Una grata sorpresa

El Rayo Vallecano llegaba a la primera jornada de LaLiga EA Sports tras una pretemporada con muchas dudas y problemas a resolver. Seis partidos, once goles encajados, cuatro goles anotados, tres derrotas, dos empates y una victoria. Lo cierto es que las pretemporadas est¨¢n para rodar las plantillas y hacer probaturas. La victoria ante el Wolverhampton aportaba luz y el Rayo sali¨® del t¨²nel en Anoeta. Dos goles anotados, un gol encajado fuera de tiempo ¡ªen la ¨²ltima jugada de partido¡ª y una versi¨®n mostrada que invita al optimismo.

I?igo avisaba en la rueda de prensa previa al encuentro: ¡°Quiero un equipo muy ofensivo, vertical y que busque la opci¨®n de mandar al ¨¢rea centros laterales¡±. Dicho y hecho. El equipo sac¨® de centro y en el segundo quince un bal¨®n largo de Embarba desde banda izquierda, llegaba a Ratiu en el otro costado para que se plantara solo contra la porter¨ªa, y pudiera llevarse el bal¨®n tras un duelo con Remiro. Su definici¨®n de rabona no fue suficiente para marcar, pero s¨ª para realizar una declaraci¨®n de intenciones y avisar de que el Rayo estaba en San Sebasti¨¢n para ganar. El gol se hizo esperar, puesto que hubo que esperar hasta el 67 para que De Frutos sacara un ca?onazo a bocajarro para batir a Remiro. Un gol que, como en toda historia de superh¨¦roes, hay un fiel compa?ero de fatigas. En este caso fue Abdul Mumin.

El partido del central ghan¨¦s fue digno de menci¨®n. Un baluarte defensivo, ganador de tres duelos y un asistente inexperado. El primer gol naci¨® en sus botas. Rob¨®, condujo para romper dos l¨ªneas de presi¨®n y sirvi¨® un bal¨®n al espacio para que Jorge recortase y definiera al palo corto. Junto a Lejeune, formaron una defensa impenetrable, que hicieron desaparecer a Oyarzabal pese a la movilidad del capit¨¢n de la Real Sociedad. Ah¨ª estuvo una de las claves del partido. Una defensa s¨®lida, sin concesiones, algo que estaba acusando el Rayo en pretemporada y al final de la pasada campa?a.

Esta dinamina s¨ª explota

Uno de los debes de la pasada campa?a fue la falta de gol de los jugadores de ataque. El Rayo termin¨® la temporada con una cifra muy pobre, anotando ¨²nicamente 29 goles, siendo el segundo equipo con menos anotaci¨®n por delante del C¨¢diz, que se qued¨® en 26. Ayer, ante la Real Sociedad, fueron dos. Jorge de Frutos puso el primero, en una de las primeras claras del partido, pese a ser a la hora de juego. Carrera al espacio, recorte y disparo fuerte al primer palo. Sin titubeos. El segundo fue de un delantero. Camello sigue de dulce y demostr¨® que la confianza tras los dos goles en la final de los Juegos Ol¨ªmpicos, est¨¢ por las nubes. Un nuevo bal¨®n al espacio, se plant¨® ante Remiro y defini¨® al palo largo con un toque sutil. Esta vez no opt¨® por la vaselina como con Espa?a. Dos goles en tres ocasiones claras evidencian que la p¨®lvora ya no est¨¢ mojada, y que este equipo ve puerta con m¨¢s facilidad que el a?o pasado.

Intensidad, presi¨®n e inteligencia

El f¨²tbol es un deporte para listos. Minimizar errores es clave para evitar disgustos. Esa fue la premisa de I?igo para ganar el partido. 12 tiros, 21 faltas, 47 recuperaciones y 37 despejes demuestran que el equipo ten¨ªa la idea clara de finalizar los ataques, ya fueran con finalizaci¨®n en porter¨ªa o faltas en lugares poco comprometidos. Esta forma de jugar impidi¨® a la Real Sociedad llegar a campo contrario con claridad de ideas y el tiempo para actuar se reduc¨ªa ante la presi¨®n o las faltas de los jugadores de Vallecas. El que menos se equivoca y el que m¨¢s acierta suele ser el ganador, y ayer lo fue el Rayo.

De hecho, I?igo apost¨® por m¨²sculo y trabajo antes que por el talento m¨¢s puro para cerrar el partido. Los cambios fueron puramente defensivos, a excepci¨®n de Baillu que fue un cambio de cromos por Ratiu y Camello que sali¨® por Nteka. Del 4-2-3-1 inicial, el equipo acab¨® con un 4-5-1 con tres mediocampistas puros. Chavarr¨ªa sali¨® como interior en el puesto de Embarba. Path¨¦ Ciss por De Frutos, pasando a Isi a la banda y Gumbau cerrando un centro del campo que acumulaba tres centrocampistas trabajadores. Esto dej¨® fuera a jugadores de talento que optan por posesi¨®n antes que por trabajo como Trejo o Pedro D¨ªaz. El canterano del Sporting se qued¨® sin debutar en partido oficial. Todas estas lecturas de juego deben instalarse de forma definitiva, y Bordal¨¢s con su Getafe ver¨¢n si hay hilos sueltos en este Rayo tejido por I?igo.

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