El Bar?a deja de competir

Un Barcelona impresentable dej¨® pasar la oportunidad de dejar LaLiga casi vista para sentencia al perder por 1-0 ante un Almer¨ªa en zona de descenso en un partido desastroso en el que el equipo andaluz super¨® al equipo catal¨¢n en todos los aspectos del juego, especialmente en el de la motivaci¨®n. El Bar?a, que llegaba herido de M¨¢nchester y pendientes del Cl¨¢sico de Copa se olvid¨® de lo m¨¢s importante: jugar para ganar.

Sali¨® Xavi de Old Trafford parapetado en la excusa de ¡°al menos, ahora competimos¡±. Como todas las malas excusas, esta tambi¨¦n dur¨® lo que dura un tel¨¦fono m¨®vil en la puerta de un colegio. El partido del Barcelona en Almer¨ªa fue impresentable en juego, actitud, t¨¢ctica y t¨¦cnica.

Una actitud insultante que contrastaba con la de un Almer¨ªa desatado que desde el primer momento ganaba todos los duelos y que demostraba que entre ganar un t¨ªtulo o bajar a Segunda, es m¨¢s importante lo segundo. Aunque el Bar?a, despu¨¦s de sus desastres europeos no es que est¨¦ para elegir.

Desde la alineaci¨®n de Xavi, que debi¨® pensar m¨¢s en la ida de semifinales de la Copa ante el Madrid el pr¨®ximo jueves, que en LaLiga donde se pod¨ªa atar un campeonato que el s¨¢bado se hab¨ªa puesto a tiro cuando el Atl¨¦tico empat¨® en el Bernab¨¦u, hasta la actitud de los jugadores, todo fue un desastre desde el lado blaugrana mientras que el Almer¨ªa de Rubi demostr¨® el orgullo de unos profesionales que ven¨ªan de ser aplastados en Girona por 6-2.

Mientras que los jugadores del Almer¨ªa se com¨ªan a cada rival en la disputa de cualquier bal¨®n, los blaugrana, ni siquiera con la excepci¨®n de Gavi, daban la idea de salir a competir. En la mayor¨ªa de casos, su actuaci¨®n se podr¨ªa considerar indolente en la primera parte. En algunos, rozaba el despido procedente por falta de productividad e incompetencia.

El gol del Almer¨ªa, en el que Ely recuper¨® por ¨ªmpetu un bal¨®n a Gavi cerca del ¨¢rea local, coloca un pelotazo que baja Luis Su¨¢rez ante la mirada asustada de Eric y habilita a El Bilal, que se merienda a Christensen y a Ter Stegen es un gran ejemplo de lo que fue el partido.

El Bar?a, adem¨¢s, pudo dar gracias de llegar al descanso s¨®lo perdiendo por 1-0. Sin saber muy bien c¨®mo, Ter Stegen salv¨® un acrob¨¢tico remate de Baptistao que apestaba a 2-0. Mientras tanto, la cuenta del l¨ªder de la tabla en cuanto a remates arrojaba un balance vergonzoso de cero disparos a porter¨ªa en 45 minutos.

Para tratar de arreglar el desastre, Xavi tir¨® de Raphinha, que entr¨® en el descanso por un Kessi¨¦ circense. El problema es que el africano era uno m¨¢s de los desastres de la primera mitad, pero era m¨¢s f¨¢cil quitarle a ¨¦l a las primeras de cambio que a Busquets, Sergi Roberto, Eric, Alba o Lewandowski por citar un rep¨®ker de descalabros.

La entrada del extremos brasile?o (y puede que tomar consciencia del desastre de partido, que rozaba el rid¨ªculo) llevaron al Barcelona a apretar m¨¢s al Almer¨ªa. Pero de una manera muy cort¨¦s, sin chutar a porter¨ªa. El Almer¨ªa o¨ªa que alguien merodeaba por el jard¨ªn, pero nadie llamaba a la puerta. En cambio, el Almer¨ªa segu¨ªa buscando el 2-0 mediante un Luis Su¨¢rez desencadenado.

Ya a la desesperada, Xavi tir¨® de los j¨®venes y sac¨® a Pablo Torre y Alarc¨®n, quien a los 81 minutos de partido fue el primer blaugrana que chut¨® entre palos. Un bagaje impresentable para un equipo que aspira a ser campe¨®n y que ayer, como pas¨® hace un a?o, sin Pedri, no sabe ni competir.