Valverde, sobre su incidente con Baena: ¡°No me arrepiento de nada¡±
El uruguayo, en The Players Tribune: ¡°Hay ciertas l¨ªneas que no hay que cruzar. No como futbolista, sino como ser humano¡±.
Fede Valverde public¨® una largu¨ªsima carta en The Players Tribune en la que, entre otras cosas, habl¨® del incidente con ?lex Baena, del Villarreal, el curso pasado. El uruguayo acus¨® al espa?ol de haberle hecho comentarios hirientes sobre su familia y sobre el hijo que esperaban entonces (Bautista, cuya gestaci¨®n atraves¨® dificultades, por fortuna bien resueltas), tras lo cual, seg¨²n la versi¨®n de Baena, este le agredi¨® con un pu?etazo. El del Villarreal denunci¨® los hechos, pero la justicia los archiv¨® por considerar la acusaci¨®n inconsistente y Competici¨®n, que hab¨ªa sancionado a Valverde con cuatro partidos, retir¨® el castigo en consonancia con la justicia ordinaria.
Y de todo ello habl¨® Valverde en su carta, titulada: ¡°El Milagro¡±. En abril, despu¨¦s de un partido contra el Villarreal, todo se fue a pique. Todo el mundo ley¨® los titulares. Todos saben los dos lados de ¡°la historia¡±. No quiero volver a traer a la luz estas cosas horribles otra vez. Todo lo que quiero decir es¡ En una cancha de f¨²tbol, pod¨¦s decirme lo que quieras, y no me va a molestar. Soy uruguayo, por Dios. Pero hay ciertas l¨ªneas que no hay que cruzar. No como futbolista, sino como ser humano. Habl¨¢ sobre mi familia, y esto ya no es m¨¢s f¨²tbol. Ese d¨ªa se cruz¨® una l¨ªnea. ?Deber¨ªa haber reaccionado? Quiz¨¢s no. Quiz¨¢s tendr¨ªa que haber vuelto a casa a compartir una hamburguesa con mi hijo, a comerme unos nuggets y a mirar dibujitos. Pero soy un ser humano, y a veces ten¨¦s que saber plantarte por vos mismo y por tu familia. Me doli¨® ver que los medios me describieran como un tipo violento, se dijeron muchas mentiras que luego se probaron que no eran verdad. Pero honestamente puedo decir que no me arrepiento de nada, porque me hizo crecer todav¨ªa m¨¢s como persona, e hizo que nuestra familia estuviera m¨¢s unida que nunca. Gracias a Dios, despu¨¦s de ese d¨ªa negro, las cosas empezaron a mejorar¡±.
De lo que s¨ª se arrepiente Valverde fue de su actitud cuando dio el salto a la profesionalidad en Pe?arol, con s¨®lo 16 a?os. ¡°No s¨¦ si la gente de verdad puede entender lo que significa pasar de ser nadie a alguien que camina por la calle de tu barrio y de repente los adultos se te acercan porque quieren una foto. Recib¨ªs mensajes de chicas que la semana anterior ni siquiera te miraban. Todos quieren ser tu amigo. Es imposible no desviarse un poco de la senda y agrandarse. Pero yo hab¨ªa perdido el rumbo y reemplazado a muchos de los amigos con nuevos, como tantos jugadores j¨®venes. No es que estuviera haciendo nada raro. Pero era un maleducado. Me acuerdo de ver a los ni?os que esperaban por un aut¨®grafo m¨ªo y yo dudar: ¡°Ufff¡ ?Me paro o voy directo pa¡¯ casa? Hoy estoy re cansado¡±. Y los ni?os pidi¨¦ndote: ¡°Fede, Ey, Fede, Por favor¡±. Y quiz¨¢s eran dos minutos, pero yo capaz segu¨ªa de largo. Me mata recordarlo, porque esa no fue la manera en la que me educaron mis padres. En verdad, yo no era nadie. Era un boludo m¨¢s que jugaba al f¨²tbol, que peleaba por sus sue?os. La ¨²nica manera de explicarlo es que quiz¨¢s estaba cegado por la fama tan repentina¡±.
Antes de firmar por el Madrid, su fichaje por el Arsenal parec¨ªa casi hecho, pero se torci¨®. De eso habla tambi¨¦n en su carta: ¡°No es nada contra el Arsenal, pero yo nunca quise irme a Inglaterra. Hab¨ªa gente que me dec¨ªa: ¡°?Qui¨¦n no querr¨ªa irse al Arsenal? ?Te quer¨¦s quedar en Uruguay? ?Est¨¢s loco!¡± Lo que en realidad quer¨ªan decirme sin decirlo, era: ¡°Podemos hacer un mont¨®n de plata si te vas¡±. Y ah¨ª te das cuenta de que tu vida no es realmente tuya en el f¨²tbol. Te ponen presi¨®n de una manera ¡°amable¡±. ¡°?Fede! Si te vas al Arsenal vas a tener una linda cama y una ducha que dure 30 o 40 minutos caliente. ?A qui¨¦n no le gustar¨ªa esa vida?¡±. Me mandaron a Londres a una prueba de una semana, pero yo no estaba c¨®modo. Si s¨®lo pens¨¢s en cosas materiales, entonces suena genial. La realidad es que mi familia no podr¨ªa venir a Londres conmigo. Iba a tener que vivir solo, sin hablar el idioma, con 16 a?os de edad. As¨ª que fui lo suficientemente loco, o valiente, para decir que no. Dame duchas heladas siempre que pueda quedarme con mi familia. En mi cabeza, me hac¨ªa la idea de que despu¨¦s de eso, iba a quedarme en Uruguay para toda mi carrera¡±.
Hasta que apareci¨® el Madrid, y lo cambi¨® todo: ¡°Estaba en Paraguay, jugando el Sudamericano Sub-17 y ven¨ªa rompi¨¦ndola. Ten¨ªamos que jugar un partido decisivo contra Argentina al d¨ªa siguiente. Yo estaba en mi habitaci¨®n, y mis padres se estaban quedando en otra habitaci¨®n del mismo hotel. De repente me llama mi mam¨¢ y dice: ¡°Ven¨ª para nuestra habitaci¨®n ahora mismo. Ac¨¢ hay gente que quiere hablar vos¡±. No ten¨ªamos permiso para salir de nuestras habitaciones, as¨ª que le dije: ¡°Ahora no puedo, ma. No podemos salir¡±. Y cort¨¦. Volvi¨® a llamarme. ¡°Fede, ven¨ª ahora mismo. Esta gente es del Real Madrid¡±. Pens¨¦ que me estaba haciendo una broma. Pero corr¨ª hasta la otra habitaci¨®n, y ah¨ª estaban: dos hombres que nunca hab¨ªa visto en mi vida. A ella se le ca¨ªan las l¨¢grimas. Pero ella siempre es de emocionarse, as¨ª que no sab¨ªa qu¨¦ pensar. Le dije: ¡°Ma, sin faltarte el respeto, sab¨¦s que no me gusta habl¡¡±. Y ella dijo: ¡°Fede, c¨¢llate. Esc¨²chalos. Vas a tener una gran noticia¡±. Y ah¨ª los tipos empezaron a hablar en espa?ol de Espa?a, y entonces pens¨¦: ¡°A la mierda¡ estos no son de aqu¨ª. ?Esto es en serio?¡±.
¡°Entonces me dijeron: ¡°Somos del Real Madrid. Creemos que t¨² puedes convertirte en una estrella con nosotros. Queremos que t¨² y tus padres se muden a Madrid¡±. Mir¨¦ a mi madre. Mir¨¦ a mi representante con cara de ¡°Nah, me est¨¢n jodiendo¡±. Mi madre me mir¨® como diciendo: ¡°C¨¢llate, Fede. No te estamos jodiendo¡±. Y corr¨ª. Me fui corriendo del cuarto, gritando: ¡°?D¨®nde est¨¢ pap¨¢? ???Le tengo que contar a pap¨¢!!!¡±. Ese fue el primer d¨ªa perfecto de mi vida. Porque vi lo emocionados que estaban mis padres. Mi madre se emociona por todo, pero mi pap¨¢ es duro como una roca. Le cuesta mucho demostrar emociones, aunque ese d¨ªa logr¨¦ ver una peque?a grieta. Le vi la lucecita en los ojos. ¡°Mi hijo juega para el Real Madrid¡±, explica el charr¨²a.
El Castilla y los calzoncillos
Valverde cuenta, adem¨¢s, c¨®mo fue su aterrizaje en Madrid y c¨®mo, de nuevo, se confundi¨®: ¡°Estaba en la cima del mundo. Por unos meses. Despu¨¦s, la vida me record¨® que hab¨ªa que ser humilde, como siempre hace. Te puedo contar el momento exacto cuando me di cuenta de lo boludo que era yo. O sea, ?c¨®mo no vas a perder un poco el rumbo? Cuando llegu¨¦ a Madrid, me sent¨ªa como si fuera Messi y Cristiano Ronaldo unidos. ?En serio! En mi defensa, a los 17 a?os no ten¨¦s idea de lo tonto que sos, especialmente cuando te dan un poco de dinero y te elogian un poco. Esa combinaci¨®n es una droga muy da?ina. Pero me son¨® la alarma muy r¨¢pido, por suerte. En mi primer entrenamiento con el Castilla, entr¨¦ al vestuario sinti¨¦ndome como si caminara en las nubes. Ten¨ªa mucha confianza. Ni siquiera me acuerdo nada del entrenamiento en s¨ª. Est¨¢ todo borroso. Pero lo que s¨ª me acuerdo es que despu¨¦s, cuando todos se estaban cambiando, yo los miraba y trataba de asimilar todo¡ hasta que de repente me empec¨¦ a fijar en lo que estaban usando. Cinturones Gucci. Zapatos Nike nuevos. Sin un rasgu?o. Billeteras Louis Vuitton. Ri?oneras Louis Vuitton. Ni siquiera eran las leyendas, ?eh! No estamos hablando de Benzema, Modric ni Marcelo. ?Estos eran los ni?os! Y ah¨ª me di cuenta, me cay¨® la ficha: ¡°La puta madre, Fede, est¨¢s usando una remera de dos euros¡±. Para m¨ª, Zara era cara. En Uruguay, si est¨¢s con ropa de Zara, no es cualquier cosa. Y ah¨ª yo miraba para los costados y ve¨ªa que usaban relojes que seguro costaban m¨¢s que la casa de mis padres. Entonces me hizo el click:: ¡°Pa, boludo. ?Vos ac¨¢ no sos nadie!¡±. As¨ª que estoy ah¨ª sentado, con la ropa sucia y no me quiero sacar ni los zapatos. Todos empiezan a irse para las duchas y ah¨ª yo veo calzoncillos Gucci. ?Calzones Gucci, carajo! ?Hasta eso inventaron? ?Cu¨¢nto puede costar algo as¨ª? Y yo lo ¨²nico que pensaba era: ¡°Espero que los m¨ªos de hoy no tengan agujeros. Le pido a Dios que mi mam¨¢ los haya controlado cuando los lav¨®¡±. Nunca me sent¨ª tan chiquito. Esper¨¦ a que todos se ducharan y se fueran al estacionamiento, y finalmente me cambi¨¦ cuando s¨®lo qued¨¢bamos el utilero y yo. Esa noche, fui al H&M y dije: ¡°Necesito 10 paquetes de los mejores calzoncillos¡±. Esa noche pensaba para mis adentros: ¡°?Qui¨¦n te pens¨¢s que sos? Esto es Real Madrid. ?Te cre¨ªas que eras Cristiano? No sos ni mierda¡±.
Sus inicios en el primer equipo del Madrid no fueron f¨¢ciles, le cost¨® jugar y tambi¨¦n destacar, algo que le hac¨ªa saber hasta su pareja, Mina Bonino, periodista de deportes: ¡°?Te acord¨¢s de cuando el Ajax nos elimin¨® de la Champions? Nos subimos al auto despu¨¦s del partido, yo estaba que volaba, y lo primero que ella me dice es: ¡°?De verdad, Fede? ?Qu¨¦ fue eso? ?As¨ª es como pens¨¢s jugar en el Real Madrid?¡± Le dije: ¡°?Y te cre¨¦s que no lo s¨¦?¡±. Y ella sigui¨®: ¡°No arriesgaste nada. No le pegaste al arco, que es lo mejor que ten¨¦s. Ten¨¦s que pegarle.¡± Tuve que subirle la ruedita del volumen al m¨¢ximo para no seguir escuchando sus cr¨ªticas¡±.
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