Tratado de paz en el RCDE Stadium

Puede que Jofre Carreras no sea profeta en su tierra (es gerundense), pero s¨ª lo es en el Espanyol. Como Stuani en el Girona. Ambos fueron los goleadores y los que se encargaron de firmar un tratado de paz. El empate parece que sabe a muy poco a un bloque perico que estuvo sujetado por un Joan Garc¨ªa antol¨®gico. El joven meta sigue haciendo m¨¦ritos para llamar la atenci¨®n de De la Fuente e ir con la Selecci¨®n absoluta, pero claro no pudo con todo. Stuani, de penalti, le super¨® en el minuto 87.

El Girona, con este empate (el segundo seguido) respira y lo hace con el ox¨ªgeno de un Espanyol que vuelve a sentir las llamas del descenso (con un partido menos lo vislumbra a dos puntos). Los pericos, tras sobrevivir al f¨²tbol control del Girona (con Arthur de titular) y a una posible roja de Puado (se llev¨® por delante a Blind) durante la primera mitad, lograron ponerse por delante en el marcador. Fue a los cuatro minutos de la segunda parte y con Jofre como justiciero. ?l mismo se fabric¨® el 1-0. Recogi¨® el pase de Urko en campo propio y tras ir superando metros, sin la oposici¨®n de Krejci y Blind (le defendieron con la mirada), lleg¨® a la frontal del ¨¢rea y se invent¨® un gran disparo cruzado que super¨® a Gazzaniga.

El tanto meti¨® el miedo en el cuerpo de un Girona que lo pas¨® fatal durante los siguientes minutos. La circulaci¨®n de bal¨®n pas¨® a ser nula, Bryan Gil se perdi¨® y M¨ªchel se vio ¡®obligado¡¯ a sacar a su d¨²o de confianza: Portu y Stuani. Con ellos sobre el terreno de juego, el Espanyol dio un paso atr¨¢s y los rojiblancos crecieron.

Hubo momentos para todo. Acciones de ida y vuelta, pero para el recuerdo quedar¨¢ una mano sobrenatural de Joan Garc¨ªa, en el minuto 84, ante el tiro de Yangel Herrera. Los hinchas del Espanyol se levantaron a corear su nombre y el ambiente se encendi¨®. Eso s¨ª, ah¨ª lleg¨® Tsygankov para congelarlo. Bail¨® a Urko dentro del ¨¢rea y el mediocentro le atiz¨® en la rodilla. El ¨¢rbitro, ni nadie, dud¨®: penalti. Stuani no fall¨® (nunca lo hace) y en su celebraci¨®n quiso llamar a la paz. Pidi¨® perd¨®n por su pasado perico. Al final, incluso el Espanyol se libr¨® de un castigo mayor. El charr¨²a se quej¨® de un golpe de Calero dentro del ¨¢rea. Se fue al limbo. Ya hab¨ªa paz.

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