Un lugar para Abde
Pellegrini est¨¢ ante su primer dilema con el marroqu¨ª: Ayoze brilla en su posici¨®n m¨¢s natural y la competencia es creciente en tres cuartos.
Abde lleg¨®, conoci¨® a sus compa?eros, vivi¨® su primer triunfo en el Benito Villamar¨ªn desde el palco y se march¨® con Marruecos. Tendr¨¢ que esperar el Betis para tenerlo en sus entrenamientos con miras a los pr¨®ximos duelos. Pero Pellegrini sonr¨ªe ante el que es quiz¨¢s su fichaje m¨¢s deseado. ¡°Necesit¨¢bamos a alguien de su perfil¡±, advirti¨® tras confirmarse su llegada a Heli¨®polis. Ahora tendr¨¢ un dilema tan dif¨ªcil como deseado: ?c¨®mo introducir al marroqu¨ª en su once? Hay una premisa muy clara y es que el futbolista brill¨® en Osasuna de forma especial en la banda izquierda. Ah¨ª luce su capacidad de desborde y tiene recursos a pierna cambiada para aliarse con el gol.
Parecen motivos de sobra para ganarse un lugar en el esquema de Pellegrini. Pero no es tan sencillo. Ayoze P¨¦rez jug¨® como titular en el inicio de Liga y su posici¨®n es la de atacante por el flanco izquierdo. El canario es m¨¢s incisivo ah¨ª. Lejos de un papel de nueve. Y siempre cerca de la zona en la que se fabrican las oraciones de gol. Se desmarca con m¨¢s libertad. Y tambi¨¦n accede a retrasar su posici¨®n para crear cuando su equipo necesita m¨¢s manos en la medular. Ni siquiera las rotaciones pudieron minimizar sus minutos desde que lleg¨® al Betis el pasado enero. Sin Juanmi, es ahora Abde su competencia directa. Aunque Pellegrini trate por todos los medios de conseguir unir el talento de ambos sobre el terreno de juego.
Hay m¨¢s espacios en los que puede encontrar acomodo Abde. El marroqu¨ª tambi¨¦n puede jugar en la banda derecha e incluso por detr¨¢s del delantero. Son zonas en las que actualmente hay m¨¢s margen de movimientos en el Betis. Luiz Henrique est¨¢ lesionado y Aitor Ruibal se recupera de una operaci¨®n de apendicitis. Es Rodri en que tom¨® ese carril derecho ante el Rayo exponiendo tambi¨¦n su candidatura. Pellegrini tiene v¨ªas multiplicadas en tres cuartos. Y Abde ya levanta la mano para encontrar su sitio.