Vuela Llorente, revive Griezmann

La afici¨®n fue a ver a la Ara?a y se qued¨® deslumbrada por la salida del Atl¨¦tico, presionando muy arriba y Juli¨¢n Alvarez titular. Al minuto y medio, el campo atronaba. Barrios robaba, Griezmann dejaba y el argentino disparaba sin pensar. Muy desviado, vale, pero aplaudido a rabiar. El partido comenz¨® vigoroso, sin pausa y peligro en las ¨¢reas. Al Girona 3.0 de M¨ªchel regresaba Tsygankov y el papel de Dovbyk era para Abel Ruiz. Desde el inicio movi¨® con tino y rock and roll la pelota, como si siguieran los mismos y no tantos los nuevos. En el Atl¨¦tico, Simeone daba el mando a Barrios para dosificar a Koke y que se mantuviera De Paul que, al menos, se sac¨® las manos de los bolsillos para correr. Lo de intentar un pase en largo ya para otros cap¨ªtulos. En la defensa Azpilicueta ocupaba el central zurdo y Le Normand el diestro, cobijados bajo los brazos de ese Gim¨¦nez con el que San Pi?edo tendr¨¢ su mayor reto, Josema y las lesiones. Pasado el ardor inicial, la presi¨®n tan alta provocaba que ni Atleti ni Girona se sintieran c¨®modos del todo. Demasiados balones perdidos, juego trabado.

La afici¨®n fue a ver c¨®mo segu¨ªa Griezmann y comenz¨® chasqueando los labios. El franc¨¦s segu¨ªa en modo aturdido, como desde febrero, inexistente, err¨¢tico. En el minuto 17, Lino le serv¨ªa una pelota al punto de penalti donde estaba solo, ?sol¨ªsimo!, pero golpe¨® al aire, como en un chiste malo, pero sin gracia. Las salidas de Oblak son parecidas. Cuando asoma de su porter¨ªa hay runr¨²n. Ocurri¨® cuando lo hizo para despejar de pu?os un bal¨®n por alto que con atrapar hubiera sido suficiente. El Girona hab¨ªa tomado vuelo por las bandas, con las carreras de Bryan Gil y Tsygankov, que siempre terminaban en el ¨¢rea, y Azpilicueta deb¨ªa barrer. En la pausa de hidrataci¨®n, M¨ªchel dio la orden a sus futbolistas de buscarle la espalda.

La afici¨®n hab¨ªa ido a ver al Atleti de la Ara?a y de los 184 millones en fichajes y durante un rato, al principio, sigui¨® viendo al Atleti de los vicios del a?o pasado. Espes¨ªsimo y con el patad¨®n como recurso. Hasta que el Metropolitano dej¨® de chasquear los labios, mir¨® abajo y volvi¨® a ver a Griezmann, a su Grizi. Ocurri¨® en medio del ruido: Gazzaniga sali¨® de su ¨¢rea para tocar un bal¨®n con la mano y ver solo amarilla, por eso de que no era ocasi¨®n clara aunque llegara corriendo la Ara?a, pero Blind lo hac¨ªa primero y no era roja. La siguiente jugada fue el lanzamiento de la falta, que tir¨® Griezmann, roz¨® Arnau y Gazzaniga trag¨®. El franc¨¦s celebr¨® con besos al pecho, ese al que ha vuelto un viejo a?orado: el escudo. No fue roja pero s¨ª gol. Vale.

Como Llorente. Porque la afici¨®n del Atl¨¦tico fue a ver a la Ara?a pero se reencontr¨® al fin con su Grizi. Por el gol y por una volea en el centro del campo y en el aire para habilitar la carrera del 14, que ven¨ªa con la moto encendida y cuando eso pasa resulta imparable. El centrocampista/carrilero ha comenzado en alto y con gol la temporada con los vibes de la 20-21. Recogi¨® la pelota, sigui¨® 40 metros y al acercarse al ¨¢rea solt¨® un latigazo que entr¨® como un ob¨²s en la porter¨ªa de Gazzaniga. Si hab¨ªa salido el Girona con intenci¨®n de apretar en la segunda parte, se ahog¨® bajo el humo de su moto.

Enamorados de Gallagher

La afici¨®n que acudi¨® a ver a la Ara?a se rompi¨® las manos aplaudiendo al fichaje que se gan¨® su coraz¨®n antes de vestir la rojiblanca: Gallagher y su empecinamiento en ser del Atleti. 60 segundos pasaron hasta que hizo una falta. Puro cholismo. Poes¨ªa. M¨ªchel hizo un triple cambio, con el debut del fichaje (Miovski) del que espera un Dovbyk, pero su Girona se hab¨ªa quedado sin gas. Acumulaba posesiones largas pero como quien dispara agua. El Atleti ced¨ªa la pelota y a defenderse fiero. Reinildo sacaba con el rostro. Gallagher se reencarnaba en Gabi, con garra, presi¨®n e ir con todo. En el d¨ªa de la Ara?a, revivi¨® Grizi sin que argentino y franc¨¦s se encontraran en un pase. Terminaba el partido el Cholo sin ellos pero con p¨®lvora (Sorloth), que el verano le ha dejado un armario largo y bueno, volcado en el ¨¢rea de un Gazzaniga que cerrar¨¢ los ojos y seguir¨¢ viendo a rojiblancos corriendo. Como en esa jugada, la ¨²ltima: Barrios al sprint, disputando y cuerpeando un bal¨®n. Llega Llorente, asiste a Koke, todo sin que llegue un jugador del Girona a estorbar. El Cholo aplaud¨ªa. San Pi?edo sonre¨ªa. El Metropolitano les celebraba.

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