Qu¨¦ fue de Gravesen, el ¡®ogro violento¡¯ del Madrid que nunca?se?medicaba
El excentrocampista dan¨¦s, que jug¨® en el Real Madrid entre enero de 2005 y junio de 2006, ahora comenta partidos del campeonato y de la selecci¨®n de su pa¨ªs
Michael Laudrup, Henning Jensen, Flemming Povlsen¡ y Thomas Gravesen. Siempre que hay cualquier enfrentamiento entre el Real Madrid o la Selecci¨®n espa?ola con alg¨²n equipo dan¨¦s o la selecci¨®n danesa, estos nombres vuelven a aparecer en la mente. Pero el que arranca siempre una sonrisa es el de este ¨²ltimo: Thomas Gravesen, fichado en el mercado invernal de 2005, en enero, y que apenas dur¨® una temporada m¨¢s. En el verano de 2006, durante la pretemporada en tierras austriacas y en una sesi¨®n de entrenamientos, el dan¨¦s se li¨® a pu?etazos con su entonces compa?ero Robinho. Ese fue su punto de salida del club blanco.
Thomas Gravesen hab¨ªa ganado reconocimiento tras sus partidos con la selecci¨®n danesa rumbo a la Eurocopa de 2004. Junto con su compatriota Tofting, ambos daban empaque y miedo en el centro del campo de la selecci¨®n n¨®rdica. El Madrid, viendo que le hac¨ªa falta un jugador duro en el centro del campo, lo fich¨® tras una reuni¨®n entre Vanderlei Luxemburgo y Arrigo Sacchi, entrenador y director deportivo blancos por aquel entonces. El jugador llegaba procedente del Everton, donde jugaba. Sin embargo, el d¨²o madridista err¨® el tiro: quien ejerc¨ªa de centrocampista agresivo era Lee Carsley, muy similar f¨ªsicamente hablando, con Gravesen. As¨ª, en enero de 2005 llegaba Gravesen a la capital madrile?a con un contrato de 2,8 millones de euros limpios por temporada.
R¨¢pidamente, el jugador se gan¨® el cari?o de la afici¨®n blanca. Sus ganas de agradar, su garra, temple y temperamento cayeron bien en la grada blanca en una ¨¦poca en la que Los Gal¨¢cticos comenzaban ya su cuesta abajo. En junio de ese 2005, Luis Figo se convert¨ªa en el primer Gal¨¢ctico en abandonar la disciplina blanca. ¡®Mad dog (¡¯perro loco¡¯) o ¡®Shrek¡¯, el popular ogro de dibujos animados popularizado por Dreamworks, como le apodaron, no se cortaba a la hora de hacer indicaciones de c¨®mo se deb¨ªa jugar: lo hac¨ªa en mitad de un partido, con gestos bruscos cuyos destinatarios eran futbolistas como Zidane, Ra¨²l, Ronaldo Nazario, Guti o el propio Figo: ¡°Es fant¨¢stico jugar con alguno de ellos cuando quieren, pero el equipo se part¨ªa a veces porque s¨®lo hab¨ªa tres que corr¨ªan. Si uno es superestrella y cobra m¨¢s que nadie tiene que ir ¨¦l primero al frente, y ellos no lo hac¨ªan. A veces se comportaron como unos mierdas¡±, lleg¨® a decir en una de sus posteriores entrevistas. En otra ocasi¨®n asegur¨® que no sol¨ªa medicarse ni tomar los cmplejos vitam¨ªnicos que le mandaban los m¨¦dicos de los clubes y de la selecci¨®n: ¡°No s¨¦ de qu¨¦ est¨¢n compuestos¡±, asever¨®.
Pero ya en su etapa en el Everton hab¨ªa protagonizado fuertes pol¨¦micas y encontronazos: seg¨²n cont¨® su compa?ero James McFadden, una vez se present¨® en la ciudad deportiva del equipo blue de Liverpool con una pistola de Paintball. ¡°?Se puso a disparar a todo el mundo! En otra ocasi¨®n se puso a disparar fuegos artificiales y un gran cohete. ?Lo dispar¨® hacia el preparador f¨ªsico!¡±. Con la selecci¨®n danesa protagoniz¨® otro incidente al sacarse sus partes ¨ªntimas y situarlas encima de la cabeza de un compa?ero.
En Madrid su gran locura en el terreno de juego qued¨® r¨¢pidamente bautizada por el maravilloso Michael Robinson: en un encuentro ante el Sevilla en el Bernab¨¦u, y tras realizar Zidane una ruleta en el centro del campo y cederle el bal¨®n, el dan¨¦s corr¨ªa con el bal¨®n controlado, cuando de repente, clav¨® su rodilla en el c¨¦sped, el bal¨®n sigui¨® su camino, ¨¦l se levant¨® y sigui¨® la jugada ante el asombro de un jugador sevillista. Ese gesto t¨¦cnico lo bautizaron como la gravesinha, cuya definici¨®n ha pasado a la posterioridad como ¡°el amague-regate en el que r¨®tula, menisco y ligamento cruzado est¨¢n al servicio del espect¨¢culo¡±.
Pero al t¨¦rmino de la campa?a 2005-06, con cambio de presidente y la llegada de Fabio Capello, su etapa en el Madrid acabar¨ªa en tierras austriacas: una ma?ana de entrenamiento, durante el partidillo, ¨¦l y Robinho se las tuvieron tiesas. ¡°Reconozco que le hice dos entradas, s¨ª, pero eso es f¨²tbol, no le quedaron moratones. Perdi¨® el bal¨®n, me golpe¨® y me dio patadas y yo fui a por ¨¦l, as¨ª reacciono. Se puede decir que fue mejor que no lo agarrara, o que fue una pena, pero mirando atr¨¢s, casi mejor no haberlo agarrado¡±. Fue traspasado al Celtic escoc¨¦s. Ya en tierras escocesas y preguntado por el incidente, Gravesen no se cort¨®: ¡°S¨¦ que la televisi¨®n del Madrid tiene im¨¢genes del episodio, pero no las muestran. ?Por qu¨¦ no? Es raro. Cada cual que piense lo que quiera¡±, explicar¨ªa. Robinho fue su punto y final en el Madrid. Pero tambi¨¦n se las tuvo con Ronaldo Nazario: se pic¨® con el brasile?o en un entrenamiento hasta tal punto que lo zarande¨®, lo tir¨® al c¨¦sped y cuando ¨¦ste se levant¨® le dio un cabezazo que le rompi¨® un diente.
En 2009 anunciar¨ªa su retirada del f¨²tbol tras disputar una ¨²ltima campa?a con el Celtic, y en la que supo que no le renovar¨ªan el contrato. Pero su vida dar¨ªa un giro de 180 grados tras su salida de los campos de juego. Fue precisamente eso, el juego, lo que le har¨ªa ganar millones y convertirle en un millonario: el juego, concretamente el p¨®ker, y una ciudad, Las Vegas, vieron el auge y ca¨ªda de este centrocampista. Lleg¨® a acumular m¨¢s de 110 millones de d¨®lares, pr¨¢cticamente lo mismo en euros, en ganancias entre inversiones y el juego: luego perdi¨® casi la mitad (se habl¨® de que perdi¨® cerca de 60 millones...). Mientras jugaba en el Celtic, estuvo comprometido con una actriz porno, muy popular en Dinamarca, Kira Eggers: sol¨ªa decir a sus compa?eros que la buscasen en Google si quer¨ªan ver fotos de ella¡ Actualmente vive un romance con la modelo checa Kamila Parse. Radicado en Estados Unidos, vive en una urbanizaci¨®n de lujo, teniendo como vecinos a Nicholas Cage y Andr¨¦ Agassi, aunque regresa a su Dinamarca natal para comentar partidos, tanto de la Liga danesa como de la selecci¨®n¡
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