Granada, al que lograron ascender a Primera Divisi¨®n, y tambi¨¦n se hicieron con el Udinese en Italia y el Watford en Inglaterra. El movimiento de futbolistas entre los tres equipos era una constante en cada mercado y dur¨® en la ciudad nazar¨ª hasta 2016. Este a?o, la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n pidi¨® doce a?os de prisi¨®n para el patriarca, Gino Pozzo y para el expresidente del Granada, Quique Pina, por usar al club para defraudar a la Hacienda p¨²blica mediante los traspasos de jugadores.
En esta Premier League, los propietarios de 13 de los 20 participantes tienen acciones en otros clubes de todo el mundo. Una cifra que podr¨ªa subir a 17 si el Liverpool hubiera comprado este verano el Girondins de Burdeos, si el Brentford no hubiera vendido al Midtjylland dan¨¦s en 2023, si los Wolves no hubieran hecho lo propio con el Grasshoppers suizo este a?o y si la liga aprueba la compra del Everton por el Grupo Friedkin, que tambi¨¦n est¨¢ en la Roma. Detr¨¢s de este af¨¢n de los ingleses por expandirse hay un motivo fundamental: el Brexit.
En esta Premier League, los propietarios de 13 de los 20 participantes tienen acciones en otros clubes de todo el mundo.
La salida del Reino Unido de la Uni¨®n Europea cambi¨® la forma de desarrollar y fichar jugadores en la Premier. Aquellos procedentes de pa¨ªses de la UE pasaron a ser extracomunitarios y necesitan un permiso de trabajo para poder jugar en tierras brit¨¢nicas. Tambi¨¦n los casos de F¨¢bregas, Beller¨ªn o Maffeo, que fueron a las canteras de clubes ingleses con 16 a?os, son irrepetibles porque ahora deben tener m¨¢s de 18. Adem¨¢s, este permiso de trabajo se obtiene a trav¨¦s de un sistema de puntos, que eval¨²a los minutos jugados por un futbolista con su club en todas las competiciones locales y continentales, y con su selecci¨®n. ?C¨®mo han sorteado la legislaci¨®n para poder hacerse con los jugadores que quieren? Haci¨¦ndose con el control de clubes en otros pa¨ªses.
Son muchos los beneficios de crear una estructura de multipropiedad. Si un equipo de Premier no puede inscribir a un jugador, lo puede fichar a trav¨¦s de un club en otro pa¨ªs y en una liga de menor exigencia. All¨ª se foguea, se determina si tiene nivel o no para dar el salto al equipo principal y disputa los minutos necesarios para obtener el permiso de trabajo. Tambi¨¦n hay ventaja a la hora de captar j¨®venes promesas, ya que pueden recibir informaci¨®n de los futbolistas de un determinado pa¨ªs a trav¨¦s del club ¡®peque?o¡¯ que se encuentre all¨ª. Incluso este modelo permite que las deudas que pueda tener una entidad se distribuyan entre todo el entramado.
El City Football Group, creado en 2013, es uno de los grandes ejemplos del ¨¦xito de la multipropiedad. Adem¨¢s del Manchester City o el Girona, lo conforman otros once equipos repartidos por Europa, Am¨¦rica, Asia y Australia. Esto les ha permitido montar una red de ojeadores enorme por todo el mundo. Salvo el Palermo en Italia, el Troyes en Francia, el Bah¨ªa en Brasil y el Yokohama Marinos en Jap¨®n, todos los clubes han sufrido modificaciones en sus escudos para parecerse al club matriz, el de Manchester.
El modelo Red Bull pasa por desarrollar a todos los jugadores y entrenadores con una filosof¨ªa de juego muy fija, de forma que la adaptaci¨®n a cada nuevo equipo sea r¨¢pida.
Otra gran referencia de la multipropiedad es Red Bull, que dispone de clubes en Alemania, Austria, Inglaterra, Francia, Brasil y Estados Unidos con tal de darle una mayor exposici¨®n a su marca. El club principal es el Leipzig, precedido en Europa por el Salzburgo. Su clave como modelo pasa por desarrollar a todos los jugadores y entrenadores con una filosof¨ªa de juego muy fija, de forma que la adaptaci¨®n a cada nuevo equipo sea r¨¢pida. Entrenadores como Flick, Nagelsmann, Marsch o Hoeness (Stuttgart) pasaron por all¨ª, y los traspasos de jugadores entre Leipzig y Salzburg son muy habituales cada verano. Recientemente entraron en el f¨²tbol ingl¨¦s de la mano del Leeds, est¨¢n a punto de hacer lo mismo en el f¨²tbol franc¨¦s con el Paris FC y han conseguido que J¨¹rgen Klopp se convierta a partir de 2025 en su director general de f¨²tbol, ayudando a coordinar todos los equipos del conglomerado.
No obstante, tener una estructura gigante no es una panacea y lo demuestra el Crystal Palace. El club londinense tiene dos propietarios, David Blitzer y John Textor, y cada uno tiene su propio entramado con equipos que van desde Olympique de Lyon el Augsburgo o el Botafogo, hasta el Alcorc¨®n. El Palace est¨¢ relacionado con otras diez entidades, pero su rendimiento en la Premier no ha variado, viviendo siempre en la media tabla y con pocos destellos para asaltar los puestos de Europa.
Para un club peque?o hay mucho atractivo en unirse a este sistema porque puede disponer de jugadores a los que, de no estar bajo el amparo de una entidad mucho mayor, no podr¨ªa optar. Si bien estos futbolistas tienen una clara fecha de caducidad si su rendimiento es bueno, durante el camino les sacan mucho provecho. Es el caso de Savinho en el Girona. El brasile?o s¨®lo ha pasado una temporada en LaLiga antes del marcharse al City, pero sus actuaciones ayudaron a los giron¨ªs clasificar a la Champions League.
Si bien el Girona es un ejemplo de equipos exitosos, el Troyes es el gran fracaso del City Group.
Bajo la promesa de crecer bajo el amparo de un equipo top, algunas ligas europeas de segundo orden se han vendido a la multipropiedad. Por ejemplo, un tercio de los clubes de la Primera y Segunda Divisi¨®n de B¨¦lgica est¨¢n dentro de un entramado. A los propietarios les interesa que est¨¦n siempre en la m¨¢xima categor¨ªa porque as¨ª son m¨¢s ¨²tiles para la estructura pero no hay espacio para todos. Podemos encontrar peleas por ascensos y descensos donde no s¨®lo est¨¢ en juego el ¨¦xito o la supervivencia de un equipo, sino tambi¨¦n los beneficios que todo el grupo puede sacar de ¨¦l.
Cuando no existen esos beneficios, hay clubes sat¨¦lite que se hunden por la falta de apoyos. Si bien el Girona es un ejemplo de equipos exitosos, el Troyes es el gran fracaso del City Group. El conjunto franc¨¦s subi¨® a la Ligue 1 en 2021 pero descendi¨® en 2023 y, desde entonces, no para de tambalear. El grupo hizo inversiones para favorecer a otros equipos del entramado, los fans protestan con frecuencia contra la propiedad y el rendimiento deportivo ha ca¨ªdo en picado. Actualmente, el Troyes es el colista de la Ligue 2.
Desde el punto de vista de un jugador, fichar por un equipo sat¨¦lite brinda m¨¢s opciones de llegar a un club asentado en la Premier League o a otra de las grandes ligas porque el camino ya est¨¢ establecido. Es m¨¢s, es la promesa con la que muchos de ellos acaban en estas estructuras. Firman por el conjunto inferior habiendo negociado antes con el superior, como es el caso de ?scar Perea. Este colombiano de 18 a?os fich¨® este verano por el Estrasburgo, club en propiedad del Chelsea. Si bien su contrato es con el conjunto franc¨¦s, su agente admiti¨® que ¡°en un principio se habl¨® con la gente del Chelsea¡±. En un futuro, si se considera que su rendimiento en la Ligue 1 ha sido suficientemente bueno y cumple con los requisitos del permiso de trabajo, tendr¨ªa conexi¨®n directa para marcharse a Londres.
Savinho nunca fue propiedad del Girona y, aunque sobre el papel fuera del Troyes, en la pr¨¢ctica era del City Group como conjunto.
Por el lado contrario, tambi¨¦n cabe la posibilidad de que nunca sean considerados para el club principal. Entonces, muchos pasan a ser fichas de cambio entre los planteles inferiores. Jacob Montes, nicarag¨¹ense de 25 a?os, fich¨® en 2021 por el Crystal Palace y no ha jugado ni un solo minuto para el equipo londinense. Ha pasado los ¨²ltimos a?os saltando entre clubes de la misma estructura (Beveren, Molenbeek. Botafogo y de vuelta a Molenbeek). Savinho no lleg¨® a Girona directamente desde el City, sino cedido desde el Troyes, con el que tampoco jug¨® ning¨²n partido. Cuando dio el salto a la Premier, desde Manchester pagaron 25 millones de euros que fueron directamente al equipo franc¨¦s que, como mencionamos antes, est¨¢ en Ligue 2. Savinho nunca fue propiedad del Girona y, aunque sobre el papel fuera del Troyes, en la pr¨¢ctica era del City Group como conjunto.
Legislativamente son pocas las barreras establecidas para la multipropiedad entre clubes de distintos pa¨ªses. La UEFA no lo proh¨ªbe expresamente y s¨®lo toma acci¨®n en casos donde los clubes que comparten propietarios se enfrentan en la misma competici¨®n sea Champions, Europa o Conference League. La federaci¨®n, seg¨²n el Art¨ªculo 5 de su reglamento de competiciones de clubes, establece que no se puede:
- Poseer o negociar valores o acciones de cualquier otro club participante en una competici¨®n de clubes de la UEFA.
- Ser miembro de otro club participante.
- Tener poder o estar involucrado en la gesti¨®n, administraci¨®n o rendimiento deportivo de m¨¢s de un club.
- Tener un control o influencia decisiva sobre m¨¢s de un club en una competici¨®n.
Para que el Girona pudiera participar en esta Champions League, ha tenido que salir de la estructura del City Group de una forma ¡®temporal¡¯.
Para que el Girona pudiera participar en esta Champions League, ha tenido que salir de la estructura de una forma ¡®temporal¡¯. El Manchester City no tendr¨¢ acuerdos t¨¦cnicos ni comerciales conjuntos con el club espa?ol, tampoco compartir¨¢ bases de datos de ojeadores, los miembros del Consejo de Administraci¨®n que pertenecen al City Group han tenido que apartarse de la gesti¨®n, y los equipos no podr¨¢n traspasarse jugadores de forma permanente o como cedidos hasta septiembre del pr¨®ximo a?o. Este tipo de excepciones se han dado en el pasado reciente. La temporada pasada tuvimos tres: Brighton y Union St. Gilloise, y Milan y Toulouse coincidieron en Europa League, y Aston Villa y Vitoria de Guimaraes lo hicieron en Conference.
Montaje: Diario ASLeipzig y Salzburgo juegan este a?o en Champions y anteriormente, en 2018, fueron emparejados en el mismo grupo en Europa League. Pueden competir sin mayores problemas porque 'cumplen' con la normativa. Argumentaron que Red Bull tiene la matriz principal en el Salzburgo pero que en el Leipzig no es m¨¢s que un patrocinador. No obstante, cada a?o siguen intercambiando jugadores. Janis Blaswich fue la temporada pasada el portero titular del Leipzig y este a?o se ha marchado cedido al Salzburg. La UEFA no impidi¨® este movimiento como s¨ª lo hizo con Jean-Clair Todibo, que iba a marcharse del Niza al Manchester United. Son dos equipos en los que la empresa INEOS tiene acciones y que juegan juntos este a?o la Europa League. Al final, el ex del Barcelona acab¨® en el West Ham.
Si no hubiera cumplido con la normativa, el Girona podr¨ªa haber acabado jugando en Europa League pese a haberse clasificado para Champions.
Un claro incumplimiento del reglamento provoca que uno de los dos equipos que comparta propietario no pueda participar en la competici¨®n. No obstante, el mismo Art¨ªculo 5 determina que s¨ª podr¨ªa tener hueco en otra competici¨®n UEFA de menor nivel. Es decir que, si no hubiera cumplido con la normativa, el Girona podr¨ªa haber acabado jugando en Europa League pese a haberse clasificado para Champions y su lugar, seg¨²n el Art¨ªculo 4.10, habr¨ªa sido para ¡°el siguiente equipo en la clasificaci¨®n de la liga dom¨¦stica de la misma federaci¨®n¡±. En este caso, el Athletic Club.
La multipropiedad ha pasado de ser un problema de un futuro pr¨®ximo a un nuevo presente en el que es dif¨ªcil plantear soluciones, o al menos tener mano firme para imponerlas. Muchos clubes de primer nivel la han tomado como el camino para ser a¨²n m¨¢s competitivos, y los de ¨®rdenes inferiores parecen aceptarla como manera de supervivencia. Las normas que pretenden regularla no son suficientemente estrictas y los propietarios ya han encontrado maneras de sortearlas. Mientras contin¨²a el debate sobre si atenta contra los valores de las competiciones, tocar¨¢ acostumbrarse a m¨¢s coincidencias como la de City y Girona cada temporada.
FOTO: Matthias Kern/Getty Images