Ya hay ¡®efecto Sergio Ramos¡¯

¡°Historia, valores y tradici¨®n¡±. As¨ª rezaba el tifo que los Biris, con una imagen de su ¨ªdolo el futbolista gambiano Biri-Biri, saludaba ¡®misteriosamente¡¯ la vuelta de Sergio Ramos al Ram¨®n S¨¢nchez-Pizju¨¢n. Pero 18 a?os y algunos desplantes no son nada en el f¨²tbol: el defensa camero fue titular a las primeras de cambio, pocos d¨ªas despu¨¦s de regresar a su casa durante el par¨®n de selecciones. Y el Sevilla gan¨®. De aquella manera, sin orden ni concierto, logr¨® sus tres primeros puntos de la campa?a para salir moment¨¢neamente del descenso. Adelanta, de hecho, a una Uni¨®n Deportiva Las Palmas que s¨®lo ha anotado un gol, de penalti, y se comprende por qu¨¦: despu¨¦s de un mont¨®n de disparos desviados en la primera mitad, de no conseguir rematar alguna jugada clara en el segundo tiempo y de fallar un mano a mano que salv¨® Dmitrovic en el descuento, es f¨¢cil adivinar que los de Garc¨ªa Pimienta tienen un serio problema de eficacia.

A arreones de un omnipresente Lucas Ocampos y con alg¨²n remate de Rafa Mir (titular por sorpresa) en los que apareci¨® un gran ?lvaro Vall¨¦s, el juego del Sevilla carec¨ªa de continuidad ni estructura. Tambi¨¦n entre l¨ªneas. Viera descubri¨® pronto estas debilidades sevillistas y aparc¨® debidamente para crear buena parte del peligro que, casi sin rematar entre los tres palos eso s¨ª, permiti¨® a Las Palmas inquietar a Dmitrovic antes y sobre todo justo despu¨¦s del descanso. En medio, imperial, Sergio Ramos. Sobre todo, en un bal¨®n que salv¨® bajo palos con lo que parece el hombro. Por si hab¨ªa alguna duda, el camero se encarg¨® de convencer a Mart¨ªnez Munuera para que su equipo mantuviera el equilibrio hasta ese momento.

Ya en esos inicios del segundo tiempo el partido se hab¨ªa convertido en un correcalles psicod¨¦lico, con la pelota de un ¨¢rea hacia otra, sobre todo hacia la de Vall¨¦s. El guardameta rinconero sac¨® sobre la l¨ªnea un disparo de la otra gran aparici¨®n sevillista de la noche, Dodi Lukebakio, antes de que negarle a En-Nesyri otro buen cabezazo... Para que el propio Lukebakio hiciera el 1-0 a bocajarro. El extremo belga amag¨® con otro gol en otra art¨ªstica jugada antes de que, incluso con los cambios defensivos de Mendilibar, Las Palmas se hiciera con el control del bal¨®n durante la recta final. Pero sin gol no hay para¨ªso. Y Sergio Ramos, que acab¨® exhausto, ya deja su huella en Nervi¨®n.