Unai Sim車n, el perfeccionista bajo palos
Con 15 a?os, su padre grababa en v赤deo todos sus partidos para analizar y estudiar cada detalle a mejorar. El portero es el orgullo de San Marcial del Vino.
Como tantos otros porteros, Unai Sim車n (26 a?os) acab車 llevando guantes por casualidad. Durante las pachangas veraniegas en el pueblo zamorano de su padre, San Marcial del Vino, de apenas 150 habitantes en invierno, mientras disfrutaba buscando el gol junto a su pandilla de amigos, un aspirante a entrenador le mand車 a la porter赤a con la excusa de su corpulencia. Al peque?o Unai no le hizo ninguna gracia pero tampoco intu赤a que aquella decisi車n que juzg車 arbitraria cambiar赤a su vida. Una vez asumido el cambio de rol, empez車 a tom芍rselo en serio. Nunca le gust車 dejarse llevar. Prefer赤a tomar las riendas.
Aunque siente un fuerte v赤nculo con San Marcial, los or赤genes del guardi芍n de La Roja est芍n en Murgia, localidad alavesa a la que fue trasladado, durante su juventud, su padre, guardia civil de profesi車n. All赤 conoci車 a su futura esposa, miembro de la Ertzaintza. Con esos genes, Unai naci車 predestinado para dedicarse a la seguridad y a la protecci車n.
El Aurrera de Vitoria fue su primer trampol赤n. La porter赤a descubri車 dones ocultos de aquel adolescente para quien el f迆tbol s車lo era hasta entonces sin車nimo de diversi車n. Sus innatas condiciones como custodio de los tres palos llamaron la atenci車n del Athletic de Bilbao, que lo reclut車 para su semillero de Lezama con 14 a?os.
Perfeccionismo por bandera
El plan estaba trazado desde su llegada a la manada de los cachorros rojiblancos. Con 15 a?os, su padre grababa en v赤deo todos sus partidos para analizar y estudiar cada detalle a mejorar. En los torneos, con encuentros ma?ana y tarde, Gontzal Suances, adiestrador de los j車venes leones, ten赤a en su poder un pen drive con el primer duelo del d赤a a la hora de comer y otro por la noche con el segundo. Los entrenadores aprovechaban la abnegada labor del se?or Sim車n para desmenuzar t芍cticamente cada l赤nea, pero Unai y su progenitor solicitaban un an芍lisis de errores y pasos a seguir para corregirlos y progresar. Eran anal赤ticos y estudiaban cada aspecto para ir moldeando una figura llamada a destacar.
Esa tenaz labor de esculpir un guardameta de 谷xito desde la base dio sus frutos. Se convirti車, con tiempo y dedicaci車n, a un buen portero en el titular de la selecci車n espa?ola. En el bar El Cruce, de San Marcial del Vino, donde Unai jugaba al mus y a迆n tiene una pe?a con su nombre, se juntan desde hace tiempo los vecinos futboleros para vivir con pasi車n por televisi車n las andanzas de su paisano m芍s ilustre, el chico que recorr赤a el pueblo en bicicleta y al que una casualidad llev車 a transformarse en un deportista de 谷lite que defiende la porter赤a de todo un pa赤s, orgullo de la familia Sim車n Mendibil.