Tres bajo sospecha
Alaba volvi¨® a fallar, ofreciendo un nivel muy por debajo del esperado. Tchouameni, ahora lesionado, no silencia el murmullo y Rodrygo sigue sin hallar la p¨®lvora. Son los tres dilemas de Ancelotti.

Cuando la espuma de la euforia se rebaje, Ancelotti afrontar¨¢ tres dilemas. Ninguno es nuevo; de hecho, llevan tiempo siendo persistentes. Pero ya preocupan. Uno en cada l¨ªnea: la fragilidad de Alaba en defensa enciende las alarmas m¨¢s rojas. En punta, Rodrygo sigue sin encontrar a Rodrygol. El tercer dilema, el de Tchouameni, queda temporalmente en suspenso debido a la lesi¨®n que mantendr¨¢ al franc¨¦s fuera de los terrenos de juego entres seis y ocho semanas. Tres futbolistas que se mantienen en el once, pero tambale¨¢ndose. Jugadores bajo la lupa.
Alaba
Probablemente el m¨¢s se?alado. Porque se conoce lo que es capaz de hacer cuando est¨¢ a buen nivel... y eso contrasta con su versi¨®n actual. En el Cl¨¢sico volvi¨® a fallar, yendo con demasiada ternura a despejar dentro del ¨¢rea. Esa falta de contundencia se asom¨®, tambi¨¦n, en el derbi (el primer gol lleg¨® por su espalda con suma facilidad) y el Pizju¨¢n (gol en propia), por ejemplo. Alaba se mantiene en el once porque Ancelotti conf¨ªa en sus dotes y no pierde la fe, pero su rendimiento abre un debate. Y Nacho lleva tiempo llamando a la puerta. En Montju?c fall¨® uno de cada cuatro pases y s¨®lo gan¨® dos duelos por alto (R¨¹diger siete, por contextualizar). Es un enorme central. Pero lleva tiempo sin ser ese central.

Rodrygo
¡°Estaba en un momento de mala suerte, intent¨¢ndolo de todas las maneras, pero no llegaba el gol. Y, sin embargo, mira: hoy no jugu¨¦ tan bien... y marqu¨¦¡±, dijo en Braga. Una frase que lo resume casi todo. Rodrygo aporta al colectivo, sin ser su mejor versi¨®n, pero es un jugador que se ofrece, que combina, que cumple con lo que Ancelotti le encomienda. Pero no est¨¢ encontrando el gol. Y sin p¨®lvora no hay para¨ªso. Ancelotti la dej¨® caer en Montju?c: ¡°Bellingham puede hacer 20-25 tranquilamente, pero tambi¨¦n esperamos goles de los delanteros¡±. Eso le incumbe a ¨¦l y a Vinicius. Es lo que, a grosso modo, le est¨¢ faltando. Y no es poco. S¨®lo ha marcado un gol en los ¨²ltimos 13 partidos; el de Braga. Uno, en 952 minutos. El Madrid necesita que halle la p¨®lvora. Si no lo hace, su titularidad puede estar en peligro. Como poco, a debate.

Tchouameni
La sensaci¨®n con Aur¨¦lien es diferente, m¨¢s ce?ida a una inseguridad constante, que a errores groseros. Un jugador que arranc¨® la temporada de manera espectacular, gan¨¢ndose la titularidad por meritocracia y espantando los fantasmas del pasado. Pero se ha ido diluyendo. En Montju?c pudo haber cometido un penalti disparatado: agarr¨® a Ara¨²jo en un c¨®rner impidiendo su salto. Opiniones, de todos los tipos; pero la sensaci¨®n es que es un penalti que de haberse se?alado, pocos habr¨ªan protestado. Jug¨® con fuego cuando no hac¨ªa falta.

Con el bal¨®n, para m¨¢s inri, cometi¨® el fallo que propici¨® el 1-0: un toque hacia atr¨¢s que firm¨® medio harakiri. Le avalan un 95% de acierto en pases y 74 intervenciones, el que m¨¢s del equipo. Porque su alarma no es roja, pero s¨ª amarilla. Puede dar m¨¢s. Lleva tiempo pudiendo hacerlo. Esa es la cuesti¨®n, la expectativa. Y a la retaguardia, Camavinga, que ahora afronta un descampado de casi dos meses para robarle el puesto. Y es que Tchouameni acab¨® el Cl¨¢sico con una fractura ¨Cincompleta¨C en el segundo metatarsiano del pie izquierdo: no se operar¨¢ y estar¨¢ de baja entre seis y ocho semanas. Tiempo para Eduardo. Para comparar y decidir.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrar¨¢s todas las claves deportivas del d¨ªa.