Valverde saca los colores a Aur¨¦lien Tchouameni
¡®El Halc¨®n¡¯ tambi¨¦n vuela por su perdido compa?ero. En el derbi, el franc¨¦s rob¨® la mitad de balones que Fede... y s¨®lo uno m¨¢s que Modric. Hay runr¨²n con ¨¦l.
EI tercer pulm¨®n de Fede Valverde no cae en saco roto. El Madrid lo necesita porque a donde no llega o llega mal Tchouameni, ah¨ª est¨¢ el aleteo extra del Halc¨®n al rescate. El derbi no fue algo puntual, se ha convertido en una peligrosa costumbre. Por ahora Valverde tiene el cami¨®n cisterna hasta arriba de gasolina, pero como dec¨ªa Einstein s¨®lo hay dos cosas infinitas: la estupidez humana y el universo, y no estaba seguro de lo segundo.
Lo que s¨ª parece seguro es que el at¨®mico charr¨²a es el que sostiene el andamiaje madridista. Si el 4-3-3 se expande como un acorde¨®n al l¨ªmite es porque aparece el 8 para hacer correcciones de ¨²ltima hora. En una versi¨®n m¨¢s recogida como el 4-3-1-2 planteado en el Metropolitano, Valverde no pudo liberarse mucho m¨¢s. La cadena que no le pone nunca Carletto en lo t¨¢ctico la tiene Fede, en la pr¨¢ctica, vi¨¦ndose obligado a hacer kil¨®metros hacia atr¨¢s para compensar el trote del franc¨¦s en las transiciones defensivas... De hecho, rob¨® casi el doble de balones (nueve a cinco) que Tchouameni, que s¨®lo firm¨® una recuperaci¨®n m¨¢s que Modric y eso que el capit¨¢n jug¨® 14 minutos menos. El mundo al rev¨¦s.
La capacidad de Valverde para multiplicarse es como man¨¢ para su entrenador (¡°Fede puede jugar de pivote, doble pivote, carrilero, extremo, interior... su rendimiento para el equipo es fundamental¡±) pero una cosa es el uso y otra, a largo plazo, el abuso. A¨²n as¨ª, a tenor de lo que dice el veteran¨ªsimo italiano, lo de Tchouameni no es el dolce far niente que pueda parecer a ojos profanos. ¡°Para m¨ª Tchouameni lo ha hecho muy bien, ha tenido presencia¡±, fue la radiograf¨ªa de Carletto del derbi de su pupilo. Aunque sea una pregunta recurrente en cada comparecencia ante los medios, para el m¨ªster madridista Aur¨¦lien es uno de sus pretorianos.
Camavinga, a¨²n no
De hecho, el par¨®n forzoso por la suspensi¨®n temporal permiti¨® a Ancelotti reacondicionar al internacional bleu, que acab¨® con un discreto acierto en el pase (s¨®lo el 87%), y darle una segunda oportunidad de terminar el partido. Camavinga llegaba tan ¡®tierno¡¯ de preparaci¨®n al derbi que no sali¨® del banquillo. ¡°Era un partido muy luchado, no era lo ideal para ¨¦l¡±, se justific¨® Ancelotti. El runr¨²n acerca de la efectividad de Tchou est¨¢ en decibelios cercanos al estruendo.
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