Sin nueve no hay para¨ªso
El Madrid hizo 29 disparos en el Cl¨¢sico: s¨®lo cinco a puerta y cero goles. El aura de c¨®mo ser¨ªa la vida de este equipo con un killer vuelve al foco. Y Mbapp¨¦ es protagonista ¨²nico.
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Lleg¨® el Madrid, lleg¨® el Madrid, lleg¨® el Madrid... pero no lleg¨® el gol. Una y otra vez frot¨® la l¨¢mpara el equipo de Ancelotti sin dar con la t¨¦cnica. Despertando alguna genialidad, pero ning¨²n genio. El dato es atroz: 29 disparos en el Cl¨¢sico, pero s¨®lo cinco a puerta y cero goles. Espejo inmaculado de un equipo que tiene f¨²tbol a raudales, pero transita escaso de p¨®lvora. En cierto modo es algo que ya se evidenci¨® la temporada pasada: con Benzema irregular -entre ¡®fatigas musculares¡¯ y lesiones diagnosticadas-, qued¨® patente un problema de cara a puerta que Rodrygo, como pudo, enmend¨® reinvent¨¢ndose como falso nueve (7 goles). Un parche de lujo, pero un parche. Porque el brasile?o no lleg¨® a tirar la puerta con la fuerza suficiente como para quedarse definitivamente con el puesto. As¨ª que el problema contin¨²a... y la soluci¨®n no llega.

Lo de Dallas no fue s¨®lo una cuesti¨®n de ausencia de killers. Ser¨ªa injusto, sobre todo con la mala suerte, no darle la porci¨®n de responsabilidad que le corresponde. Hubo hasta cinco disparos a la madera. Cinco. Tres de Vinicius (entre ellos, el larguerazo en el primer penalti que lanzaba con la camiseta del Real Madrid; seguramente no el ¨²ltimo), uno de Tchouameni y uno de Bellingham. Cent¨ªmetros que pudieron cambiarlo todo. Pero eso no quita que los de Ancelotti realizaron 24 que no fueron entre los tres palos. Ah¨ª reside el problema, en el diagn¨®stico de que el equipo lo tiene todo para generar, para llegar, para morder... pero demasiado a menudo necesita mucho para hincar el diente. Y en esa postura se hace fuerte la inc¨®gnita de c¨®mo ser¨ªa la vida en Chamart¨ªn con un rematador nato. Con un goleador.
S¨ª, Mbapp¨¦
El nombre es el que est¨¢n pensando. Ese que lleva semanas instalado en las tertulias sin pedir perd¨®n ni permiso. Un tatuaje en la cabeza de tantos, de todos. Pero es el que es. Porque cuando se habla de qui¨¦n asoma como potencial refuerzo para la delantera del Real Madrid, Mbapp¨¦ es monopolio. Lo ¨²nico -y a la vez no poco- que rodea su figura es la incertidumbre sobre si ser¨¢ una operaci¨®n a sellarse en 2024, o ahora. La postura del club blanco lleva semanas siendo la misma: calma absoluta, no existen negociaciones. Rien de rien. De hecho, transmiten que est¨¢n ¡°sorprendidos¡± con las noticias que han venido saliendo acerca de contactos/reuniones en la sombra. No hay nada. Pero en todo este asunto se antoja dif¨ªcil hablar con rotundidad: ?unas declaraciones, un gesto, otro ¨®rdago pueden agitar el tablero y desencadenar movimientos? Seguramente s¨ª.

La ¨²nica certeza en estos momentos es que el 9 del Real Madrid contin¨²a hu¨¦rfano. El ¨²nico dorsal que sigue sin due?o. Y a juzgar por las palabras de Ancelotti, no tiene pinta de que vaya a cambiar. ¡°Tenemos un equipo sin ego y eso es lo m¨¢s importante. La plantilla est¨¢ muy bien como est¨¢; estamos completos¡±, dijo tras la victoria frente al United. Por si era una cuesti¨®n de euforia, Carvajal se encarg¨® de confirmar que no, repitiendo esa l¨ªnea editorial tras la goleada en el Cl¨¢sico: ¡°Somos los que estamos; no hablamos de Mbapp¨¦¡±. No lo har¨¢n ellos, pero es innegable que s¨ª lo hace su afici¨®n. Que el nombre del franc¨¦s contin¨²a rondando debates y disyuntivas. Que la sensaci¨®n de lo que podr¨ªa aportar este equipo si -tan s¨®lo- se le sumase un nueve, un animal del ¨¢rea, est¨¢ ah¨ª. En boca de muchos. De quienes defienden que este Madrid, con un killer, ser¨ªa aterrador. La ¨²nica pieza que falta en el puzzle.