Vinicius alarde¨® de escudo... y Ra¨ªllo respondi¨® en su cara

Fue la cr¨®nica de un roce anunciado. Ra¨ªllo-Vinicius; Vinicius-Ra¨ªllo. Todo comenz¨® con unas declaraciones del central en una entrevista con DAZN: ¡°Si alg¨²n d¨ªa tengo que ense?arle a mi hijo un ejemplo de jugador... ser¨¢ Modric o Benzema. No Vinicius¡±. Sobre el tema fue preguntado Ancelotti en rueda de prensa, respondiendo tajante: ¡°Para m¨ª, Vinicius es un gran futbolista. A los j¨®venes les gusta este tipo de jugadores, con calidad y tan espectaculares con el bal¨®n. Mis nietos tienen todos la camiseta de Vinicius, los cuatro. Y no quieren otra¡±. Todos los ingredientes para un cara cara al rojo vivo estaban sobre la mesa. Y pas¨®.

Desde los primeros minutos, Vinicius vio como le esperaba un marcaje asfixiante: cada vez que recib¨ªa ten¨ªa dos hombres encima y a poco que se marchaba, falta. Hay un dato ostentoso: ning¨²n jugador del Real Madrid recib¨ªa 10 faltas en un partido de Liga desde hace una d¨¦cada (el ¨²ltimo fue Isco, en 2013). Encaj¨® una tras otra el brasile?o, que fue calent¨¢ndose hasta hervir. El punto de inflexi¨®n lleg¨® cuando Maffeo le ¡®sac¨®' una amarilla casi inexplicable: tras un leve contacto en el pie, el lateral anduvo astuto para exagerar y enga?ar a Hern¨¢ndez Hern¨¢ndez, que mordi¨® el anzuelo.

El gesto de Vinicius

As¨ª, el brasile?o enfil¨® el t¨²nel de vestuarios prendido. Lo primero que hizo fue acercarse al ¨¢rbitro y protestarle de manera muy ostensible alguna de sus decisiones. Aguant¨® Hern¨¢ndez Hern¨¢ndez el calor del momento y no le sancion¨® m¨¢s. Pero quedaba episodio: tras llegar a la boca de vestuarios, Vinicius se agarr¨® la camiseta por la zona del escudo, bes¨¢ndolo, sac¨¢ndolo hacia fuera y ense?¨¢ndoselo a a la grada. Alardeando del mismo en un gesto que la afici¨®n local interpret¨® como soberbia y provocaci¨®n. Ancelotti le acompa?¨® hasta el vestuario a apenas un metro de distancia. Casi escolt¨¢ndolo.

Y Ra¨ªllo respondi¨®

Tard¨® poco en contestar el otro protagonista del pique. Ra¨ªllo, capit¨¢n del Mallorca y autor de una imitaci¨®n que est¨¢ dando la vuelta al mundo. A los pocos minutos del segundo tiempo y cuando estaba junto a Vinicius, se agarr¨® el escudo del Mallorca, se lo ense?¨® y lejos de dejarlo ah¨ª, decidi¨® acerc¨¢rselo al rostro. Mucho; tanto, que dio la impresi¨®n de acerc¨¢rselo a la boca. Vinicius, esta vez, no entr¨® al trapo. Sigui¨® jugando, hasta acabar con las diez faltas citadas... y sin tirar a puerta. Un partido que fue una aut¨¦ntica pesadilla para ¨¦l. Un rifirrafe del que saltaron chispas.