Superviviente Atleti, Osasuna en llamas

Las lesiones en el Atl¨¦tico son un fen¨®meno viral. El maldito dinosaurio en la habitaci¨®n. En cuatro d¨ªas, del Madrid a Osasuna, el Cholo hab¨ªa perdido a otros tres hombres por estas: Correa, Memphis y Savic. El primero, esguince de rodilla con colaboraci¨®n necesaria de Bellingham, al pisar su pie de apoyo cuando el derbi terminaba. Los segundos, por molestias musculares en una sesi¨®n entre medias. ?Resultado? 13 jugadores de campo rojiblancos en El Sadar, un Atleti sin m¨¢s rotaci¨®n en el kil¨®metro 24 de una marat¨®n que la de Witsel por Savic y un banquillo con seis canteranos. Tocaba santiguarse y sufrir. Todo acabar¨ªa en llamas.

Enfrente, si Arrasate salpimentaba su once con alguna sorpresa (Areso en la defensa, Ib¨¢?ez en el medio) comenz¨® el partido sin apretar al Atleti en la salida. Pronto descubri¨® que era necesario un paso adelante para taponar a ese hombre que corre dando gas. Se llama Samuel Lino y ha logrado algo que al inicio de este mes parec¨ªa ciencia ficci¨®n: que no se note la marcha de Carrasco. Corre y centra siempre tenso, con veneno. En el 20¡ä uno de sus centros le descascarillar¨ªa la sonrisa a los 20.000 que llenaban esta noche de jueves El Sadar.

El Atleti cortaba por las bandas, sobre todo en esa izquierda. Osasuna no atinaba con bal¨®n. Presionaban los rojillos desde muy lejos, se apelmazaban, espesos. Y sin saber c¨®mo demonios taponar a ese hombre de cuyas botas siempre brotan certeras asistencias. Llenas de intenci¨®n para compa?eros de baile como Morata y Grizi, el nuevo tridente del Cholo. Todo lo inici¨® ?lvaro con un desmarque que fue como un silbido a Lino. Mientras el delantero presionaba y distra¨ªa a Aitor para forzar su error, por detr¨¢s aparec¨ªa Grizi para ponerle un lazo a su rechace. Remat¨® cruzado y con poco ¨¢ngulo pero a la red. Un gol menos para alcanzar a Luis. Le quedan doce.

Osasuna no acus¨® el golpe, se sacudi¨® la ropa y a correr. Dio un paso adelante y los rojiblancos, uno atr¨¢s. Los de Arrasate, sin embargo, en ese momento no llegaron a agarrarse al gaznate del Cholo como las ca¨ªdas en la hierba. Esa de Lino al comenzar el partido. La de Morata tras un rodillazo por detr¨¢s de Catena. La de Oblak sobre el hombro tras chocar con Budimir en una salida que provoc¨® que Grbic calentara fuerte al descanso. El dinosaurio ah¨ª y la ventaja solo de un gol. Cuando el partido regres¨®, el Atleti segu¨ªa en su paso atr¨¢s mientras Osasuna daba todos delante.

Expulsiones de Arrasate, Morata y el Chimy ?vila

Los demonios de Mestalla hab¨ªan viajado en la camiseta verde y estaban ese momento llenando El Sadar. El bal¨®n era rojillo, todo el peligro que se respiraba tambi¨¦n. Obligado el Atl¨¦tico solo a la supervivencia con Hermoso y Gim¨¦nez despej¨¢ndolo todo con piel de front¨®n. Arrasate centraba al Chimy para colocarle m¨¢s cerca de Budimir. Comenz¨® a avasallar con transiciones r¨¢pidas, abigarrando a los rojiblancos en el ¨¢rea de Oblak, obligados a defenderse y solo a defenderse como si ese minuto 46 fuese ya un infinito noventa. Fundidos y exhaustos como consecuencia de compartir habitaci¨®n con un dinosaurio: que no hay posibilidad de descanso, bocanada de ox¨ªgeno en los cambios, son siempre los mismos, cada mi¨¦rcoles y domingo. Guarecidos en las tierras de Oblak parec¨ªan temer poner un pie lejos, como si la hierba estuviera llena de pira?as.

El Sadar sub¨ªa la voz, la tensi¨®n sub¨ªa y sub¨ªa. Y David Garc¨ªa cabeceaba un bal¨®n a la red para que estallara el partido. El ¨¢rbitro nunca lo considerar¨ªa gol: Aimar, desestabilizado por un empuj¨®n de Gim¨¦nez, ca¨ªa y le daba un manotacillo a Witsel mientras el bal¨®n volaba. Mart¨ªnez Munuera cogi¨® su silbato e indic¨®: ¡°Sigan, sigan¡±. Pero el aire se quedaba lleno de agujas. El 1-1 que nunca ser¨ªa, en la jugada siguiente se convertir¨ªa en el 0-2 para el Atleti. Lino se escapaba una vez para centrar tenso y con veneno, ahora para Riquelme y el gol. Entre Morata y Chimy quedaban todas las chispas. Se enzarzaron una vez y el rojiblanco vio la amarilla. Se enzarzaron otra, en el c¨®rner, y Morata solt¨® el brazo a lo que el rojillo contest¨® con un pisot¨®n en la tibia. Segunda amarilla y roja directa, los dos a la ducha. Y el Atleti en tres d¨ªas ante el C¨¢diz sin m¨¢s delanteros que Griezmann. Y el dinosaurio siempre ah¨ª.